Mucha indignación ha generado la revelación de un contrato interadministrativo por $ 1.550 millones entre la Gobernación de San Andrés, Providencia y Santa Catalina y la Empresa de Servicios Púbicos de Sabaneta E. S. P. que tiene como objeto la prestación de servicios para la instalación y operación del alumbrado navideño en la isla para el 2020.
Según el documento —que tuvo el visto bueno del gobernador encargado Alen Leonardo Jay Stephens, quien aparece como parte del contrato, y de la secretaria general Martha Patricia Moreno—, el objeto del contrato “involucra el arrendamiento, transporte, instalación, operación, montaje y desmontaje del alumbrado navideño bajo cuenta, riesgo y total autonomía del contratista”.
Señala, además, que se pagará en dos partes de 40 % y 60 % y el término de duración, es decir, el plazo para su ejecución, es el 31 de diciembre de 2020.
La denuncia la hizo el representante César Lorduy, de Cambio Radical, para quien es, por lo menos, inoportuna la contratación de un alumbrado navideño en una isla que ha sido devastada por el paso del huracán Iota en las pasada semanas.
Vea el contrato completo
“Hace un día, la Defensoría del Pueblo le informó al país que todavía existían cientos de habitantes de San Andrés, en especial de Providencia y Santa Catalina, recorriendo las calles en busca de un lugar en donde poder dormir. Incluso, buscando alimento y algunos elementos que les permitieran satisfacer necesidades superbásicas”, comentó el congresista.
Para Lorduy, la ayuda que ha llegado desde el Gobierno Nacional no ha sido suficiente, sin embargo, se destinaron recursos para el alumbrado. “A pesar de la escena de dolor y llanto que tiene las imágenes de los medios de comunicación, el gobernador decide, en vez de atender lo que los isleños solicitan con lágrimas en los ojos, invertir 1.550 millones de pesos en un contrato para poner unos bombillos”.
Y agregó: “Yo creo que hay que tener una coraza para no sentir el dolor y las lágrimas de sus coterráneos y, en el caso de sentirlas, ignorarlos y ofenderlos. La mejor Navidad que pueden tener los isleños no es la que les puedan proporcionar unas luces, sino tener elementos para alimentarse y muchas más tejas, carpas, y lugares en donde resguardarse y poder dormir”.
“Me imagino que deben ser unas luces supremamente espectaculares porque, hasta donde llega mi información, Bogotá gastó tres mil millones de pesos en un alumbrado para ocho millones de personas, y allá gastan 1.550 millones de pesos en donde hay unos 70.000 habitantes”, concluyó.
El Espectador intentó obtener una explicación por parte de la Gobernación de San Andrés sobre esta contratación, sin embargo, hasta el momento de esta publicación no ha habido un pronunciamiento oficial por parte de la autoridad local.