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Quien no conozca el litoral Pacífico la palabra “viche” o “biche” le puede resultar ajena, pero para las comunidades afro se trata de una bebida especial o, más bien, ancestral, que se produce ancestralmente y acompaña sus celebraciones como en el famoso Festival Petronio Álvarez.
Para reconocer la riqueza cultural del “viche”, un grupo de congresistas de Nariño, Cauca, Valle y Chocó se unieron para presentar un proyecto que declare a esta bebida como patrimonio cultural, inmaterial y colectivo de las comunidades negras del Pacífico. Además, el articulado también busca proteger, promover y difundir el oficio alrededor de este producto.
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La iniciativa compromete al Gobierno, los ministerios de Comercio, Interior, Trabajo, Agricultura y Educación, y al SENA para que en conjunto impulsen, promuevan y protejan a los productores del viche, implemente un programa de fomento de producción y comercialización, y creen programas de formación para los que se dedican a este oficio.
La Superintendencia de Industria y Comercio también tendrá que velar por la protección a la propiedad intelectual, industrial, comercial y de producción del viche. Y el Invima, por su parte, creará el registro (categoría AA artesanal étnica), permiso y notificación sanitaria para la producción de esta bebida.
Así mismo, la iniciativa crea una mesa técnica liderada por cinco vicheros y delegados del Gobierno, la Defensoría y el Invima con la tarea de velar por la protección de la bebida, estar al tanto de la implementación de la ley (en caso de aprobarse) y dar recomendaciones al sector.
Por último, el proyecto compromete a los entes territoriales, especialmente con lo que tiene que ver con la ley 1816 de 2016 y el monopolio sobre la producción de licores destilados. En este caso, las comunidades afro estarán protegidas conservando la potestad de producción del viche, conforme a sus costumbres y cosmovisión.
Cada decisión que se vaya a implementar debe de ser consultada primero ante las comunidades, conforme a la ley 70 de 1993 que protege la identidad cultural de las comunidades negras y fomenta su desarrollo económico y social.
El viche es una bebida que se obtiene a través de la destilación de la caña de azúcar y es producida por las comunidades afro, especialmente de zonas rurales del litoral Pacífico como Tumaco (Nariño), Buenaventura (Valle), Timbiquí (Cauca) y todo el territorio del Chocó.
Hay registros de la existencia del viche desde 1540, cuando los africanos esclavizados traídos al territorio colombiano se familiarizaron con la caña y empezaron a usarla y a adoptarla en sus prácticas culturales. Viche viene de la palabra vichí que en lengua bantú significa verde, que era el color de la caña. Quien no conozca el litoral Pacífico la palabra “viche” o “biche” le puede resultar ajena, pero para las comunidades afro se trata de una bebida especial o, más bien, ancestral, que se produce ancestralmente y acompaña sus celebraciones como en el famoso Festival Petronio Álvarez.
Para reconocer la riqueza cultural del “viche”, un grupo de congresistas de Nariño, Cauca, Valle y Chocó se unieron para presentar un proyecto que declare a esta bebida como patrimonio cultural, inmaterial y colectivo de las comunidades negras del Pacífico. Además, el articulado también busca proteger, promover y difundir el oficio alrededor de este producto.
La iniciativa compromete al Gobierno, los ministerios de Comercio, Interior, Trabajo, Agricultura y Educación, y al SENA para que en conjunto impulsen, promuevan y protejan a los productores del viche, implemente un programa de fomento de producción y comercialización, y creen programas de formación para los que se dedican a este oficio.
La Superintendencia de Industria y Comercio también tendrá que velar por la protección a la propiedad intelectual, industrial, comercial y de producción del viche. Y el Invima, por su parte, creará el registro (categoría AA artesanal étnica), permiso y notificación sanitaria para la producción de esta bebida.
Así mismo, la iniciativa crea una mesa técnica liderada por cinco vicheros y delegados del Gobierno, la Defensoría y el Invima con la tarea de velar por la protección de la bebida, estar al tanto de la implementación de la ley (en caso de aprobarse) y dar recomendaciones al sector.
Por último, el proyecto compromete a los entes territoriales, especialmente con lo que tiene que ver con la ley 1816 de 2016 y el monopolio sobre la producción de licores destilados. En este caso, las comunidades afro estarán protegidas conservando la potestad de producción del viche, conforme a sus costumbres y cosmovisión.
Cada decisión que se vaya a implementar debe de ser consultada primero ante las comunidades, conforme a la ley 70 de 1993 que protege la identidad cultural de las comunidades negras y fomenta su desarrollo económico y social.
El viche es una bebida que se obtiene a través de la destilación de la caña de azúcar y es producida por las comunidades afro, especialmente de zonas rurales del litoral Pacífico como Tumaco (Nariño), Buenaventura (Valle), Timbiquí (Cauca) y todo el territorio del Chocó.
Hay registros de la existencia del viche desde 1540, cuando los africanos esclavizados traídos al territorio colombiano se familiarizaron con la caña y empezaron a usarla y a adoptarla en sus prácticas culturales. Viche viene de la palabra vichí que en lengua bantú significa verde, que era el color de la caña.