El actor venezolano y ex de Natalia Paris, Juan Alfonso Baptista, había revelado hace un tiempo a Vea el difícil momento que pasó cuando a los 19 años sufrió una parálisis que lo sacó de la escena, pues debió pausar su carrera y ocuparse de su recuperación. En aquel tiempo, el actor comenzaba a brillar en su carrera y estaba por asumir un proyecto.
“Cuando empezaba, hacia 1997, esta carrera me dio una parálisis facial a frigori, porque Dios quiso que me diera a los 19 años y fue una lección de vida. Me di cuenta de que en este medio eres el momento y nada más. Había hecho mi primer proyecto en televisión y le había ido sumamente bien cuando de repente se me tuerce la cara y me cancelan las contrataciones, en esa época tenía una novia que era Gaby Espino, íbamos a protagonizar juntos un proyecto en Puerto Rico y me dijeron cuando te recuperas yo dije en dos meses, pero no fue así no me recuperé en ese tiempo y me sacaron de la novela le buscaron pareja a mi novia, porque la cara es muy importante”, dijo el venezolano, ahora en conversación con Juan Pablo Raba de ‘Los hombres sí lloran’, el actor, conocido también como El Gato, que participó en la segunda temporada de Pasión de gavilanes ahondó en aquella experiencia cuando grababa su primer proyecto que se llamaba ‘A Todo corazón’.
"Hacía mucho calor y estaba grabando en un estudio, me meto a un estudio de aire y me acuerdo de que un día anterior me quedé así acostado: ‘Ah, qué rico frío, ta, ta, ta’. Al día siguiente se me apaga el ojo, se me apaga la boca”, relató el actor de 49 años, famoso como Oscar Reyes en Pasión de gavilanes.
Adicionó lo que vino después y la complejidad emocional de un tiempo que lo marcó y le exigió “Me tocó volver a hablar, aprender a hablar cuando ya sabía hablar porque tenía diecinueve años. Entonces, me tocó a volver a hablar y comer y se me caía la boca, una parálisis facial”.
Juan Alfonso Baptista hace llamado a la empatía
Lamentablemente las personas que lo oían o veían no siempre hacían los mejores comentarios.
“A veces yo me tomo un trago o hago algo y la gente sin saber, vuelve y juega cómo comenzó esta conversación, la sociedad a señalarte, a referenciarte supuestamente por lo que supuestamente te dijeron o es el referente de lo que escucharon. Pero nadie sabe que cada quien lleva un proceso en su vida, ese respeto legítimo a existir sin cuestionar y sin señalar. Yo salía a la calle, la gente dice: ‘No se te entiende, a ese man por qué se le apagó así el ojo, ya está drogado’ (…) Cállate, hermano, no te imaginas lo que pasó y cómo me costó llegar ahí”, afirmó.
Al contar esta vivencia, Baptista visiblemente afectado comentó lo difícil que fue salir adelante cuando se enfrenta un proceso como este si además se le adiciona que los demás juzgan, opinan y señalan y por ello hizo una fuerte llamado a la empatía.
“Eso no es para ponernos emocionales, pero cuando me paro un momento y digo: ‘J..., vaya y hágalo’. Y no puedes hablar y la cara torcida. Y te vas a México y le echas bola”, puntualizó.
