“No somos un símbolo, hemos llegado acá con preparación”: Clemencia Carabalí
La nueva consejera presidencial para la Equidad de la Mujer anuncia que trabajará en materializar las propuestas para el avance de los derechos de las mujeres. “El cambio debe ser real”, dice.
Laura Duarte Sandoval
Desde hace más de treinta años, Clemencia Carabalí se dedica al liderazgo social en el departamento del Cauca, de donde es oriunda y en donde ha trabajado por la defensa del territorio y por los derechos de las mujeres afros. Es compañera de lucha de la vicepresidenta Francia Márquez, de quien es buena amiga.
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Desde hace más de treinta años, Clemencia Carabalí se dedica al liderazgo social en el departamento del Cauca, de donde es oriunda y en donde ha trabajado por la defensa del territorio y por los derechos de las mujeres afros. Es compañera de lucha de la vicepresidenta Francia Márquez, de quien es buena amiga.
Tecnóloga industrial y administradora de empresas de la Universidad Santiago de Cali (Usaca), acaba de ser nombrada por el presidente Gustavo Petro como consejera presidencial para la Equidad de la Mujer y en diálogo con El Espectador habla de las expectativas y los retos a enfrentar.
¿Cómo le tomó la noticia de asumir la Consejería?
La vicepresidenta me dijo que quería postularme e inicialmente le dije que no, porque mi proyecto era apoyar el cambio político desde la campaña. Nunca pensé en obtener un cargo y siempre tuve recelo con la burocracia del Estado; tenía el deseo de quedarme en el territorio, en donde hay mucho por hacer. Sin embargo, para mí también era muy importante que la Consejería hiciera parte de la Vicepresidencia, entonces concertamos con el presidente y acepté.
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Usted es la fundadora de la Asociación de Mujeres Afrodescendientes (Asom), pasa de eso a la dirección de una entidad estatal, ¿qué retos percibe?
Es una experiencia nueva, pero creo que así como aportaba desde las bases, acá también podemos hacer un cambio real. El reto es buscar la ruta que nos permita ser eficientes y poder materializar las propuestas en acciones para el avance de los derechos de las mujeres. Haremos énfasis en disminuir las brechas para las mujeres y trabajaremos por la inclusión.
Con la delegación que hizo el presidente para que esta Consejería trabaje en coordinación con la Vicepresidencia, la idea es lograr la creación del Ministerio de la Igualdad y, en ese caso, no se trata solo de las mujeres, sino también de la población LGTBIQ+, personas en condición de discapacidad, afros, campesinos e indígenas.
Por cierto, ¿qué hace falta para presentar el proyecto de ley que crearía ese ministerio?
La vicepresidenta le presentó al presidente Petro un borrador del proyecto, que era la transformación del Departamento de Protección Social (DPS), pero en el acto de mi posesión, él dio las razones por las que no se creará a partir de allí. Lo que nos compete es revisar y buscar la mejor propuesta, ojalá lo antes posible. Nosotras hemos hablado y estamos en la dirección de sentarnos con nuestros equipos asesores. No puedo decir cuándo estará listo, pero tenemos el compromiso y sabemos que es una de nuestras prioridades.
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Petro ha nombrado mujeres afros e indígenas en cargos del Estado: Vergara, Yagarí, Zalabata. ¿Se está avanzando en la representación de las mujeres y comunidades históricamente vulnerables?
Tenemos un puñado, pero necesitamos más. Nosotras venimos de diferentes territorios y hemos vivido frustraciones y violencias, por lo que debemos promover acciones para incrementar esa representación de la mujer. Dicen que nuestro papel es simbólico, pero yo no lo creo; lo hemos ganado con esfuerzo, preparación y compromiso. Llegar acá ha implicado arriesgar nuestra vida y la de nuestros familiares. Tenemos toda la disposición de seguir aportando, hasta que la dignidad se haga costumbre.
¿Usted es feminista?
Soy una mujer afro y lideresa defensora de los derechos humanos. A veces los feminismos son muy radicales y aunque respeto sus posturas y trabajo por ellas, creo que falta diálogo y entender al otro en la diferencia.
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¿Qué piensa del papel de Francia Márquez en el Gobierno?, ¿cómo vio el decreto de encargo?
Valoro el esfuerzo que ella hizo por ser vicepresidenta, no fue fácil, por la existencia de violencia política y por su condición de mujer negra. La participación política de las mujeres en este país es muy difícil, por eso, esta Consejería tiene que trabajar para mejorar las garantías para las mujeres en el ejercicio político y electoral. Que si Francia está trabajando y que dónde está: tenemos un compromiso no sólo con las ciudades, sino con todo el país y de manera especial con los territorios excluidos. Ella está allá, escuchando a las comunidades. Seguramente la gente no quiere ver lo que está haciendo, pero soy testigo de que está trabajando.
Cada año aumentan los feminicidios y las violencias basadas en género, ¿en qué se debe avanzar para disminuirlas y prevenirlas?
Hay que trabajar en procesos de sensibilización y capacitación, para hombres y mujeres, porque el machismo está tan arraigado que las mujeres ven algunos hechos de violencia como si fueran normales. Por otro lado, está la impunidad: debe haber sanciones efectivas. Si queremos un país en paz, necesitamos garantías para las mujeres.
¿Cómo vio el trabajo de la anterior consejera, Gheidy Gallo?, ¿qué le gustaría cambiar?
Vamos a mantener muchas cosas que se venían desarrollando y queremos fortalecerlas. Hay que hacer alianzas con los distintos sectores para que se garanticen los ingresos económicos para las mujeres. En la Consejería tenemos el fondo Mujer Emprende, que viene de la dirección anterior, también hay que fortalecerlo y revisarlo. Para este gobierno es muy importante la paz, por lo que hay que dar garantías a las mujeres constructoras de paz, eso implica no sólo avanzar en la implementación de los acuerdos, sino también dialogar con los actores armados.