Una obra prioritaria para Buenaventura —el primer puerto de Colombia sobre el Pacífico, llamado el mar del siglo XXI— es el dragado del canal de acceso. De lo contrario, seguirá rezagado y siendo un puerto de tercera categoría porque no pueden ingresar los llamados buques pospanamax.
Eso precisamente es lo que está sucediendo por cuenta de la ANI, que —siguiendo instrucciones de quién sabe quién, por simple capricho burocrático o falta de lobby— ha puesto todas las trabas posibles y todos los palos en la rueda para embolatar un proyecto indispensable para la región Pacífica que serviría al país entero.
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