Parapolíticos detrás del poder en Chocó

Aman Alirio Asprilla, apoyado por Cambio Radical y el conservatismo.

Faltan menos de dos meses para las elecciones y pocos reflectores apuntan al departamento de Chocó, donde la situación no puede ser peor. El departamento está en quiebra y el servicio de salud es tan ineficiente que por lo menos 19 niños han muerto por enfermedades prevenibles y curables. Por si fuera poco, el país conoció que les estaban enviando comida podrida a los niños en los colegios. En medio de este panorama, las castas políticas tradicionales luchan por mantenerse en el poder pese a los cuestionamientos.

Son seis los candidatos que aspiran a la Gobernación. Carlos Alberto Palacios, conocido como Domingo, que se inscribió por firmas pero tiene el apoyo de los partidos Liberal y la U, y Aman Alirio Asprilla, apoyado por Cambio Radical y el conservatismo, forman parte de la clase política tradicional. A la lista se suman la exnegociadora en La Habana Nigeria Rentería, que, luego de que los partidos del gobierno le negaran el aval por evidentes intereses políticos, recibió el apoyo de la ASI; Melecio Quinto Arias, avalado por el Centro Democrático; Francisco Abdia Velázquez, de Opción Ciudadana, y Jesús Horacio Moreno, del Polo Democrático.

En este abanico Palacios y Asprilla, apoyados por los partidos de la Unidad Nacional, representan la continuidad en cuerpo ajeno de los cuestionados dirigentes de la región. Palacios es la carta de los Sánchez Montes de Oca, que han tenido a Patrocinio Sánchez Montes de Oca en la Gobernación y la Alcaldía de Quibdó y fue detenido por corrupción. También está Odín, exrepresentante a la Cámara condenado a nueve años por parapolítica, y Astrid, que llegó al Senado y pasó sin pena ni gloria.

Esta aspiración forma parte de un pacto político entre la U y los liberales. El primero pone a Óscar Bernardo Palacios en la Alcaldía de Quibdó y los liberales van por la Gobernación con Domingo.

Las castas están tan enquistadas que el liberalismo en Chocó es denominado “cordobismo”, en referencia al exrepresentante Carlos Alberto Escobar Córdoba, condenado por parapolítica y quien también apoya a Palacios, pese a que dirigentes de la colectividad enviaron una carta al veedor del partido, Rodrigo Llano, pidiendo que no le dieran el aval. El motivo no es de poca monta. Domingo tendría dos sentencias pendientes de revisión por el Consejo de Estado y cuatro procesos abiertos en la Fiscalía.

Asprilla, por su parte, llega de la mano de otro polémico excongresista de Cambio Radical, Édgar Ulises Torres, también condenado por parapolítica. El candidato ha sido contratista del departamento y, según indagó El Espectador, no ha ejecutado con cumplimiento. Detrás de esta aspiración también hay una alianza para repartirse el poder. Mientras Aman Asprilla va por la Gobernación, Isaías Chalá va por la Alcaldía, los dos con el sello de Cambio Radical y el Partido Conservador.

Contra la maquinaria tradicional surge la aspiración de la ex alta consejera para la mujer y exnegociadora de paz en La Habana Nigeria Rentería, que golpeó las puertas de los partidos de la Unidad Nacional, respaldada desde la Casa de Nariño, pero no recibió el aval porque no formaba parte de las componendas políticas. Se inscribió por la Alianza Social Independiente y, aunque su principal problema es no estar arropada por la clase política tradicional, ese es finalmente el argumento de su campaña, una propuesta de cambio para sacar a Chocó de la crisis.

El candidato del Centro Democrático, Melecio Quinto Arias, es un miembro en retiro de la Policía, no muy conocido en la región. Es la primera vez que aspira la Gobernación. Trabajó en la presidencia de Álvaro Uribe como jefe de asuntos jurídicos y disciplinarios de la Secretaría de la Presidencia, pero su ingreso a la política se hizo realmente con el exgobernador de Santander coronel Hugo Aguilar, con quien trabajó en el renombrado Bloque de Búsqueda y fue miembro de su equipo de seguridad.

Por el Polo Democrático se inscribió Jesús Horacio Moreno, a quien poco se le identifica con esta filiación política. Fue alcalde de Condoto, y asegura que su lucha es contra la corrupción. En el pasado tuvo alianzas políticas con la casa Sánchez Montes de Oca y luego con el exrepresentante Édgar Ulises Torres. Pese a tener trayectoria pública en Chocó su nombre no ha tenido mayor acogida. Francisco Abdia Velásquez, de Opción Ciudadana, es poco conocido, no ha hecho política en la región, por lo cual tiene muy pocas posibilidades.

Como están las cosas, la disputa por la Gobernación está entre los candidatos que representan la clase política tradicional, Carlos Alberto Palacios y Aman Alirio Asprilla, y la exnegociadora Nigeria Rentería, que cuenta con el respaldo del Gobierno y quien, pese a hacer campaña sin las maquinarias tradicionales, ha venido subiendo en las encuestas.

Una elección de la que poco se habla en el escenario nacional, pero que genera gran preocupación. El departamento de Chocó es uno de los llamados a tener millonarias inversiones en el posconflicto y desde la Casa de Nariño saben que el presupuesto público se lo lleva, en gran medida, la corrupción, al punto que las grandes obras en la región se han direccionado a través del Fondo Todos Somos Pacífico, gerenciado por el exgobernador Luis Gilberto Murillo, por el cual se han focalizado las inversiones en Quibdó, Buenaventura, Guapi y Tumaco en proyectos de agua potable, infraestructura y educación.