Tras varias semanas de hermetismo en torno al futuro de la elaboración de los pasaportes colombianos, y con la expectativa de si finalmente la empresa privada Thomas Greg & Sons saldría o no de inmediato de un proceso que lleva manejando varios lustros, el Gobierno del presidente Gustavo Petro decidió informar en la noche de este martes que ya hay un convenio listo y firmado para que se dé una transición hacia un trámite exclusivamente público.
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En efecto, el propio jefe de Estado, en una corta mención que hizo del asunto en una intervención que realizaba en Santa Marta, dijo que Colombia y Portugal ya tenían suscrito el documento que permitirá hacia futuro que ese documento de identidad sea elaborado por la Imprenta Nacional.
Más información: Gobierno Petro ya firmó el convenio con Portugal para producción de pasaportes
Y solo unos minutos después, a través de redes y sin dar mayores detalles, fue su jefe de Gabinete, el polémico pastor Alfredo Saade, quien publicó dos de las 26 hojas en las que quedó plasmado ese acuerdo binacional.
El rótulo que se le dio a ese documento fue “Convenio con persona extranjera de derecho público para la cooperación y participación en el proceso de transferencia de conocimiento y puesta en marcha del proyecto de producción y personalización de las libretas de pasaporte, documentos de viaje y etiquetas de visas de la República de Colombia”.
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En plata banca, de acuerdo con lo dicho por Petro y Saade, lo que allí se consigna es que la propuesta financiera presentada por Portugal fue aceptada en su totalidad como una condición esencial para la ejecución del acuerdo.
En este punto, tal y como lo anticipó El Espectador, se sabe que hay una proyección presupuestal de $3,2 billones para ejecutar durante 10 años. Además, según lo reportado por estamentos oficiales, es durante ese tiempo que el Ejecutivo de Lisboa dará la capacitación técnica a la Imprenta, con sede en Bogotá, para que tras esa década la elaboración de pasaportes sea eminentemente pública.
Consulte aquí: Cancillería e Imprenta firmaron el convenio para implementar nuevo modelo de pasaportes
“La necesidad de controlar los datos en Colombia no es capricho del presidente que no quiere a Thomas”, dijo Petro. “Entramos en el proceso de transición y hemos cumplido; Colombia jamás se quedará sin pasaportes, por el contrario, seremos productores para las naciones”, complementó Saade.
El convenio incluye 27 cláusulas, que deben ser desarrolladas en las siguientes semanas, pero a pesar de que reporteros de este diario consultaron con la Casa de Nariño y otras entidades oficiales por su contenido no se obtuvo ninguna información adicional sobre ellas. Y al preguntar con Thomas Greg se notificó que, al menos por ahora hasta que haya más claridad desde el Ejecutivo, no se harán pronunciamientos públicos.
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En todo caso, este tema no deja de desatar polémica, porque el contrato con esa empresa va hasta el 31 de agosto próximo y –pese a la firma del convenio con Portugal– no es claro a partir de esa fecha si seguirá o no elaborando los documentos mientras se da la transición de la que habló el Gobierno este martes.
Primero se había planteado una urgencia manifiesta de 11 meses para extender por ese tiempo dicho acuerdo contractual, pero el presidente Petro se opuso férreamente a eso y todo derivó en la salida de Laura Sarabia de la Cancillería. Luego, como punto medio, se habló de un paso similar por menos tiempo, de unos 180 días, pero el jefe de Estado no se mostró abierto.
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Además, en medio de esa polémica interna del ejecutivo, la Procuraduría inspeccionó a la Imprenta –dirigida por Viviana León Herrera– y al Ministerio de Relaciones Exteriores para tener claridad sobre lo que se estaba haciendo.
De esas diligencias se conoció que, por ahora, la Imprenta no tiene la capacidad de producir los al menos 8.000 pasaportes diarios que se emiten y que eso podría derivar en un desabastecimiento. Eso quedó consignado en varios documentos oficiales y motivó a que el Ministerio Público abriera indagaciones disciplinarias contra Sarabia, Saade y otros funcionarios.
A estos expedientes fue sumado el excanciller Luis Gilberto Murillo, ahora precandidato presidencial, porque fue durante su gestión en el ministerio que se dieron los primeros pasos para transitar hacia el modelo público que quiere Petro. Eso sí, todos los implicados han negado cualquier tipo de irregularidad.
Ahora bien, en este documento con Portugal tuvo un paso previo. Hace dos semanas, el Fondo Rotatorio del Ministerio de Relaciones Exteriores y la Imprenta Nacional firmaron el convenio interadministrativo para implementar un nuevo modelo de pasaportes y etiquetas de visa colombiana. El acuerdo, que se subió a la plataforma del Secop en la noche del 18 de julio pasado, estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2034.
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Según el documento que firmaron Elvira Mercedes Salazar, secretaria general del Ministerio de Relaciones Exteriores, y la gerente León, la Imprenta será la encargada de ejecutar el nuevo modelo, que incluye el suministro, personalización, custodia y entrega del documento final en las sedes designadas por la Cancillería.
Para ello, podrá apoyarse en aliados estratégicos, aunque seguirá siendo responsable del cumplimiento integral del convenio. No obstante, ni en este punto ni en ningún otro del documento se hizo referencia al Gobierno de Portugal, con el que el Ejecutivo estaba adelantando diálogos.
Ya con ese paso y el que se confirmó este martes se avanza en el cumplimiento de la instrucción de Petro, quien además tiene otro frente de batalla con Thomas, firma a la cual también ha criticado con fuerza luego de que la unión temporal Integración Logística Electoral 2026 –de la que esa empresa es la principal socia– ganara la licitación de la Registraduría de más de $2 billones para la logística de las próximas elecciones.
Por todo esto, y aunque el hermetismo se mantiene, fue que el presidente Petro dijo desde Santa Marta cerrando la noche de este martes: “Se acabó ese monopolio, porque esos datos de acuerdo al contrato (de pasaportes), pasarán (a ser de manejo del Estado), una vez tengamos las máquinas, porque ni máquinas teníamos en la Imprenta”.
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