Se requiere una “profunda reforma a normas que favorecen a las Farc”: Uribe

Archivo El Espectador

En respuesta al rearme de un grupo de excombatientes de las Farc, en cabeza de Iván Márquez, el senador Álvaro Uribe Vélez (Centro Democrático) arreció en sus críticas al gobierno del expresidente Juan Manuel Santos –acusándolo de otorgar “privilegios enormes” – y propuso “una profunda reforma” a las normas alrededor del Acuerdo de Paz que, en su opinión, favorecen a la exguerrilla.

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Según el exmandatario, en este momento se requiere “mano firme” para dar con la captura del reducto que nuevamente se alzó en armas, entre ellos, exjefes guerrilleros como Jesús Santrich, Walter Mendoza, Enrique Marulanda, Aldinever Morantes, Henry Castellanos (Romaña) e Iván Merchán. Todos estos excomandantes de frentes y columnas durante varias décadas de conflicto armado, que se habían alejado del proceso de paz argumentando falta de garantías físicas y jurídicas.

“Hay que capturar a esos bandidos dónde estén. Hay que hacer unas reformas de la protección a los militares y para que los delincuentes de delitos atroces, que quieran cumplir con esos privilegios que les dio Santos, por lo menos antes de estar en el Congreso paguen una pena”, declaró Uribe.

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Incluso, el congresista fue más allá y advirtió que se requiere “una profunda reforma de las normas que favorecen a las Farc” e instó a “bajar” los Acuerdos de Paz de la Constitución. “Hubo un engaño. Impunidad total no genera paz. El gobierno Santos dio unos privilegios enormes a las Farc. El presidente (Iván) Duque no tuvo posibilidad de extraditar a Santrich porque lo protegió el gobierno Santos en la Constitución (…) Hay que bajar esos Acuerdos de la Constitución”, señaló.

Otros miembros del Centro Democrático también se pronunciaron en línea por lo dicho por el expresidente. La senadora Paloma Valencia declaró que muchos de los que retoman las armas, como Jesús Santrich o Iván Márquez, “nunca dejaron de delinquir”, y señaló que el Acuerdo de Paz “es el proceso de desmovilización más costoso institucional para el país”.

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“Iván Márquez vuelve al terrorismo, como ya lo habían hecho 11 jefes de las Farc. Además de impunidad y de curul, querían seguir manejando el negocio del narcotráfico. El acuerdo de la Habana es el proceso de desmovilización más costoso institucional para el país (…) Hay gente muy tendenciosa. Una cosa es decir que los acuerdos de impunidad no conducen a la paz (como lo estamos viendo), otra muy distinta decir que se quiere la guerra. Todos abominamos la violencia, los únicos que la quieren son quienes empuñan armas contra los colombianos”, manifestó.

A su turno, la senadora María Fernanda Cabal calificó lo ocurrido como “un engaño a Colombia” y aseguró que esta situación es una consecuencia “de haberles otorgado impunidad a costa de la institucionalidad y la justicia, desconociendo el mandato popular que dijo No en el plebiscito”.

“Los que votamos No en el plebiscito teníamos razón: Unos asesinos en serie indultados y un Estado atrapado en la estrategia revolucionaria, son la consecuencia de una paz impune. ‘Nuevas guerras’ anuncian los bandidos, pero los responsables seremos los que jamás creímos”, señaló.

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El representante Álvaro Hernán Prada declaró a su turno que el proceso de paz del expresidente Santos fue “una fachada para lavar los delitos de las Farc”: “Los hechos nos dan la razón, quedaron con impunidad, curules gratis y armados. Una paz con impunidad era caldo de cultivo de nuevas violencias”.

La senadora María del Rosario Guerra instó a las Fuerzas Militares y a la Policía a dar con los disidentes, agregando que Márquez, Santrich y El Paisa “ratifican su objetivo de evadir la justicia, la extradición, y seguir delinquiendo”. En su opinión, esa conducta no sorprende y se había advertido. “Lo que sí sorprende es que las instancias judiciales que tenían que actuar con firmeza para capturarlos, no lo hubieran hecho”, dijo.

Finalmente, la senadora Paola Holguín indicó que el “acuerdo de impunidad” fue impuesto, “burlando la Constitución, la ley y el resultado del plebiscito”. Incluso, alegó que se les permitió “diseñar” su tribunal (JEP) y participar en la elección de quienes los juzgarían.

“Guardaron silencio a pesar de que las Farc no entregó todas las armas, ni los bienes, no desmovilizó a toda la gente, muchos continuaron delinquiendo y traficando droga, burlaron la justicia (...) Ahora que es evidente el macabro engaño que llamaron paz, ¿a quién van a culpar?”, precisó.