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El Congreso está a una semana de reanudar labores tras un mes de receso legislativo y las dudas sobre qué va a ocurrir en las sesiones vuelven a estar sobre la mesa. El fallo de la Corte Constitucional sobre el artículo 12 del 491 de 2020, con el que el gobierno habilitaba a las sesiones virtuales, reactivó la discusión sobre la viabilidad del Congreso a través de plataformas digitales.
Más allá de la incógnita entre sesiones presenciales o virtuales, que no parece tener solución a menos de una semana del 20 de julio, la vacancia del Congreso ha estado marcada por las luchas para ocupar la presidencia de las dos cámaras. Aunque desde hace unos meses dichos cargos parecían tener un dueño seguro, bajo los acuerdos a los que llegan en la primera legislatura los partidos mayoritarios, ahora hay una pugna por ellos. Tanto al interior de los partidos que les corresponde las dignidades como partidos externos se han movido para cambiar lo acordado.
El primer caso es el del senador de Cambio Radical Arturo Char, que todos apuntaban como el seguro presidente para la legislatura 2020 II- 2021 I. Al representante de la familia Char en el Congreso su partido lo escogió como el senador que asumiría la presidencia en el momento que les tocara. Sin embargo, el caso de Aida Merlano ha puesto en duda su mandato.
La Corte Suprema llamó al político barranquillero a versión libre el pasado 7 de julio por los hechos de corrupción electoral denunciados por la exrepresentante Aida Merlano. Según la hoy capturada en Venezuela, miembros de la casa Char participaron en el entramado de compra de votos en la costa Atlántica y en el plan de escape que la sacó de prisión.
Ante la posibilidad de tener un presidente procesado por el alto tribunal, al interior de Cambio Radical se habría vivido una guerra civil silenciosa para que se retirara su candidatura. Como lo contó este diario hace unas semanas, el ala del exvicepresidente Germán Vargas Lleras se habría enfrentado con los Char y sus adeptos para frenar el nombramiento de Arturo Char.
Varios congresistas afines a la familia dueña de los supermercados Olímpica aseguraron que Vargas Lleras y sus cercanos habrían ejercido una presión indirecta para que la colectividad desistiera de los acordado en enero y se le entregara la presidencia a otro miembro del partido que no fuera el cuestionado senador: “Hay personas que quieren que a Arturo le vaya mal para que ellos puedan ascender. Eso es natural en la política”.
El choque no habría sido frontal, sino bastante velado, y estaría fundamentado en el argumento de que la presidencia de Arturo Char, cuestionada por las pesquisas de la Corte Suprema, podrían afectar aspiraciones de su hermano, el exalcalde Alejandro Char, para llegar en 2022 a la Casa de Nariño.
El ala vargasllerista de Cambio Radical estaría intentando que la familia barranquillera retirara sus fichas para poner a Germán Varón Cotrino o Rodrigo Lara, aunque ambos lo niegan y aseguraron apoyar de forma irrestricta a Arturo Char. No obstante, tras la revelación de esta información, el partido Cambio Radical sacó un comunicado en el que expresó su apoyo irrestricto a Arturo Char.
Germán Córdoba, director del partido, ratificó el 17 de junio que la colectividad está unida respaldando la candidatura del senador Arturo Char para que asuma la presidencia del Senado en el nuevo periodo. Incluso recordó que en dos oprtunidades Cambio Radical ha mostrado su apoyo irrestricto al político barranquillero.
En medio de los rumores de división en Cambio Radical, la Alianza Verde ha buscado aprovechar las dudas sobre el senador Char para no tener en cuenta lo acordado en 2018 y hacerse ellos con la presidencia del Senado. Para este fin propusieron al senador Iván Marulanda como alterativa.
“Elegir una persona que investiga la Corte Suprema de Justicia por graves hechos de corrupción electoral, con desempeño nulo en el Senado y sin ninguna capacidad ni disposición para garantizar el control político al Gobierno Nacional, sería nefasto para la ética pública y la democracia en los momentos dramáticos por los que atraviesa el país”, reza un comunicado con el que lanzaron la candidatura del senador país.
La Alianza Verde, que no hace parte de los acuerdos de 2018 para repartirse los cargos, aseguró que un presidente del Senado debe ser una persona con las más altas calidades éticas, una condición que no tendría Char. “La lucha contra la corrupción, la garantía de independencia respecto al poder Ejecutivo y un compromiso indiscutible con la paz, la renta básica y las medidas en materia de salud pública en medio de la pandemia” son condiciones que debe tener el próximo presidente del Senado, señalaron los verdes.
La propuesta ha tenido gran acogida en redes sociales. Allí se ha impuesto el nombre de Iván Marulanda en sondeos y en encuestas virtuales. No obstante, Char tiene todas las de ganar ya que tiene detrás el fuerte andamiaje de Cambio Radical y unos acuerdos que previos que han sido difíciles de incumplir históricamente en el Congreso.
Si por Senado llueve, en Cámara no escampa
Según los acuerdos de 2018, a los conservadores les tocaba la presidencia de la Cámara en 2020. En medio de estos acuerdos se eligió en febrero al representante Germán Blanco como el designado para ocupar este cargo. Sin embargo, el nombre de Armando Zabaraín estaría sonando también para el segundo cargo más importante del Congreso.
El pasado viernes la bancada azul se reunió para definir el nombre del próximo presidente de la Cámara y el nombre de Zabaraín habría figurado por encima del de Blanco. No obstante, desde el Partido Conservador se emitió un comunicado en el que se reafirmó el compromiso con Germán Blanco para que asuma la presidencia. La supuesta división entre los conservadores solo se aclarará este 20 de julio, cuando la Cámara en pleno vote por su nuevo presidente.
Además de la presidencia, las disputas en esta corporación también se estarían dando por la dirección administrativa de la Cámara. Este cargo le pertenece por los acuerdos al Partido de la U, que se lo entregó en 2018 a Carolina Carrillo. Sin embargo, esta no continuará allí por sus aspiraciones a la Defensoría del Pueblo.
La salida de Carrillo desató una dura pelea que llevó el secretario general de la U, Álvaro Echeverry Londoño, a abrir una convocatoria para que “todos los militantes” interesados en ocupar el cargo hicieran su postulación. Sin embargo, el choque se centraría en dos nombres principalmente Laura Dallos, una bumanguesa que ha sido descrita como la ficha de la saliente directora, y John Abuid Ramírez, exalcalde del municipio de Girón, Santander.
Sobre Dallos se ha dicho que es familiar de Carrillo, pero la candidata desmintió esta información: “No tengo vínculo familiar con la directora de la Cámara de Representantes, lamento que se divulgue una información sin sustento probatorio alguno”. Por otro lado, Ramírez pasó a ser conocido cuando era alcalde por contratar a Pasabordo y Silvestre Dangond para la fiesta de 15 años de su hija. Este contrato tenía un valor de más de $400 millones, una cifra difícil de costear por un alcalde de un municipio del nivel de Girón. No obstante, Dangond aseguró que había sido un regalo y que el alcalde solo asumió tiquetes y hospedaje de los músicos.
Apenas queda una semana para el comienzo de una nueva legislatura y la pelea por las dignidades del Congreso están en su recta final. Mientras que hay puestos como las secretarías que están más que seguros, las presidencias están duda. Solo hasta el 20 de julio se conocerá qué pasará con los dos cargos más importantes del Congreso.