Avanza proyecto de conflictos de intereses, pero sigue recibiendo críticas

Por ley, los congresistas tendrán que hacer público en un listado digital sus intereses económicos y el de sus cónyuges. Sin embargo, solo se tendrán que registrar los negocios con sus familiares cercanos como padres y hermanos, pero no con tíos y sobrinos, con los que también hay posibilidad de incurrir en corrupción.

-Redacción Política (politicaelespectador@gmail.com)
03 de septiembre de 2019 - 02:00 a. m.
Con una votación de 128 a favor y 25 en contra, la Cámara de Representantes aprobó el proyecto que busca hacer público y digitalizar los conflictos de intereses de los legisladores. / Archivo El Espectador
Con una votación de 128 a favor y 25 en contra, la Cámara de Representantes aprobó el proyecto que busca hacer público y digitalizar los conflictos de intereses de los legisladores. / Archivo El Espectador

Luego de varias discusiones polémicas, la Cámara de Representantes, con 128 a favor y 25 en contra, aprobó, en tercero de cuatro debates, el proyecto que busca registrar de manera pública y en un listado digital los intereses económicos de los congresistas, así como de sus familiares y cónyuges. Se necesitaron cuatro sesiones para que la plenaria de la Cámara aprobara los cinco artículos que componen la iniciativa que,  pese a que avanzó a su último debate, dejó una sensación agridulce entre algunos congresistas de la Alianza Verde. 

(Para contexto: Cámara aplazó de nuevo debate sobre proyecto de conflicto de intereses)

La polémica se concentró en los dos primeros artículos. El punto uno, que habla de la configuración del conflicto de intereses para los legisladores y sus familiares, quedó aprobado de manera que solo existirá un impedimetno cuando estos tengan negocios con los cónyuges, parientes hasta en segundo grado de consanguinidad (padres, hermanos, hijos, abuelos y nietos) o segundo de afinidad (suegros y cuñados).

El segundo, que trata sobre la digitalización del registro de esos conflictos de interés, quedó en que solo se harán públicos los negocios con los cónyuges, familiares hasta en segundo grado de consanguinidad y primero de afinidad (suegros). Estos dos artículos dejaron insatisfechos a los representantes de la Alianza  Verde pues al final logró bajar, justamente, el grado de parentesco bajo el cual debe declararse un congresista en la actualidad. Por ley, debe ser hasta el cuarto grado de consanguinidad, que incluye a tíos, primos, sobrinos, tíos-abuelos, entre otros. Sin embargo, como quedó aprobado ya no será así. 

De manera que el triunfo por convertir en ley este proyecto que venía de la mesa anticorrupción, de la que participaron los congresistas y el Gobierno, no fue una victoria comepleta. Al menos asi fue para la representante verde Juanita Goebertus, quien la calificó como una ganancia a medias porque pese a que hace públicos los intereses de los congresistas, también disminuye el radio de personas cercanas sobre las que se debe declarar el impedimento. 

“En el curso de la discusión, el proyecto bajó hasta el segundo de consanguinidad, con lo cual hoy un congresista podría perfectamente votar un proyecto para beneficiar a sus tíos y sobrinos sin que por ello tenga que declararse impedido ni que se genere un conflicto de interés”, aseguró Goebertus. Así mismo, aunque reconoció que aprobarlo es un avance, porque crea al menos un registro de algunos familiares, expresó que esa reducción en el nivel de parentesco “es un costo alto y una victoria pírrica”. 

Contrario fue lo que expresó Gabriel Santos, del Centro Democrático y defensor de la iniciativa como Goebertus. Según él, la ganancia y el aporte para combatir la corrupción en el Legislativo está en que se visibilicen los negocios que podrían conflictuar su quehacer en el Congreso, de manera que bajar el grado de consanguinidad no reduce la búsqueda de la transparencia. 

“En términos prácticos, ambos artículos aprobados son importantes porque se visibilizan los conflictos de intereses. Si en el primero (la configuración del conflicto) la disposición quedó hasta segundo grado de consanguinidad, no tenía sentido que en el segundo ese nivel fuera de hasta cuarto grado. Lo importante es que existiera el registro, que era también un punto que querían tumbar”, explicó. 

Santos reiteró que conciliar los intereses de más de 100 representantes con distintas ideologías es complejo y lo tuvieron que discutir porque los detractores de la iniciativa estaban preocupados en poner en riesgo a sus familiares. Sin embargo, no fue el único ‘pero’ de los legisladores. “Más grave aún, el texto finalmente aprobado hace que los congresistas puedan beneficiar de manera directa con su voto a sus financiadores”, dijo la representante Goebertus.

Por -Redacción Política (politicaelespectador@gmail.com)

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