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Si todo sale como lo planeado, este lunes Gustavo Petro, senador y precandidato presidencial, se reuniría con Pedro Sánchez, presidente de España. El encuentro se da en el marco del lanzamiento de su campaña internacional, que comenzó en Barcelona. Hasta ahora, Petro sería el único postulante a la Casa de Nariño que se reúne con un primer mandatario.
Si todo sale como lo planeado, este lunes Gustavo Petro, senador y precandidato presidencial, se reuniría con Pedro Sánchez, presidente de España. El encuentro se da en el marco del lanzamiento de su campaña internacional, que comenzó en Barcelona. Hasta ahora, Petro sería el único postulante a la Casa de Nariño que se reúne con un primer mandatario.
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El líder de izquierda, que hace parte del Pacto Histórico,, sostuvo una conversación con Ada Colau, alcaldesa mayor de Barcelona. En esa visita, afirmó que el servicio diplomático de Colombia, en caso de que el Pacto Histórico gane las presidenciales, no tendrá embajadores “que tienen laboratorios en sus fincas o de los que exportan bananos mientras masacran a sus trabajadores en la plantación”.
Agregó que: “la prioridad de todo el servicio diplomático que se nombre, la mayoría de carrera diplomática, será antes que nada garantizar los derechos fundamentales de los colombianos y las colombianas en los países en los que han decidido alojarse”. En su gira, Petro también presentó a los candidatos por la curul en el Congreso de los colombianos en el exterior. Karmen Ramírez, Natalia Munévar y Gener Usuga, son las opciones del Pacto Histórico.
En su reunión con el gobierno de España, sostendrá encuentros con la ministra del Trabajo y Economía, Yolanda Díaz, Ione Belarra, ministra de derechos sociales y, por supuesto, con el presidente Sánchez. También visitará a Felipe González, exprimer mandatario español. Además, espera consolidar relación con la izquierda madrileña.
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Ahora, más allá de los temas de los que hablará con el gobierno español, la visita a Madrid es clave porque en su agenda está una reunión con el empresariado. El precandidato busca espantar los miedos de los empresarios en el país europeo, que existen por cuenta de los argumentos de los partidos de derecha en Colombia sobre posible expropiación en caso de que quedara de presidente.