Las cúpulas de los partidos Alianza Verde, En Marcha y Alianza Social Independiente (ASI) cocinan a fuego medio un acuerdo para llegar unidos a las urnas el próximo 8 de marzo. Carlos Amaya, Juan Fernando Cristo y Berenice Bedoya son los tres alfiles de cada colectividad que tienen la voz cantante en las conversaciones y parecen estar dispuestos a jugar todas sus cartas para conformar la coalición, sumar 15 o más curules en el Senado y, de paso, salvaguardar sus personerías jurídicas.
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Según conoció este diario, el trato avanza a buen ritmo y el próximo lunes la Alianza Verde y En Marcha, a la espera de un par de reuniones para llegar a un acuerdo final con ASI, harán el anuncio oficial; sin embargo, en el panorama aparecerán los pulsos en el interior de una de las bancadas, la de la Alianza Verde, que nuevamente tendrá que enfrentar la división entre el sector petrista y el de los independientes y opositores.
En este partido, el poder efectivo está en manos de los más cercanos a Petro y la mayoría apunta a Amaya, gobernador de Boyacá, como el nuevo hombre fuerte de la colectividad y puente con el Ejecutivo. La salida del partido de una figura como Claudia López y los líos judiciales que enredan a Carlos Ramón González le abrieron la puerta al mandatario local para tomar las riendas de un amplio sector del Verde que, según los mismos congresistas, es capaz de definir el rumbo electoral del partido, al menos en las elecciones legislativas.
Amaya tiene a varios alfiles en el Congreso, como a la senadora Carolina Espitia y el representante Jaime Raúl Salamanca, quien demostró su lealtad al Ejecutivo como presidente de la Cámara en la pasada legislatura. El gobernador sigue de cerca los diálogos con los otros dos partidos e incluso, según voces del Capitolio, ya se mueve para impulsar la candidatura al Senado de su hermano, Jhon Amaya. A todo esto se suma que es él quien tiene relación con varias cuotas de representación en entidades como el Instituto Colombiano Agropecuario, el Sena, el Fondo Paz, entre otras.
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Con este panorama, quienes se sienten perdedores son los legisladores críticos del Gobierno, combo en el que entran figuras como Angélica Lozano, “Jota Pe” Hernández, Katherine Miranda, Catherine Juvinao, entre otros. Varios ya han levantado su voz de protesta contra las directivas porque, según dicen, los están obligando a hacer campaña en una lista con quienes han defendido a Petro y sus apuestas. “Con qué cara vamos a pedir votos estando junto a ellos”, dijo una de las legisladoras de la esquina opositora.
Varios en este sector van más allá y aseguran que el objetivo de fondo de quienes apoyan la creación de esta fuerza tripartita es aterrizar en la campaña presidencial bajo la sombrilla del “frente amplio” que pidió el presidente Gustavo Petro. El gobernador Amaya conoce esta iniciativa, pues el tema de conversación estuvo en la mesa de las reuniones que tuvo este año con el mandatario, en las que incluso estuvo en juego una posible renuncia a la Gobernación de Boyacá para entrar en la carrera presidencial, movida que al final no se concretó.
A esto se suma que Roy Barreras, exembajador en Reino Unido, quien también ha sostenido varios encuentros políticos con el jefe de Estado, está tanteando sus opciones de sumarse a la coalición de la Alianza Verde y En Marcha. Según algunos congresistas de la primera colectividad, Barreras ya ha hablado de números en la lista para la Fuerza de la Paz y ha planteado una cumbre presencial con los jefes de los partidos.
En medio de este escenario, algunos verdes de oposición han dicho que podrían no presentarse a las elecciones para evitar ser relacionados con el petrismo, pero lo cierto es que ninguno lo sostiene públicamente e incluso sus compañeros no creen que estén dispuestos a abandonar la curul y, en algunos casos, la opción de saltar de la Cámara al Senado.
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“No sabemos qué van a hacer, pero si son tan verracos, que renuncien; yo no los creo capaces”, aseguró un senador que hace parte de las negociaciones de la coalición. Así las cosas, en la esquina independiente del partido aseguran que, tras aceptar que los oficialistas son más, su opción sería impedir que los obliguen a votar por el “frente amplio” en las presidenciales, para lo cual lucharán por la libertad de voto en las siguientes reuniones del comité ejecutivo nacional del partido.
“Tenemos que dar la lucha hasta el último momento. Nosotros tenemos más o menos de acá a noviembre para determinar cuál va a ser el rumbo del partido. Yo insisto en que todos los congresistas debemos respetarnos, porque dentro del Verde siempre se han respetado las diferencias y las minorías. Por ejemplo, me alegro mucho de que mi partido, a pesar de que tenga mayorías petristas, jamás haya aplicado una ley de bancadas. Por eso, yo sí espero que nos den la libertad”, aseguró la representante a la Cámara Katherine Miranda.
Por los lados de En Marcha están convencidos de que la unión con los verdes y otras fuerzas de centro es la garantía para mantener vigente al partido, esto mientras el exministro Juan Fernando Cristo intenta rescatar la personería jurídica en su pelea contra el Consejo de Estado. En cuanto a las presidenciales, también ven con recelo la llegada al “frente amplio” de figuras como Daniel Quintero o Alfredo Saade y sus propuestas de cerrar el Congreso o impulsar una constituyente, pero señalan que por ahora esa es la opción de alianza más viable para el centro.
“Hemos conversado con mucha gente en las regiones que ha planteado la posibilidad de que presentemos el nombre en las presidenciales. No hay una decisión final. Creo que vendrá después de que se celebren las consultas internas del 26 de octubre y el panorama quede mucho más claro para tomar decisiones. En cualquier caso, lo que decida en esta materia y el camino que emprendamos tiene que ir precedido de un gran acuerdo programático con fuerzas políticas con las que decidamos participar y competir en las elecciones del año entrante”, aseguró Cristo.
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Otra razón para sumar más incertidumbre a este sector de centro es que, hasta el momento, ninguno de las fichas presidenciales afines a sus visiones parece estar dispuesto a formar alianzas en las consultas de marzo. Sergio Fajardo, que hace cuatro años fue el candidato de una coalición similar, Centro Esperanza, iría solo hasta la primera vuelta, mientras que Claudia López genera reticencias en todas las orillas. Juan Manuel Galán, también catalogado como precandidato de centro, ha tenido más acercamiento con la centroderecha y podría terminar en la consulta de los partidos tradicionales.
Los detalles de la apuesta Alianza Verde - En Marcha para las legislativas se conocerán el lunes y seguramente serán el pistoletazo para que otras fuerzas de centro se sumen o se muevan para reaccionar a las campañas de izquierda y derecha que ya están completamente lanzadas: de un lado, un Pacto Histórico que quiere definir sus listas el próximo 26 de octubre al tiempo que el presidente Petro habla de constituyente y, del otro, con un Centro Democrático que espera incluir en el tarjetón a su jefe natural y uno de los políticos que más votos podría jalonar, el expresidente Álvaro Uribe.
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