Foro de Davos 2019: por una revolución industrial que subordine la tecnología

El fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial opina sobre cómo enfrentar la realidad digital en los negocios multilaterales. De nuestra serie Pensadores Globales.

Klaus Schwab / Especial para El Espectador / Ginebra
22 de enero de 2019 - 12:00 p. m.
Klaus Schwab pide “énfasis en alimentar la creatividad, el pensamiento crítico y el alfabetismo digital”. / AFP
Klaus Schwab pide “énfasis en alimentar la creatividad, el pensamiento crítico y el alfabetismo digital”. / AFP
Foto: AFP - FABRICE COFFRINI

Si pretende superar la “Gran Disrupción” de 2018, el mundo necesitará un nuevo marco para la cooperación global. Después de la Segunda Guerra Mundial, la comunidad internacional se unió para diseñar un conjunto de estructuras institucionales que facilitaron la colaboración en busca de un futuro compartido. Ahora, debe hacer lo mismo. Esta vez, sin embargo, el desafío no es solo geopolítico y económico. Estamos experimentando un cambio fundamental en la manera en que los individuos y las sociedades se relacionanentre sí. Y, al entender este cambio, podemos influir de modo positivoen su resultado. (Más Pensadores 2019: Dos años de Trump y su política destructiva).

Lo primero que hay que reconocer es que estamos atravesando la Cuarta Revolución Industrial (4RI) en la que las empresas, las economías, las sociedades y la política se están transformando de manera esencial. Desde la primera vez que conceptualicé la idea para la reunión anual del Foro Económico Mundial, en 2016, lo he manifestadoclaramente: no basta con enmendar nuestros procesos e instituciones existentes. Por el contrario, necesitamos rediseñarlos para que podamos capitalizar la abundancia de nuevas oportunidades que nos esperan, evitando a la vez el tipo de disrupciones que presenciamos hoyen día. Si esperamos o dependemos de soluciones rápidas para reparar las deficiencias de sistemas caducos, las fuerzas de cambio naturalmente evadirán estos sistemas y desarrollarán su propia dinámica y sus propias reglas.

La 4RI ya está transformando nuestros sistemas económicos de varias maneras. Para empezar, el mundo físico está siendo eclipsado por un nuevo mundo digital, interconectado, integrado y virtual con una economía circular y compartida. La industria está siendo revolucionada por la automatización, la localización y la individualización, que, en su conjunto, harán que las cadenas de suministro tradicionales se tornen obsoletas. La competencia se basa cada vez menos en los costos y está cada vez más impulsada por la funcionalidad y la innovación. Pronto, las economías de escala ya no ofrecerán las ventajas que alguna vez ofrecían. El recurso más precioso será el talento, no el capital tradicional.

La 4RI también está depositando poder y recursos sin precedentes en las manos de apenas unas pocas corporaciones. Las empresas digitales líderes de hoy están reformulando las vidas cotidianas de la gente y alterando los patrones sociales tradicionales de maneras que el comercio convencional nunca pudo hacerlo. De ahora en adelante, el dominio de la inteligencia artificial (IA) y de los datos, y la capacidad para operar plataformas voluminosas mediante un liderazgo en materia de sistemas inteligentes, determinarán el poder tanto corporativo como nacional. Los patrones de empleo e ingresos se verán transformados por la difusión de la automatización impulsada por IA. Los empleos cada vez más se autogenerarán por medio de ecosistemas innovadores. La mano de obra tradicional será reemplazada por retornos devengados de tareas creativas, capital de riesgo y la ventaja de llevar la iniciativa. (Pensadores 2019: Qué va a pasar con Europa).

Las interacciones económicas globales ya no pueden compartimentarse en comercio de bienes y servicios, transacciones financieras e inversiones. Todos los flujos económicos están integrados en un sistema único de intercambio de valor tangible e intangible transfronterizo. En lugar de gravar la mano de obra, los gobiernos tendrán que empezar a gravar a los monopolios de plataformas y a los mecanismos de creación de valor que estén arraigados en la nube. Los presupuestos nacionales cada vez más se destinarán a desembolsos para la infraestructura física y lógica necesaria para ofrecer ecosistemas para la innovación y la recapacitación y mejora de la formación de la mano de obra, así como programas sociales para apoyar a los trabajadores en la transición económica que está en marcha. Una prioridad clave debe ser adaptar la educación a las demandas de la 4RI.

Se debe poner énfasis en alimentar la creatividad, el pensamiento crítico, el alfabetismo digital y una capacidad para la empatía, la sensibilidad y la colaboración, que serán necesarias, en todos los casos, para garantizar que la tecnología siga estando subordinada a nuestras necesidades y no al revés. Los sistemas educativos tendrán que estar más orientados hacia un aprendizaje de por vida, tanto en métodos digitales como en desarrollo y formación personalizada presencial.

Más allá de la educación, el diseño de políticas en general tendrá que adaptarse a la velocidad del cambio en la 4RI. Será necesario desarrollar nuevos modelos de gobernanza colaborativos y ágiles para evitar un escenario en el cual las políticas gubernamentales continuamente queden rezagadasdetrás de la frontera tecnológica. La manera en que los países respondan a todos estos cambios determinará sus trayectorias de crecimiento y posiciones futuras en el escenario mundial, para no mencionar la calidad de vida de sus ciudadanos. Por ser un proceso de interconexión sin fronteras, la 4RI exige que las políticas nacionales estén integradas en un sistema global. Hoy, la globalización está definida por la expansión del comercio multilateral y bilateral; pero, en el futuro, describirá la interconectividad de los sistemas digitales nacionales y el flujo relacionado de ideas y servicios.

Si bien muchos países todavía intentan ponerse a tono con las revoluciones industriales previas, deberían reconocer que la 4RI ofrece oportunidades únicas para saltar etapas y acceder a las innovaciones más recientes. Tras recoger los frutos de la primera Revolución Industrial, el Reino Unido se convirtió en la potencia global dominante en el siglo XIX. Fue sucedido por Estados Unidos que, más que cualquier otro país, se apropió de la segunda y la tercera Revolución Industrial. Estas tres revoluciones dividieron al mundo en países industrializados y en desarrollo, con una caída de la relevancia de China después de haber sido una potencia líder durante muchos siglos.

Hoy, el equilibrio de poder global se está redistribuyendo otra vez a una velocidad increíble. Ahora que un solo individuo tiene los medios para causar enorme destrucción, ya no podemos aceptar un mundo dividido entre los que tienen y los que no. Existe necesidad urgente de cooperación global y, a una escala más fundamental, de un pensamiento fresco sobre cómo serían, en verdad, las relaciones económicas libres, justas e inclusivasen el mundo de hoy.

En el Fondo Económico Mundial empezamos hoy ese diálogo en nuestra reunión anual en Davos. Por ser la principal plataforma multilateral, el Foro tiene la capacidad y la responsabilidad de llevar adelante esta conversación y actuar como un catalizador para nuevas ideas. Prepararse para la 4RI requerirá un compromiso sostenido y un amplio consenso en torno a soluciones viables. El Foro espera ofrecer el “sistema operativo” para este esfuerzo en los próximos años, basado en la convicción de que, para ser efectivos, estos diálogos deben ser asumidos por todas las partesinvolucradas: las empresas, el gobierno, la sociedad civil y la juventud. También deben centrarse en buscar la cohesión social y, en el contexto fracturado de hoy, serán más efectivos si están motivados por la coordinación más que por la cooperación como principio guía.

Finalmente, debemos reconocer que estos diálogos no pueden estar motivados por una falsa dicotomía entre identidades globales y nacionales. Debemos aceptar las identidades individuales, patriotas y globalistas que existen en todos nosotros. Tras la Segunda Guerra Mundial, la comunidad internacional sentó las bases para una paz, una seguridad y una prosperidad sostenidas. Pero el mundo ha cambiado radicalmente en los últimos setenta años y es hora de un nuevo enfoque. Solo aceptando ese desafío juntos podremos forjar nuestro futuro global para beneficio de todos.

Copyright: Project Syndicate, 2018.

www.project-syndicate.org

Arranca el Foro en Davos con la ausencia de Trump, Macron y May

La reunión más importante del año del Foro Económico Mundial, en Davos (Suiza), arranca hoy con los líderes de Francia, Reino Unido y Estados Unidos como los grandes ausentes. 

La falta de Donald Trump, presidente de Estados Unidos, y de su delegación, en medio de la parálisis administrativa que enfrenta el gobierno, ha sido catalogada como inédita en casi medio siglo de historia del Foro de Davos.

La crisis en Francia, donde los “chalecos amarillos” han sido protagonistas, y la incertidumbre por la salida del Reino Unido de la Unión Europea están entre los factores que han llevado a que los líderes de esas naciones no asistan al evento que, tradicionalmente, ha sido visto como la apertura del año en términos políticos y económicos a escala internacional. 

Según reporte de EFE, el presidente ejecutivo y fundador del Foro, Klaus Schwab, ha reconocido que existe un “gran nivel de incertidumbre” generalizada.

Por Klaus Schwab / Especial para El Espectador / Ginebra

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