Senador Manguito busca poner en cintura el negocio de modelos webcam

Un proyecto, de la autoría de Jonatan Tamayo, busca garantizar las buenas prácticas en la industria de modelos webcam y asegurar que paguen impuestos en el país.

A pesar del pudor y moralismos, que ha llevado a asociar con lo vergonzoso y pecaminoso labores como el modelaje webcam, esta industria ha venido en aumento e Colombia en el último tiempo, sobre todo durante la pandemia. Este mundo del entretenimiento para adultos ha encontrado en el extranjero una gran mina de recursos: foráneos pagan en dólares o en otras divisas por poder tener contacto de forma digital con modelos que están en Colombia.

El senador Jonatan Tamayo, más conocido como Manguito, ha visto en este sector una importante fuente de recursos para el erario. Por eso ha sido promotor de artículos y leyes que garanticen que las empresas de modelos webcam tributen en el país. Hace un año, el senador de la Alianza Social Independiente (ASI) logró que en la ley de crecimiento se incluyera un artículo para que personas naturales y jurídicas exportadoras de servicio de entretenimiento para adultos por web pagaran retención a la fuente.

Ahora, Manguito radicó un proyecto de ley que busca reglamentar este sector para que cumpla con la normatividad tributaria, impulsada por él, y “regular este sector económico para que contribuya en las finanzas del país”. De igual manera, la propuesta pretende establecer un control para garantizar las buenas prácticas en el sector y evitar casos de explotación.

Según el texto radicado en el Senado, las empresas de modelaje webcam tendrá que estar afiliadas a la Federación de Comercio Electrónico para Adultos (Fencea), un gremio que se originó por mandato de la reforma tributaria aprobada en diciembre de 2019. La labor de la Fencea será “controlar y garantizar que las empresas a las que se les factura la exportación de estos servicios sean totalmente licitas”.

Esta federación también tendrá que vigilar las empresas del sector para evitar que en esta industria participen menores de edad, haya escenas de maltrato animal, contratación ilegal de extranjeros o consumo de drogas. Asimismo, verificará que no haya capación o transacciones ilegales de dinero.

Este sector también tendrá que cumplir con todas las normas laborales que actualmente hay en el país. Esto implica cumplir con los horarios y las prestaciones por ley, estoy incluye afiliarlos al sistema de seguridad social integral. También conlleva que estas empresas “cumplan con todos los estándares de calidad, garantizándoles a su personal y funcionarios dignificación en su trabajo”.

El proyecto también establece que las empresas de webcamers tendrán que tener certificado de Cámara de Comercio, registro único tributario, certificado de Sayco y Acinpro, certificado de cumplimiento de normas sanitarias y de seguridad, certificado de funcionamiento de la Fencea, entre otras regulaciones a estas empresas.

Uno de los elementos importantes de este proyecto es que se establece esta actividad como exportación de servicios n y no de entretenimiento o de alto impacto. Este elemento es importante dado que en varias ciudades del país se han hecho redadas y cierres de estudios dedicados a estas actividades ya que no están en zonas comerciales, según el Plan de Ordenamiento Territorial de cada ciudad.

Entre los otros apartados de este proyecto, vale destacar que las empresas y personas naturales dedicadas al entretenimiento adulto webcam tendrán que pagar retención en la fuente bajo la modalidad de renta por servicios. Además, desde su entrada en vigor se le daría un plazo de seis meses a la industria para adaptarse a los nuevos lineamientos.

El senador Tamayo justificó el proyecto en que era necesario reglamentar y ponerle un control a un sector que “está generando altas cifras económicas, en su mayoría dineros que provienen del exterior sin un debido control”. Y es que, según Manguito, este sector está facturando cerca de USD$40 millones y está generando cerca de 15.000 empleos directos e indirectos.

De igual forma, el senador defendió su proyecto señalando que este sector es un motor de desarrollo para el país pues “el 100% de las divisas percibidas en Colombia se quedan en el país e invierten en la economía local”. Además, Manguito rechazó los estigmas que ha recibido el oficio de modelo webcam y lo calificó de ser “toda una profesión” que “necesita disciplina, un segundo idioma y ser una persona generadora de ideas innovadoras para llamar la atención de miles de personas que navegan en Internet”.

Por último, destacó que no siempre la labor de los modelos webcam implica desnudarse pues este campo ha cambiado y ahora los pagos también son por “entablar conversación y acompañamiento a través de la cámara, exponer obras artísticas (teatro, danza, canto), compartir un momento de cocina, entre otras actividades, que se practican a través de la webcam y sin establecer contacto físico entre sus intervinientes”.