Cuando el auditorio esperaba más desencuentros, el primer debate presidencial del año entre los candidatos Gustavo Petro, por el Polo Democrático, y Rafael Pardo, por el Partido Liberal, transcurrió sin mayores sobresaltos y el punto que generó mayor controversia fue la posición de los aspirantes frente a las condenas que deben pagar los militares que cometan delitos.
Mientras Petro señaló que de ser presidente propondría para los militares que incurran en delitos una “ley para la reducción de las penas o el excarcelamiento a cambio de la verdad”, Pardo sostuvo al respecto: “He sido un opositor a que los militares tengan amnistía porque representan la legalidad. No es un buen mensaje para el país ni para los militares”.
Cuando se les preguntó por el legado que dejará la administración de Álvaro Uribe, los dos coincidieron en señalar que lo más importante era que había puesto el tema de la seguridad en la agenda nacional.
Sobre el Tratado de Libre Comercio, Rafael Pardo sostuvo que era amigo de estos acuerdos, bien fueran suscritos con Estados Unidos o con China, mientras que Gustavo Petro manifestó que de llegar a la Casa de Nariño le solicitaría a Barack Obama renegociar el capítulo agrícola, pues a su juicio tal y como está negociado éste afectaría los cultivos de corto rendimiento en el país.
El aspirante del Polo Democrático concluyó diciendo que esperaba que tras su paso por la Presidencia fuera recordado como el mandatario que “sacó definitivamente a Colombia de la guerra”, mientras que el candidato liberal aseguró que como el que permitió que “Colombia fuera un país con igualdad de oportunidades”.
El debate se desarrolló en la Universidad de los Andes y contó con la moderación de Juanita León, directora de La Silla Vacía. Sergio Fajardo y Germán Vargas Lleras se excusaron de asistir al encuentro.