Más bloqueos en la Panamericana

De nuevo, por enésima vez, la carretera Panamericana que nos comunica con el Ecuador, estará bloqueada este fin de semana con una nueva modalidad que han dado por llamar “pare y siga”, que consiste en taponar la vía a cualquier hora en cualquier sitio y por el tiempo que les dé la gana a sus promotores.

Con la disculpa de que no se les están cumpliendo las promesas, esta nueva minga reunirá a más de 7.000 indígenas provenientes de los departamentos del sur del país, quienes se desplazarán desde Popayán hasta Cali, en donde amenazan con realizar actos de protesta en el distrito de Aguablanca y en la Universidad del Valle, produciendo además un caos vehicular que colapsará el oriente y el sur de Cali.

Esto es el abrebocas para tirarse la celebración de la Semana Santa en la atribulada Popayán, que se viste con sus mejores galas para las procesiones que congregan a miles de turistas de todo el mundo que acuden al Valle de Pubenza, en un ritual que lleva siglos de tradición.

Y claro, esta circunstancia permite chantajear a los gobiernos de turno, quienes, con un revolver en la sien, firman lo que sea con tal de evitar un taponamiento en la carretera, con la diferencia de que en esta oportunidad la protesta parece estar mejor organizada y más con un régimen más que permisivo.

Es de esperarse que se pueda llegar a acuerdos cumplibles de parte y parte, y que todo se reduzca a escaramuzas. De lo contrario, la célebre minga podría terminar en una nueva versión del estallido social que padeció Cali, entre otras cosas, por falta de autoridad.

Papel muy importante puede jugar el ministro Velasco, oriundo de estos lares, conocedor hasta los tuétanos del problema y comprometido con la paz.