Misael Pastrana Borrero: un expresidente de la Asamblea Nacional Constituyente

Misael Pastrana Borrero

Foto: Archivo

Misael Pastrana Borrero fue presidente de Colombia entre 1970 y 1974 y es conocido en la historia política del país como el último presidente del Frente Nacional, aquel pacto que pudo ponerle, al menos en los altos círculos del Estado, una pausa a la violencia que durante décadas protagonizaron conservadores y liberales. Fue elegido como constituyente en 1990, como cabeza del Partido Conservador, sin embargo, renunció a su lugar en la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) de manera sorpresiva casi un mes antes de que esta terminara su mandato.

Los medios de la época calificaron su salida de la asamblea de intempestiva. “Luego de denunciar la ruptura del Estado de Derecho y de criticar de manera severa inclusive al propio presidente, Pastrana renunció a su investidura haciendo uso de un verbo poco usual: resignar”, relató el diario El Tiempo al día siguiente de su renuncia, en junio de 1991. Y varios de sus compañeros de recinto recuerdan que la noticia los dejó frío y que el silencio se apoderó del espacio. Sus motivos tenían que ver con los acuerdos a los que se había llegado en la asamblea sobre la forma de diluir al Congreso de la República: su opción era vía referendo, pero la mayoría buscó un pacto para hacerlo, a cambio de inhabilitar a los constituyentes para aspirar al nuevo Legislativo.

No obstante, Pastrana Borrero siempre destacó la característica que hoy, treinta años después, gran parte de los constituyentes recuerdan: como un escenario casi sui géneris y con cuya probabilidad de ocurrencia en nuestros días es casi cero. Si bien, en entrevistas posteriores a su renuncia, reconoció que muchos de los temas se votaron con un interés partidista, no tenía dudas de que si algo unía a los miembros de la ANC era una voluntad por lograr una gran transformación del país a través de la construcción del reemplazo de una Constitución centenaria, la que sería, de ahí en adelante, el paraguas de todas las normas colombianas.

“Me parece positivo en el sentido de que no se estaba votando salvo en casos excepcionales, con criterio partidista o grupista, sino con el propósito de sacar adelante una Constitución innovadora como marco para unas instituciones modernas”, le comentaba Pastrana a la Revista Semana. Y tampoco escatimó en alabar a sus compañeros. “He admirado la devoción con que los constituyentes y sus asesores y consejeros han trabajado”.

Lo que nunca dejó de lado el expresidente, a pesar de ya no hacer parte de los constituyentes, fue en hacer sugerencias sobre los elementos, sobre todo pragmáticos, que debían dirigir la Carta Magna. “Si no se logra una buena codificación, como es el mecanismo propuesto, va a ser una Constitución de conceptos y normas nuevos, acordes con el momento contemporáneo, pero muy heterogéneos. Le faltaría la unidad conceptual y orgánica qué impone una ley suprema”.

Pastrana siempre reivindicó sus intentos por conseguir la paz con las guerrillas a través de la ANC. Y así quedó escrito tanto en columnas periodísticas como en posteriores declaraciones. “En los momentos en que el país sufrí la ofensiva guerrillera y se manifestaba perplejidad e inercia en los personeros del poder, escribí en El Tiempo un artículo que titulé: “La paz de la Constituyente ¡Ya!”. Al día siguiente, en sesión plenaria, propuse la creación de una comisión coadyuvante de dicho cuerpo”, relataba Pastrana en la revista Análisis Político, de la Universidad Nacional.

Cuenta que, luego de eso, lo que vino por parte de las guerrillas fue una oposición a su idea, pero que, desde el Gobierno, de manera inmediata y antes de que se votara su propuesta, se iniciara una comisión para negociar de manera directa. “Sigo creyendo que la Asamblea (…) no podrá seguir eludiendo el ocuparse de lo que tiene que ver con la paz. Serían muy frágiles las instituciones que se formularan si se mantiene el Estado de Sitio y si la violencia continúa con sus arrolladoras manifestaciones”.