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Las elecciones presidenciales en un país dan apertura a un escenario de incertidumbre, pues es claro que todos los candidatos tienen dentro de sus programas propuestas que buscan el beneficio y bienestar de los habitantes del país, pero que a la vez generan controversia entre sus seguidores y oponentes.
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Los programas de los candidatos incluyen temáticas que trabajarán durante los cuatro años que dura su mandato y que marcarán la ruta del desarrollo y transformación integral de la nación. La economía, el empleo, el turismo, la agricultura, la seguridad y la educación, son algunos de los temas en los que trabajarán.
Quiero detenerme a hablar de este último, ya que es uno de los aspectos que más influye en el desarrollo y evolución de un país. Los mismos estudios e investigaciones han demostrado a través de la historia que los países con mayor índice de evolución, avance, desarrollo y estabilidad, son los que destinan la mayoría de sus esfuerzos, recursos y atención en educación. Conociendo la importancia de la educación en un país, es pertinente destacar que algunos candidatos le abren un espacio en sus planes de gobierno y es allí donde quiero hacer énfasis. Es un breve análisis objetivo que permite conocer qué proponen los tres candidatos con mayor relevancia en el debate público y qué importancia le dan a este tema.
Antes de iniciar quiero aclarar que mi intención no es destacar o demeritar al uno o al otro. Esto es netamente un ejercicio que resalta lo planteado frente a la educación en cada propuesta y hacer un comparativo frente a lo que vive nuestro país en términos de las ineficiencias del sistema educativo.
Voy a empezar con Sergio Fajardo Valderrama, candidato de la Coalición Centro Esperanza, quien busca promover el acceso a la educación a través de programas culturales, deportivos y académicos. También propone asegurar la jornada única nacional, acompañada de la modernización de la infraestructura escolar, suficientes docentes, alimentación y transporte adecuados para la comunidad educativa.
Fajardo quiere impulsar la educación rural, con el cierre de las brechas digitales entre las regiones y la apropiación de herramientas tecnológicas. De igual manera, propone que la educación pública sea gratuita a través de estímulos, becas y créditos. Por otro lado, plantea fortalecer el sistema de ciencia y tecnología, crear una política centrada en incrementar la productividad, la innovación y la competitividad.
Por su parte Federico Gutiérrez Zuluaga, del Equipo por Colombia, propone reducir la deserción, extender la jornada única, ampliar los niveles de formación técnica y tecnológica del SENA apoyados en la modalidad virtual. En educación superior, contempla mejorar el acceso en un 12 % y promover la gratuidad para los jóvenes y comunidades étnicas de estratos 1, 2 y 3. Además, quiere ofrecer becas y estímulos a 400 mil estudiantes a través del Programa Generación E, la U para todos y alianzas con el sector privado y empresarial. En esta misma perspectiva, plantea la transformación del ICETEX.
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Por otra parte, contempla medidas para mejorar la calidad de la labor docente, a través de la creación del Sistema de Desarrollo Profesional Docente y la creación de Centros de Innovación del Maestro en las diferentes regiones del país. También apunta a impulsar la inversión en I+D con énfasis en recursos en Ciencia, Tecnología e Innovación en torno a las cinco misiones y ocho líneas estratégicas sugeridas por la Misión de Sabios.
Por último, Gustavo Petro Urrego, del Pacto Histórico, busca incrementar el presupuesto de la educación pública, ampliando y modernizando la infraestructura, las redes y la tecnología. Propone reducir la relación de número de estudiantes por profesor y aula, y ampliar la cobertura de la educación primaria, básica y media, en todo el país, promoviendo el aprendizaje, la investigación, la cultura y el deporte.
En cuanto a la educación superior, propone un millón más de estudiantes integrados al sistema de manera gratuita, resaltando la labor central del SENA. Destaca la ampliación de oportunidad de acceso a bachilleres de población campesina, afrodescendiente, indígena y de territorios vulnerables. También quiere focalizar esfuerzos para asegurar la permanencia en la ruta formativa del estudiante, desde la primera infancia hasta el nivel superior, acompañados de programas de alimentación, transporte escolar, apoyos económicos, entre otros.
Todas las anteriores propuestas evidencian que los candidatos quieren darle continuidad a los programas que en la actualidad se ejecutan; la diferencia puede estar dada por las métricas o indicadores que se trace cada uno en sus planes estratégicos. Esperaría que los debates previos a las elecciones sean un buen escenario de discusión, claridad y, por qué no, de replanteamiento para darle a la educación el espacio y protagonismo que se merece.
* Vicerrector Académico Fundación Universitaria San Martín