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La Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes revivió este martes el proceso que en contra del exfiscal Luis Camilo Osorio lleva por sus presuntos vínculos con grupos paramilitares.
El caso del exfiscal se da por la denuncia que en 2002 presentó el entonces congresista Gustavo Petro, quien aseguró que las Autodefensas infiltraron la Fiscalía con el consentimiento de Osorio.
Dentro de las pruebas de Petro estaba el testimonio del exinvestigador del CTI, Richard Riaño, quien desde el exilio denunció los vínculos de algunos funcionarios de la Fiscalía con grupos paramilitares.
El 17 de junio de 2008, el propio exfiscal le dijo a Elespectador.com que no existe ningún nexo suyo con las Auc.
El exfiscal dijo que no conoció a la directora seccional Norte de Santander, Ana María Flores Silba, hasta que fue nombrada en el cargo.
"Yo lo único que supe es que era una abogada sin antecedentes y por eso la nombramos en ese cargo (...) ella era la única que había y tan sólo estuvo por un periodo temporal de ocho meses", aclaró Osorio.
A la vez, explicó que los fiscales locales no tienen ninguna competencia en las investigaciones acerca de paramilitarismo o guerrilla, lo cual pude revelar que es imposible que Flores Silba pueda haber interferido en algún proceso de las autodefensas.
La defensa en ese sentido por parte de Osorio se dio porque en la Comisión de Acusaciones fue recibida la versión de Elsida Molina Méndez, quien declaró en su contra.
Ella, que durante el periodo comprendido entre el 1 de Julio de 1992 y el 3 de Septiembre de 2003 estuvo como fiscal de segunda instancia en Cúcuta, reveló que la directora seccional, Ana María Flores Silba, permitió por muchos años la influencia de los grupos de Autodefensas en Norte de Santander.
"La justicia en Cúcuta fue muy maltratada, al mostrar a los fiscales como corruptos y realmente se está demostrado que la única infiltrada era la directora", dijo.