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Actualmente, sin importar la receta médica, en Colombia se dispensan y venden los medicamentos en las cantidades que disponen las farmacéuticas que los producen. Esto implica que en varias ocasiones se obtengan más o menos de lo que necesita el paciente, lo que puede implicar tanto a un golpe a su bolsillo como a las arcas del estado.
Ante esta problemática, pocas veces tenida en cuenta, la Alianza Verde, a través de la representante Katherine Miranda, radicó un proyecto cuyo fin es cambiar la forma de distribución de los medicamentos. Con tan solo seis artículos, el propósito es “regular la dispensación de medicamentos prescritos” o de venta libre.
Esto implica, según el texto de la iniciativa, que los establecimientos farmacéuticos, sobre todo dispensarios o droguerías, deben entregar los medicamentos según la prescripción. Esto implica que solo se entregue la cantidad de pastillas, píldoras o demás medicamentos que se necesiten. En vez de entregar el paquete completo y sellado, como se distribuyen actualmente.
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Esto permitiría un ahorro tanto al Estado como a los pacientes, pues les permitiría obtener la cantidad exacta de medicamentos que necesitan y no tener que ajustarse a las cantidades que imponen de fábrica las farmacéuticas. No obstante, el articulado deja constancia de que esta figura solo será posible, siempre y cuando, “el tipo de medicamento lo permita”.
Además, la propuesta de la representante Miranda señala que los establecimientos en los que se venda y distribuya los medicamentos están obligados a prestar el servicio de dispensar la dosis exacta de la fórmula.
El texto también contempla un artículo similar para los medicamentos de venta libre o ambulatoria. Aunque, en este caso, la determinación expresa que la venta por dosis solicitada en estos medicamentos es obligatoria. Además de dar paso a esta forma de venta y/o distribución de medicamentos, el proyecto le da 6 meses al Ministerio de Salud para regular este cambio en el paradigma de la venta de medicamentos en Colombia.
Para la autora, este proyecto es necesario bajo el entendido de que permitiría un “mayor control en el suministro de los medicamentos prescritos que son comercializados en las farmacias, con la finalidad de disminuir el riesgo de abuso de medicamentos”, además de un ahorro a los pacientes que pueden comprar lo que realmente necesitan.
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En este mismo sentido, la representante consideró que es necesario adoptar este modelo, que también tienen países como Estados Unidos, Chile o México, debido a un problema de salud pública con algunos medicamentos, sobre todo los opioides. Por eso, bajo esta lógica, debe verificarse de mejor forma la distribución de este tipo medicamentos para tener un mayor control sobre la forma y las cantidades en las que se consumen estos medicamentos. Sin embargo, esto podría abrir otra puerta compleja y es el control sobre el farmaceuta o responsable de entregar la fórmula solicitada.
Por otro lado, la representante argumentó que este tipo de distribución de medicamentos también es generosa con el bolsillo de los pacientes. “Esta iniciativa legislativa logrará una disminución de gastos en medicamentos que invierten los colombianos, debido a que la venta exacta del medicamento prescrita por el médico, implica que solo sea ese el valor facturado y pagado finalmente por el usuario”, expresó la autora, sobre todo en los medicamentos más costosos y que normalmente no están incluidos en el plan de beneficios de salud.