Cuando Andrés Parra recibió la oferta de encarnar al asesino Jeremías Salgado, que corresponde a una versión del autor de la matanza del restaurante Pozzetto, Campo Elías Delgado, para la serie ‘Estado de fuga 1986’ no pensó mucho si aceptar o no, para él, que Mario Mendoza y Rodrigo Guerrero estuvieran detrás del proyecto le daba la tranquilidad de aceptar.
Posteriormente, vino la tarea de preparar un personaje que sin duda era uno de los grandes retos que ha enfrentado como intérprete. En el conversatorio en el que el actor participó dejó al descubierto que Jeremías lo hizo pensar una y otra vez sobre este tipo de persona y en general, el entorno violento.
“Ha sido actoralmente un viaje muy apasionante porque cuando uno lo revisa muy a profundidad, la mente humana es una cosa miedosa (…) ¿Cuánta gente está allá afuera pasando por eso, cuántos somos hijos de la violencia, herederos de la violencia?”, mencionó el actor que coincidió con Mario Mendoza, el escritor que en esta oportunidad, también fue asesor de guion, sobre la facilidad con que la sociedad etiqueta estas personas como monstruos liberándose de alguna manera, de la responsabilidad que tiene sobre el surgimiento de individuos como Campo Elías.
“Es mucho más fácil (decir) que son monstruos. Quitarles la humanidad, nos quita un poco de responsabilidad, es más fácil, que era como yo lo pensaba abordar, pero no es que estén locos, es gente completamente funcional, dan clases, tienen familia y de repente, pasa esto… A mí me dejó bien loco y creo que la idea es un poco que la gente quede igual, no nos podemos quedar en que (están) locos….”, precisó el actor que asumió este rol de una manera casi mística, tras un descubrimiento personal que hizo hace un tiempo.
“Me empecé a dar cuenta que probablemente mi trabajo consistía en poder ser canal y me usan a mí, entonces yo trato de estar lo más limpio posible para empezar a trabajar. Cambia mi alimentación, no veo mas noticias, medito más de lo normal, y por supuesto, cero redes (sociales), como si algo raro fuera pasar ahí. Y así me gusta harto trabajar ahora y estoy sintiendo la diferencia….es una decisión tomada para poder trabajar, ya no me lo tomo tan a la ligera. Es que voy a permitir la entrada de otra energía”, detalló Parra quien luego explicó cómo vio a Salgado.
“Me imaginé un parto muy violento”, Andrés Parra sobre Jeremías Salgado
“Lo abordé no tan biológicamente, lo abordé desde esa violencia implícita, pues es un man que nace en la violencia, lo rodea la violencia, se dedica a la violencia, es soldado, estuvo en Vietnam. (Tuvo un) hogar agresivo, violento. Entonces siento que ahí arranca el caldo de cultivo y después viene lo que pasa afuera, o sea lo social, el no poder encajar. Creo que es un tipo que no tiene buenas habilidades sociales, hay rechazo, hay bullying, hay burla... Yo lo abordé desde ahí, me imaginé un parto muy violento de entrada, como hay muchos. Es que en serio como seres humanos estamos muy expuestos a la violencia”.
El actor mencionó que lo más complejo fueron lograr las escenas con Consuelo Luzardo, quien representa a la madre del psicópata, a quien él termina asesinando. "Las secuencia con Consuelo, el momento en el que ella se encierra en su habitación muy asustada y hay una secuencia en la que ellos discuten y ella se da cuenta un poco de que este tipo la miró diferente... se encierra en su habitación con seguro...ella está muy pendiente de la sombra en la puerta y es ella, ahí calladita y empieza a llover y la viejita se duerme en esa angustia… ese momento, verla tan débil, tan vulnerable, en manos de esta man”, lo hizo reflexionar sobre las mujeres que en la vida real experimentan esa situación: “las mamás que le tienen miedo a los hijos. ¿Cómo será vivir así, ¿cómo es vivir cuando su hijo es su peor peligro?… todo lo de Consuelito... Yo después le pedía perdón...ella (me decía? ‘ no mijito, hágame más duro…'”contó el actor.
