Bancada del Centro Democrático se estaría fraccionando por acercamientos con el Gobierno

El tinto acordado entre el presidente Gustavo Petro y el expresidente Álvaro Uribe Vélez en la Casa de Nariño no solo generó molestia en algunos militantes del Centro Democrático, que vieron este encuentro como una mala decisión que solo beneficiaría al “gobierno del cambio”, sino también destapó las diferencias y las pujas de poder que habría al interior de la bancada uribista.

El tinto acordado entre el presidente Gustavo Petro y el expresidente Álvaro Uribe Vélez en la Casa de Nariño no solo generó molestia en algunos militantes del Centro Democrático, que vieron este encuentro como una mala decisión que solo beneficiaría al “gobierno del cambio”, sino también destapó las diferencias y las pujas de poder que habría al interior de la bancada uribista.

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A pesar de que la invitación a dialogar sobre la reforma a la salud la aceptó el “Presidente Fundador” del Centro Democrático, como es reconocido Uribe en el estatuto de la colectividad, senadores, representantes, excongresistas e incluso el expresidente Iván Duque han dejado saber que no estaban de acuerdo con la cita.

Entre sus argumentos de rechazo están el poner en riesgo su fuerza como partido opositor al Gobierno, ir en contravía de sus posturas políticas y terminar beneficiando la imagen de Petro, quien, según este grupo, estaría buscando mostrarse como un mandatario conciliador en medio del apretado escenario para poner a andar sus reformas sociales en el Congreso.

Eso sí, también están los que concuerdan con Uribe y vieron la cita como una oportunidad para defender los intereses del Centro Democrático y, afirmaron, proteger el sistema de salud del país, al dejarle claro a Petro por qué el proyecto, que no ha pasado de su segundo debate en la plenaria de la Cámara, no puede aprobarse.

“Creo que nuestro deber como oposición es impedir que destruyan el sistema de salud, y para eso hay que hacer todo lo posible, hasta tomarse un tinto”, mencionó la senadora Paloma Valencia, una de los cinco congresistas que acompañó al líder del uribismo a la reunión, y quien a la entrada de Palacio expresó que, pese a aceptar la invitación, no se estaban buscando acuerdos.

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La reforma a la salud, sin embargo, no sería el único interés del exmandatario y tampoco el punto de honor que habría provocado roces. Desde su bancada hay voces que indican que este tinto en Palacio sería visto por Uribe como una manera para acercarse y tener un canal de diálogo más cercano y fluido con el presidente.

“La bancada no está unificada, pero es una decisión de Uribe y él es autónomo en eso, no nos consulta. Además, él piensa que debe tener esa puerta abierta para poder tener una línea de comunicación con un gobierno que es abiertamente adverso a nuestra posición política”, expresó la senadora María Fernanda Cabal, quien se ha destacado por mostrar sus diferencias con algunas decisiones de bancada, como la elección del ahora imputado judicialmente Óscar Iván Zuluaga como candidato para las elecciones presidenciales de 2022, y fue crítica con el gobierno de Iván Duque, a quien le atribuye, en parte, el triunfo de Petro en las urnas.

Algunas figuras uribistas exponen que no entienden cómo el presidente Uribe vuelve a reunirse con Petro, cuando desde antes de que quedara electo como presidente se había dejado por sentado que se le haría una fuerte oposición. Todavía más, cuando tienen sus reparos con las reformas, e incluso promulgaban una consulta popular para tumbarlas; políticas como la paz total y temas más recientes como la diplomacia con el tema de Israel - Palestina y la manera en que tomó la elección de Javier Milei como presidente de Argentina.

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Igualmente, ponen en duda lo que pueda lograrse con dicho encuentro. “Uribe se ha reunido dos veces con Petro después de su elección y nada ha pasado, no lo escuchó. Entonces, una nueva reunión no es otra cosa que una nueva foto, sin resultados. Está buscando reunirse con las personas que no quiere, con las que siempre ha maltratado, para mostrarse conciliador, pero ese no es su talante, él no escucha y está demostrado”, mencionó Ernesto Macías, expresidente del Congreso.

Su gestión como partido opositor al gobierno Petro también estaría en riesgo, pues, afirman, correrían el riesgo de que Cambio Radical tome la bandera de la oposición por los próximos tres años de gobierno. Desde el partido, liderado por el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, ya se han visto algunos comentarios que cuestionan la determinación del exjefe de Estado. “Uribe no nos representa y Cambio Radical es otra oposición, una constructiva y de propuestas”, dijo el representante Julio César Triana.

Lo cierto es que, si bien hay reparos, los militantes le siguen guardando todo el respeto al expresidente y reconocen que él es quien tiene la palabra final. A su vez, otros integrantes del Centro Democrático afirmaron que no por aceptar una reunión con el presidente dejan de hacer oposición y que no se trata de otra cosa más allá que de dialogar y dejar por sentado sus diferencias.

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“El Centro Democrático siempre estará dispuesto a hablar y si el presidente de la República nos invita a hacerlo, reconocemos la dignidad del cargo y atendemos la solicitud”, manifestó el representante Andrés Forero, quien hace parte de la Comisión Séptima de la Cámara y ha sido insistente en las sesiones que la reforma a la salud no puede aprobarse.

Uribe, por su parte, continúa demostrando que tiene toda la vocería para continuar liderando su partido, que tiene 13 escaños en Senado y 17 en Cámara: desde hace un año viene recorriendo el país para fortalecer el poder regional y producto de ello, quizás, logró siete de las 32 gobernaciones; decidió avalar candidatos no apoyados por la mayoría de la bancada, como en el caso de Nancy Patricia Gutiérrez a la Gobernación de Cundinamarca, quien no salió electa y perdió ante Jorge Emilio Rey; está cada vez más presente en redes sociales con trinos y videos y ha abierto el diálogo con Petro, haciéndole sugerencias de cómo hacer el acuerdo nacional.

Precisamente, el acuerdo nacional, del que Petro viene hablando desde el pasado 20 de julio en la instalación del Congreso, será el objetivo del Gobierno para 2024 y por eso, ha sostenido reuniones con el gremio empresarial y ahora, con su líder antagónico de la política.

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