Publicidad

San Andrés y las sequías por venir

De ahora en adelante, cualquier política pública que trabaje sobre los recursos naturales debe diseñarse a prueba de las peores condiciones.

El Espectador
15 de abril de 2016 - 08:27 p. m.
Lo que está sucediendo en San Andrés es una muestra de los complejos problemas que vendrán con el cambio climático, y el país tiene que empezar a planear con más inteligencia para evitarlos. / Cristián Garavito
Lo que está sucediendo en San Andrés es una muestra de los complejos problemas que vendrán con el cambio climático, y el país tiene que empezar a planear con más inteligencia para evitarlos. / Cristián Garavito

Lo que está ocurriendo con el  agua en San Andrés es una muestra de la complejidad de los problemas que vendrán (y que ya han llegado) por culpa de los cambios en las condiciones climáticas del planeta. Ante un sistema de acueducto construido contando con el agua lluvia, la implacable sequía que trajo El Niño resultó ser un obstáculo inevitable. Y como los pronósticos son poco optimistas, las respuestas que se diseñen deben planear estimando el peor escenario.

Según le explicó a El Espectador el ingeniero ambiental Durcey Stephens Lever, director de la Corporación para el Desarrollo Sostenible de San Andrés, Providencia y Santa Catalina (Coralina), la situación no es nueva. “El fenómeno de El Niño nos ha afectado desde el 2013 y desde entonces venimos afrontando una problemática de déficit hídrico. Han disminuido los regímenes de lluvia y tenemos problemas por la menor filtración de agua en el subsuelo, lo que genera un desequilibro en el almacenamiento de agua dentro del acuífero”.

Eso es un problema, especialmente porque el contrato de acueducto —que es ejecutado por la empresa Proactiva, Aguas del Archipiélago— estipula que, salvo por las zonas hoteleras y otros casos especiales, el suministro hídrico se hace cada veinte días. Antes esto era viable, pues los habitantes de la isla tienen la admirable cultura de reutilizar las aguas lluvias, pero, como lo reconoció la misma Proactiva, “el verano de los últimos tres años ha sido inusualmente fuerte, por lo que no se ha contado con la misma cantidad de precipitaciones y, por ende, el nivel de los pozos es especialmente bajo”.

Así las cosas, no hay agua de acueducto ni tampoco de lluvia en la isla. Además, en los pocos días en que se restablece el suministro, los habitantes han denunciado que este es insuficiente. Como lo dijo una isleña: “No alcanzamos a recoger nada, sale un chorrito durante dos horas y ya. Hemos tenido que comprar carrotanques, que cuestan $80.000, para poder llenar la cisterna de la casa”. La factura del acueducto, no obstante, sigue llegando.

Lo más preocupante es que esta situación ha evidenciado fallas estructurales de planeación que no pueden solucionarse con facilidad. Se han propuesto medidas de choque como el traslado de agua potable desde el interior del país e implementar sistemas de carrotanques, que son necesarios para mitigar la crisis, pero los obstáculos para la sostenibilidad a futuro son más profundos.

Ayer se decretó el estado de calamidad pública en la isla por culpa de los efectos sociales y ambientales de la sequía. Ojalá las autoridades locales y el Gobierno Nacional aprovechen esta oportunidad para, además de solucionar el problema inmediato, empezar la construcción de proyectos que eviten que esto se repita, teniendo en cuenta que las condiciones del clima muestran una tendencia a empeorar.

No es algo fácil, pero esa es la magnitud de los retos que enfrentan el país y el mundo. De ahora en adelante, cualquier política pública que trabaje sobre los recursos naturales debe diseñarse a prueba de las peores condiciones. No podemos seguir diciendo, cada vez que algo similar suceda, que contamos con “mala suerte”. Es el momento de la innovación y, sobre todo, visión de largo plazo.

¿Está en desacuerdo con este editorial? Envíe su antieditorial de 500 palabras a yosoyespectador@gmail.com.

Por El Espectador

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar