El mapa político que se estrena: retos y expectativas

Posesionados los nuevos mandatarios recién arrancan desafíos que trascienden temas tradicionales de gobernabilidad, como el manejo del paro y la reivindicación de fuerzas independientes.

-Javier González Penagos / Twitter: @Currinche
02 de enero de 2020 - 01:00 a. m.
Cómo los mandatarios asuman las protestas derivadas del paro y trabajen con el Gobierno Nacional en el tema influirá en su percepción y aceptación, según expertos. / Mauricio Alvarado
Cómo los mandatarios asuman las protestas derivadas del paro y trabajen con el Gobierno Nacional en el tema influirá en su percepción y aceptación, según expertos. / Mauricio Alvarado

Este miércoles Colombia presenció la inauguración de un nuevo mapa político; sin embargo, a diferencia de hace cuatro años —cuando se decía que los mandatarios recién posesionados tenían como común denominador, entre otras, la tarea de implementar el Acuerdo de Paz con las Farc y avanzar en el posconflicto—, hoy no se vislumbra un gran tema que logre cohesionar los desafíos de los nuevos gobernantes.

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Con todo, ello no implica que no haya problemáticas y temas que los aproximen. Quizás uno de los más inmediatos es el vigente paro nacional y la forma como alcaldes y gobernadores atenderán (en materia de orden público, por ejemplo) las diversas protestas que se reactivarán antes de concluir enero.

En este contexto, no se puede perder de vista el plazo que puso el presidente Iván Duque para concluir su denominada Conversación Nacional: el 15 de marzo, cuando se espera que se haya construido una agenda de propuestas para atender el estallido social. Lo anterior, implica que al menos el tercer trimestre del año que recién arranca pinta complejo para la construcción de esa hoja de ruta que, dijo en su momento Duque, “acelere la tarea de cerrar las brechas sociales”.

Incluso, de acuerdo con Carlos Arias, consultor en comunicación política y profesor del Externado, el descontento frente a las medidas del Ejecutivo se podría reavivar después del próximo puente festivo de Reyes, una vez pasada la efervescencia de las fiestas de Navidad y año nuevo.

“El manejo que los gobernantes locales les den a las inconformidades y demandas que originaron el paro es un punto neurálgico del primer trimestre. Más, si se tiene en cuenta, que en ese periodo el presupuesto aún está amarrado a la ejecución de los gobernantes anteriores”.

Para Yann Basset, director del Grupo de Estudios de la Democracia de la Universidad del Rosario, la influencia del paro se evidenciará, sobre todo, en las grandes capitales; de allí el desafío también para el Gobierno Nacional frente a la búsqueda de apoyos en las ciudades. “Hay que articular a los alcaldes en esta tarea: que jueguen un papel para interpretar a la ciudadanía que se manifiesta y que no depende de organizaciones clásicas, sino que se trata de un descontento espontáneo”, sostuvo.

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A su turno, el profesor universitario y analista político Mauricio Jaramillo advierte que el reto de atender el paro se acentúa además para los gobernantes considerados de centro-izquierda (como los de Medellín, Santa Marta y Bogotá), pues han estado impulsando las protestas y han insistido en solicitudes como el desmonte o la reforma del Esmad, una unidad policial que estarían llamados a activar, pese a sus reparos.

Sin embargo, insiste en que, si bien el reto es compartido por los alcaldes y son responsables del éxito o fracaso de la Conversación, el desafío es mayor para el Estado. “Por supuesto, Daniel Quintero en Medellín o Claudia López en Bogotá no podrán solucionar el tema pensional, echar para atrás la reforma tributaria ni contarán con algún tipo de competencia para promover los acuerdos de La Habana; pero también van a tener que responder al reto”.

Posconflicto y la influencia de los alternativos

Basset y Jaramillo coinciden en que los temas de la paz y el posconflicto no se pueden ignorar y siguen presentes en la agenda de los mandatarios, en particular en aquellas regiones que siguen siendo afectadas por el conflicto y la violencia. Es decir, mientras el paro será un desafío de orden mayoritariamente urbano, problemáticas como la violencia y la pobreza se sentirán más en el ámbito rural. “Ya no hay una lectura nacional de problemáticas homogéneas. Cada ciudad tiene sus propios desafíos”, dice Basset.

Para el director del Grupo de Estudios de la Democracia, otro aspecto que no puede pasar por alto y que será un reto de largo plazo es la reivindicación y el fortalecimiento de la gobernabilidad de alcaldes y gobernadores alternativos: aquellos que se hicieron elegir sin estructuras políticas tradicionales o grandes clanes, de talante divergente y pertenecientes a movimientos independientes.

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“El reto es encontrar una nueva forma de gobernabilidad que sea eficaz y les permita gobernar, sabiendo que muchas veces son nuevos y derrotaron fuerzas políticas tradicionales. Pero eso no quiere decir que esos grupos den un paso al costado, pues siguen teniendo mucha fuerza en los concejos. Es decir, tenemos alcaldes de opinión, pero que necesitan encontrar una forma de organizarse con esas estructuras”, declaró.

Arias concluye, por su parte, que la inclusión de miradas diferentes sobre lo que significa la política será un tema de polarización que seguirá afectando la gobernabilidad de muchas ciudades “y la generación de consensos frente al desarrollo de políticas públicas en beneficio de todos los ciudadanos, independientemente de las ideologías”.

El reto para los gobernantes apenas comienza y si bien son diversos los matices para enfrentar las problemáticas, los mandatarios tendrán que aplicar nuevas e innovadoras fórmulas en materia de gobernabilidad. Eso sí, a tono con una opinión pública que insiste en hacer demandas de toda índole, combinadas con el creciente descontento ciudadano.

Los nuevos mandatarios en cifras

1.101 alcaldes tomaron posesión de sus cargos ayer, así como 32 gobernadores, 1.101 concejos municipales, 32 asambleas departamentales y 1.040 juntas administradoras locales.

23 Son los gobernadores en Colombia que en las pasadas elecciones del 27 de octubre fueron avalados por coaliciones entre candidatos y movimientos políticos.

134 son las mujeres que se posesionaron para llevar las riendas de una alcaldía. Sin embargo, Solo dos llegarán a gobernaciones: Clara Luz Roldán en Valle y Elsa Noguera en Atlántico.

23 personas LGBT resultaron electas en las votaciones regionales de octubre pasado. Se trata de la cifra más alta en la historia de Colombia.

 

Jgonzalez@elespectador.com

Por -Javier González Penagos / Twitter: @Currinche

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