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El gobierno del presidente Iván Duque no da su brazo a torcer y todo indica que, sea como sea, Claudia Sofía Ortiz Rodríguez será la nueva presidenta de la Agencia de Desarrollo Rural (ADR). La Casa de Nariño publicó por segunda vez la hoja de vida de la abogada, en la que se pueden constatar algunas modificaciones en comparación con la que fue publicada inicialmente.
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Por ejemplo, esta vez no aparece la declaración juramentada ante notaría de su presunta experiencia como asesora en la estructuración de proyectos con énfasis en desarrollo rural y asistencia técnica, de 2005 a 2018. Sin embargo, sí se consigna su labor en “apoyo y aporte profesional” a una asociación de pequeños productores de panela y miel, no dice cuál, y también como asesora de la hacienda La Zambera. Los dos casos en el municipio de Otanche, Boyacá, de donde es oriunda.
Por otra parte, en esta nueva hoja de vida, Ortiz tiene más de 19 años de experiencia laboral en el sector público, privado e independiente, mientras que en el anterior currículum aparecía con 27 años. Y se le cuentan ahora 19 empleos, cuando antes sumaban 12.
La polémica en torno a la abogada boyacense viene desde hace mes y medio, cuando su nombre sonó para ser nombrada en la dirección de la Unidad Nacional de Protección (UNP) y desde diferentes sectores de la sociedad civil expresaron su rechazo a esa posibilidad, debido a que resultó siendo una furibunda tuitera, que en más de una ocasión hizo ácidas críticas al proceso de paz, al expresidente Juan Manuel Santos o a los miembros de las desmovilizadas Farc. Al final el Gobierno declinó esa postulación.
Ahora, como candidata a la presidencia de la Agencia de Desarrollo Rural (ADR), los cuestionamientos tienen que ver con que, al parecer, no cumple con los requisitos establecidos en el manual de funciones del cargo, que exigen “un título de posgrado en modalidad de maestría en áreas relacionadas con las funciones a desarrollar”. La Secretaría General del Ministerio de Agricultura pidió explorar la opción de que, ante la falta del posgrado, se pudiese homologar la experiencia laboral de Ortiz.
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Tanto la primera como la segunda hoja de vida son claras en que su formación es solo universitaria, sin especialización, ni maestría, menos doctorados. Ante la falta de títulos, Ortiz resolvió ir a una notaría a declarar bajo la gravedad del juramento que desde el año 2005 hasta el 2018, prestó servicios de asesoría en la estructuración de proyectos con énfasis en desarrollo rural y asistencia técnica. Lo curioso era que en la declaración ella nunca dice dónde, ni cuándo, ni con quién.
Ahora aparece esta segunda hoja de vida. Y ya la Procuraduría General de la Nación delegó a Juan Fernando Gómez Gutiérrez, procurador auxiliar para asuntos disciplinarios, para que estudie el caso, claro, en caso de que se concrete el nombramiento. Algo en lo que, por lo visto, sigue empeñado el presidente Duque.
Por * Redacción Política
