:format(jpeg)/www.elespectador.com/resizer/vUpOu0jX5i8WNpS-kFQbbplqfN4=/arc-anglerfish-arc2-prod-elespectador/public/XFKTE2JUBNDPHFGPFRCMZIKMZU.jpg)
Dilian Francisca Toro es la nueva directora única del Partido de la U. La exgobernadora del Valle del Cauca llega a ocupar un puesto que estaba sin dueño ante la renuncia a la dirección hace unas semanas de Aurelio Iragorri. Este abandonó el cargo tras haber superado un duro cuadro de COVID-19.
Toro fue elegida por una mayoría aplastante durante la convención virtual de la U. Con 99,18% de los votos de los convencionistas, la vallecaucana pasará a dirigir las cuerdas del partido por lo menos hasta 2022, año en que se llevarán a cabo las elecciones presidenciales en el país, justas en las que el nombre de Toro ha comenzado a sonar como posible aspirante.
Desde hace unos días se tenía la plena seguridad de que la exgobernadora iba a ser la directora de la colectividad, esta posibilidad cogió más fuerza con la renuncia de Iragorri a la dirección. Solo faltaba la confirmación de este sábado para que se hiciera oficial el nombre de la nueva cabeza del partido nacido hace poco más de 15 años de la mano de Álvaro Uribe.
A pesar de la acogida mayoritaria, la llegada de Dilian Francisco Toro no estuvo libre de controversia. Hace poco más de un mes, un rumor de que la Casa de Nariño ordenó que la exgobernadora fuera la nueva directora de la colectividad causó la salida de dos de los senadores más reconocidos del partido hasta ese momento: Roy Barreras y Armando Benedetti.
Supuestamente esta orden hecha desde presidencia no le gustó a ninguno de los dos senadores. Barreras, que en diálogo con El Espectador dio constancia de la molestia por la supuesta intromisión del gobierno, fue el primero en salir y fue seguido por el senador de la Costa Caribe, que en ese momento no tenía planeada su salida de la colectividad. Incluso, Benedetti tenía entre sus posibilidades hacerle la pelea a la candidatura de Toro.
Por otro lado, varios miembros de la U han negado en varias ocasiones que la candidatura de Dilian Francisca Toro viniera de una orden de presidencia. Hace unas semanas, la representante Norma Hurtado le contó a El Espectador que la idea de que la exgobernadora tomara las riendas del partido vino de un amplio grupo de representantes a la Cámara que la nominaron. Luego, esta idea habría sido acogida por varios senadores, que también le pidieron a la política vallecaucana que aceptara la dignidad.
Cualquiera de las dos versiones sobre los motivos de la llegada de Toro a la dirección del partido, lo cierto es que asume el cargo en uno de los momento de mayor inestabilidad de la colectividad. La pandemia pospuso hasta este sábado el desarrollo de la convención nacional, que estaba planillada para marzo de este año. La tardanza en el desarrollo del evento llevó incluso a que se pusiera en duda la validez de los mandatos de Iragorri y del resto de la mesa directiva.
Además, al interior del partido se ha vivido un ambiente de inestabilidad desde septiembre de 2018, cuando la U se definió como partido de Gobierno. Varios congresistas que están lejos de la postura del Ejecutivo, incluyendo en ese momento a Benedetti y Barreras, le pidieron a las directivas que se declararan como independientes, pero no fue así. Desde entonces ha existido un duro choque entre gobiernistas y oposición.
La salida de Roy Barreras y Armando Benedetti fue el culmen de esta disputa, sin embargo, aún quedan varios senadores y representantes que no se identifican con el Gobierno. Toro tendrá que ejercer su dirección entre una bancada que cada vez se acerca más al presidente Iván Duque y otra que está en contra de las posturas de Gobierno.
El perfil de Dilian Francisca Toro
Conocida como la baronesa del Valle del Cauca, lleva desde 1984 en las lides políticas. La nacida en Guacarí fue concejala (1984-1988) y alcaldesa de dicho municipio (1992-1994), para luego pasar a la Secretaría de Salud del Valle. En el 2000 se lanzó a la gobernación de su departamento por el Partido Liberal, pero perdió con Germán Villegas.
De allí pasó al Senado en 2002, por los liberales, para luego hacerse elegir en 2006 por el Partido de la U. Desde entonces ha sido una de las mujeres fuertes de la colectividad, tanto que en 2010 tuvo la segunda votación más grande del Congreso. En 2012 fue detenida de forma preventiva al enfrentar un proceso de lavado de activos, pero en 2013 renunció a su curul y fue liberada. Pasaron 5 años para que la Corte Suprema precluyera dicho proceso.
En 2015 se lanzó a la gobernación del Valle del Cauca, cargo al que llegó sin mayores complicaciones. Tanto fue su poderío en el departamento que varios políticos de su línea llegaron a las distintas alcaldías de la región. Después de su mandato, a Toro la siguió Clara Luz Roldán, que también sería de su casa política. Después de estar casi un año fuera del poder, el Partido de la U la escogió como nueva directora y desde ya su nombre suena entre el sonajero de posibles candidaturas para las presidenciales de 2022.