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“La mirada” y “la conversación”

Juan Carlos Botero
19 de marzo de 2021 - 03:00 a. m.

El color de la piel no dice nada sobre el carácter. Ni sobre la moralidad o la inteligencia, ni sobre las aptitudes, ideas o convicciones de la gente. Es un rasgo físico como la talla de los zapatos o la textura del cabello, irrelevante para determinar cualquier dato esencial de la persona. Y la vida de quienes tienen que lidiar con el odio, el desprecio y el rechazo por algo tan trivial y arbitrario es muy diferente a la de quienes no tienen que cargar con esa cruz a diario.

La prueba, entre muchas otras, es que los blancos no tienen que soportar “la mirada” y tampoco tienen que tener “la conversación”.

“La mirada” es el vistazo que la persona blanca le lanza al afro al creer que su presencia en tal lugar es indeseable o sospechosa. Hace poco un profesor en California fue culpable de lanzar esa mirada. Mientras inspeccionaba el daño cometido por un terremoto en un barrio de ricos, descubrió a un afroamericano merodeando en la zona y le preguntó en mal tono: “¿Le puedo ayudar en algo?”. Con esa frase, lo que en realidad le estaba diciendo era: “Usted, negro, ¿qué hace aquí?”. Para su sorpresa, el hombre era un millonario del barrio. “Vivo aquí”, replicó, amable. “Y estoy dando una vuelta para comprobar los daños en el vecindario”. El profesor, al evocar lo sucedido, todavía se ruboriza de la vergüenza. Lo cierto es que toda persona de color ha tenido que padecer más de una vez esa mirada que refleja el desprecio y la desconfianza. Y todo por algo tan superficial como el color de la piel.

Lo otro es “la conversación”. En un debate reciente, los ponentes afros contaron que cada uno ha recibido esa charla de parte de sus padres o la han tenido que impartir a sus hijos. ¿En qué consiste? En explicar cómo recorrer la jungla urbana del racismo. En saber cosas que los blancos no tienen que saber. Que si una patrulla detiene tu auto porque llevas una luz trasera dañada, eso puede desembocar en una paliza en el pavimento. Que si un policía te para en la calle, conviene modular el tono de la voz, porque si no puedes terminar en la cárcel o con una rodilla sobre el cuello. Un padre suele tener charlas cívicas con sus hijos para que sean bien educados. Un padre afro, además, tiene que tener “la conversación” con los suyos para que sepan que un tono errado, una mirada equívoca o una respuesta de fastidio a una figura de autoridad puede tener efectos irreparables. Sucede a diario. Esa vida es muy diferente a la de los blancos. El afro tiene que caminar sobre una cuerda floja estirada sobre un abismo. Una chaqueta con capucha puede llevar a un balazo. Salir a trotar no implica los mismos riesgos para todos. Ni ir a la tienda ni caminar de noche en el barrio. Un mal paso y…

Ignorar todo esto es perpetuar una realidad aberrante. Y cuando la gente por fin explota y marcha en las calles para exigir justicia, y unos cometen excesos que llevan a motines, entonces los blancos, que fueron cómplices activos o pasivos en crear la realidad que llevó a la protesta, se quejan y dicen que es el colmo que los negros causen disturbios. Martin Luther King declaró: “El motín es el lenguaje de quienes no son escuchados”. Se requieren con urgencia reformas de justicia y equidad. Aplazarlas es condenar a que los motines se repitan. Y así será hasta que prevalezca la justicia.

@JuanCarBotero

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Osky63(41351)19 de marzo de 2021 - 11:25 p. m.
Estimado Juan Carlos, hay unos relatos muy bellos de la tradición oral del Pacífico y que las mujeres relataban a sus pequeños para prepararlos frente a los ambientes hostiles a que se iban a enfrentar, uno de los mas conocidos era "El Tío Conejo y el Tío Tigre", se lo recomiendo.
Carlos(21131)19 de marzo de 2021 - 11:17 p. m.
Gracias, Juan Carlos, por su caracterización del racismo sutil.
Contumaz Apostata de la Dextrocardia(likt7)19 de marzo de 2021 - 09:25 p. m.
En biología y genética el GOLD STANDARD para estudiar factores protectores y de riesgo son los mestizos...quien lo iba a pensar...somos la mezcla que enseña y que orienta...por eso el racismo es harto morboso, anacrónico y de indultos e ignorantes...por cierto, defectos muy notorios.
-(-)19 de marzo de 2021 - 05:17 p. m.
Este comentario fue borrado.
LuciaR(5380)19 de marzo de 2021 - 04:10 p. m.
Importante reflexión sobre el tema de la “conversación". Es una continua opresión. Recordar que con niñas y mujeres siempre tenemos que estar “conversando” y advirtiendo sobre los peligros que corremos si salimos a una hora más tarde, no darle confianza a los amigos (que entonces se vuelven depredadores si nos ven vulnerables)... Sí, ¡a cambiar el mundo y estas maneras tan aberrantes de pensar!
  • luis(10162)19 de marzo de 2021 - 09:15 p. m.
    Solo los hombres son depredadores....? Casos se ven de niñas y jovencitasson las que abiertamente seducen y corrompen a los chicos... la sociedad está corrompida en ambos extremos, machismo VS feminismo, el matriarcado es de igual de dañino como el paternalismo.
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