La abstención fue igual en la primera y segunda vuelta presidencial

Gustavo Torrijos - El Espectador

En la primera vuelta presidencial Colombia tuvo una victoria histórica: por primera vez desde 1999, la cantidad de personas que participaron en las votaciones superó al abstencionismo. Esa vez, el 53,36 % de los votantes habilitados asistieron a las urnas, es decir, 19’628.564 colombianos. Y la historia se repitió en la segunda vuelta. El momento para decidir el nuevo presidente del país convocó a 36.783.940 personas y 19.505.218 cumplieron la cita, el 53.04 %.  

Con una votación de 10.373.080 votos Iván Duque, candidato por el Centro Democrático, es el nuevo presidente de Colombia. Su contendor, Gustavo Petro de la Colombia Humana 8.034.189 votos.

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En esta segunda vuelta en Bogotá votaron el 62,64 %, en Antioquia el 54,72 %, en Atlántico el 43,16 %, en Cundinamarca 63,17 %, %. La distribución de los votos en el país es bastante desigual. Mientras que en las grandes capitales se situó entre el 50 y el 60% de la gente, en algunas regiones no superó ni el 40%. Las votaciones más bajas se registraron en San Andrés con 31,53%, Vichada con el 33,11 %, La Guajira 37,11 % y Vaupés 37,40 %. En contexto: Antioquia, bastión del uribismo

Además de la apatía, la baja participación en las regiones periféricas también podría relacionarse con la dificultad para acceder a puestos de votación. De hecho, de acuerdo con cifras de la MOE, en 360 municipios del país es difícil acceder a los puestos de votación, con trayectos que pueden alcanzar hasta las seis horas. 

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Los grandes abstencionistas de las elecciones presidenciales fueron los colombianos en el exterior. Según la Registraduría Nacional 1.376.071 personas estaban habilitadas para votar fuera del país, pero solo se acercaron a las urnas 259.055 el 18,82%.

¿Quiénes no votan?

Todo parece indicar que los más jóvenes son los que  menos votan. Según Barómetro de las Américas, seis de cada 10 jóvenes dicen no confiar en las instituciones democráticas; siete de cada 10 piensan que a los gobernantes no les interesan sus opiniones;  y sólo el 25% dice confiar en el Congreso. Esto genera un panorama en el que sólo cuatro de cada 10 jóvenes en el país sale a votar.