Una corte de Miami recibió el pasado 30 de marzo una demanda contra la cantante Shakira, interpuesta por un adulto mayor llamado David Rashidian. La supuesta víctima asegura que la cantante colombiana firmó un acuerdo para publicar, junto a él, un libro de biografía y memorias, así como para realizar 100 conciertos en una gira internacional.
Según dicha demanda, Shakira cometió tres delitos que han afectado al acusador: fraude, incumplimiento de contrato y explotación de persona mayor.
La noticia que ocupó la atención de los medios, reclama una indemnización de 100 millones de euros por daños y perjuicios.
El demandante, un ciudadano americano, presentó e mails y documentos que a su parecer respaldan su relación con la colombiana, por la cual asegura haber hecho pagos por un monto cercano a los 140.000 dólares.
Las supuestas pruebas del demandante contra Shakira
Según el señor David, él invirtió esa cantidad de dinero para cubrir gastos relacionados con estadías en hoteles, cuentas de imprevistos médicos de doña Nidia, la madre de la artista, así como para pagar viajes del resto de la familia Mebarak. También asegura que durante un supuesto viaje a Cuba, Shakira le pidió 3.500 dólares adicionales para gastos que debía cubrir de urgencia.
Así mismo sumó una copia de un tiquete de avión en el que figura el nombre de la artista, capturas de una cuenta de Facebook con la que mantenía conversaciones con la artistas, entre otras supuestas pruebas de su relación con la artista.
Este jueves 23, los representantes de Shakira se pronunciaron sobre esta demanda en una diligencia llevada a cabo vía Zoom y la publicación 20 minutos recogió que en términos generales, pidieron que se desestime la demanda.
En la conexión zoom, José Luis Becerra, abogado de la colombiana, solicitó dicha desestimación explicando que se trata de una suplantación evidente de identidad, ya que su cliente no ha tenido nunca relación con la persona que demanda.
Shakira, no solo se declara inocente de los tres delitos de los que se le acusa, sino que solicita que se analice el daño que le hace a su imagen y persona la divulgación de esta demanda, teniendo en cuenta que se convirtió en un tema ampliamente comentado en medios de comunicación y redes sociales.

