Este viernes, el partido Alianza Social Independiente (ASI) informó sobre la decisión que tomó el Tribunal Disciplinario y de Ética Nacional de la colectividad de expulsar al senador Jónatan Tamayo, más conocido como Manguito.
Fueron cuatro las razones (y “faltas graves”) que sustentó el partido para expulsar a Tamayo. La primera, “el no acatamiento a las directrices programáticas, disciplinarias, estatutarias y político-electorales”.
Entre ese desacatamiento, se cuenta el apoyo y la cercanía que Manguito ha tenido con el Gobierno, mientras la ASI se declaró, en un principio, como partido de oposición y más adelante como independiente, para mantener la distancia con el Ejecutivo.
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“Toma decisiones que contrarían las determinaciones de instancias superiores”, se esgrime como tercera falta. Y, por último, se señala “su incumplimiento de los deberes atinentes a su cargo dentro del partido”.
“Seguimos y acatamos todo lo que venga dentro de la legalidad y la institucionalidad, a este señor se le hizo y se le llevo el debido proceso y la presunción de inocencia”, dijo la presidenta del partido, Berenice Bedoya.
Con esta decisión, el senador queda habilitado para presentarse en las elecciones de 2022 avalado por cualquier partido, sin los riesgos de recaer en doble militancia. “Manguito” le dijo a El Espectador que no recibe con sorpresa la noticia, pues, dice, desde que participó como ponente de las objeciones a la JEP comenzó a recibir una persecución política por parte de los directivos del partidos, que se decantó en la expulsión.
“Yo era la bancada, yo tenía objeción de conciencia con relación a quién debe de indemnizar a las víctimas. El acto legislativo señalaba al Estado como responsable, mientras que yo presenté que fueran los victimarios”, explicó sobre su postura con relación a las objeciones. “Yo era la bancada y el único senador”, insistió.
El parlamentario aseguró que con la militancia y con concejales y diputadas tenía buena relación, y que este motivo es el que más lo afecta por la decisión que, insiste, fue tomada entre unos pocos.
Tamayo fue avalado por la ASI en 2018, a la vez que se presentó en coalición con la Unión Patriótica y el MAIS bajo el nombre de la Lista de la Decencia, que apoyó a Gustavo Petro en las elecciones presidenciales. Tras meses de haber llegado por una alianza de izquierda, el senador dejó entrever su verdadera tendencia política.
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Con la declaración de oposición de la Lista de la Decencia, “Manguito” dijo que él representaba a la ASI y no a la coalición de izquierda, y, al momento de su coalición, el partido sabía de su posición política. Más adelante, esa cercanía fue más evidente, asistiendo a reuniones junto a la bancada del uribismo y a eventos junto al presidente Iván Duque.
Desde agosto de 2019, el Tribunal de Ética de la colectividad le abrió la investigación disciplinaria, terminando esta ayer (3 de diciembre). Hasta ahora, el senador no se ha manifestado al respecto.
También desde que llegó al Congreso, se ha intentado tramitar una demanda a su investidura por doble militancia, sin embargo, el Consejo de Estado ha negado dichos intentos al no encontrar suficientes méritos por las posiciones diferentes de Tamayo.
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