Luna Baxter nació en una familia con raíces diversas: guatemalteca de nacimiento, pero con ascendencia colombiana y argentina. Desde muy pequeña estuvo rodeada del arte, y participó en obras musicales que marcaron su formación. A lo largo de su carrera profesional ha interpretado una variedad de papeles: desde antagonistas hasta protagonistas y personajes complejos en producciones como Tarde lo conocí, La Ley Secreta, El Hijo del Cacique, La reina del flow 2, Te la dedico, entre otras.
Una villana “políticamente incorrecta”
Famosa por sus papeles dramáticos, la actriz descubrió en la comedia un espacio de libertad creativa que no había experimentado antes. En su proyecto más reciente, “La Influencer”, de Caracol Televisión, encontró un nuevo camino en este género que le permitió satirizar las contradicciones de la sociedad actual.
“Es un proyecto muy chévere, en donde a mí como actriz, me dejaron jugar muchísimo. Tuve la fortuna de trabajar con directores que me copiaban todas las locuras que se me ocurrían, es un personaje políticamente incorrecto. Ella se llama Abril y es una villana en un mundo de comedia. Aquí tuve la oportunidad de reírme de lo patética que puede ser una persona con estas características y eso como actor me parece una oportunidad muy divertida", afirma.
Luna asegura que este personaje le dio la oportunidad de disfrutar de una libertad interpretativa que no siempre se encuentra en el drama. “Las villanas en drama sufrimos mucho, pero en un mundo de comedia es delicioso, porque creo que uno se puede alienar a su personaje y yo como Luna decir: ‘qué rico burlarse de alguien tan políticamente incorrecto, alguien tan arribista, tan clasista’. Entonces, entre más exagerado, me divertía más y no había tenido esa oportunidad antes, así que maravilloso. El personaje va mutando y atravesando unas circunstancias que para una persona así de “snob”, son trágicas, porque ella termina en una situación financiera que la pone en crisis y eso es muy divertido”.
El arte de actuar y la influencia digital
En “La Influencer” se explora el mundo de las redes sociales y, con un toque de humor, se muestra lo que muchos creadores de contenido hacen para destacar. Por eso, la actriz comparte una reflexión sobre la industria actual: la tendencia a favorecer a los intérpretes que cuentan con un gran número de seguidores, dejando de lado el talento o la experiencia. “No todos tienen el don de ser influenciadores. Me considero una buena actriz de teatro, de cine y de televisión, pero me cuesta mucho hacer contenido y hoy en día se volvió casi que un requisito, como que tienes más valor como actriz si tienes muchos seguidores. Eso creo que no debería ser así, porque hay mucha gente con talento que no tiene estos números así gigantes en sus redes sociales y la producción se está perdiendo la oportunidad de contratarlos; sin embargo, también entiendo que es una herramienta que funciona, que hay que aceptarla y darle la bienvenida, pero de pronto no medirnos por la cantidad de seguidores, aunque sea algo importante”.
Para ella, el talento y la autenticidad deben seguir siendo el centro del oficio actoral, marcando distancia entre la inmediatez del mundo digital y la profundidad del arte interpretativo. “He pasado por todas las etapas porque a veces me daba mucha angustia, pensaba en que tenía que publicar algo y ser modelo, o poner algo de cocina, y un día me aburrí y dije: ‘No, la verdad estoy jugando a ser algo que no soy y no me interesa’. Publico cosas de mi vida, tampoco me gusta poner muchas cosas tan personales, comparto asuntos de mi trabajo y otros temas que me parecen relevantes; sin embargo, dejé de hacer parte de la carrera constante de ser alguien en redes, que no sé ni siquiera qué significa. Sé que hay que usarlo para promocionar el trabajo, es una herramienta”, dijo.
Tras varios años de una carrera intensa y de haber explorado diferentes países, la actriz se encuentra en un momento de introspección, crecimiento y reconexión con sus raíces. “Todos los actores en algún momento nos ponemos hippies, estoy encontrándome, buscándome a mí misma. Vivo un proceso muy bonito de autoconocimiento y qué cliché lo que estoy diciendo, pero sí, estoy descubriendo otras cosas que me gustan, estoy por lanzar una marca. Estuve de viaje mucho tiempo, entre ires y venires estuve un tiempo en Nueva York, otro tiempo en Ciudad de México, volví adorando Colombia como nunca antes en mi vida, entonces estoy en un romance con este país gigantesco, y estoy en un proyecto que siento que abre mi espectro y mis posibilidades como actriz, porque como bien han visto, suelo ser la villana, pero es un proyecto muy grande, muy relevante para nuestro país, que se estrena el año entrante y del que me siento muy orgullosa de hacer parte".
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La nueva vida de Luna Baxter en Colombia
Desde hace casi un año se estableció en Colombia, el lugar que hoy considera su hogar. “Estoy feliz, nunca pensé que iba a llegar tan contenta y tan orgullosa de Colombia. Es como si hubiera desbloqueado algo en Bogotá porque encontré nuevos amigos, nuevas actividades, estoy mucho conmigo misma, el amor dejó de ocupar tanto espacio en mi vida. Creo que sobrevaloramos mucho el amor romántico y le di mucho amor a mi comunidad de amigos y eso está muy lindo. Encontré una casa que me gusta, vivo en un lugar que me encanta y estoy muy conectada con mi alegría, creo que a veces nos metemos un chip ahí como que para ser artista hay que sufrir un poco y yo soy anti esa narrativa. La alegría es importante”, concluyó.

