Hace casi tres meses, Patricia Henao, conocida por ser la doble de Marisela, enfrentó uno de los momentos más difíciles de su vida. Lo que comenzó como un fuerte dolor abdominal terminó convirtiéndose en una pesadilla médica: una úlcera gástrica perforada derivó en una grave peritonitis que la llevó de urgencias al quirófano y posteriormente a cuidados intensivos.
Durante semanas estuvo entre la vida y la muerte, con el abdomen abierto, múltiples intervenciones quirúrgicas y complicaciones cardíacas. Hoy, recuperada y con una nueva visión de la vida, cuenta su historia en entrevista con Vea.
“El proceso fue muy impactante para mí y me dejó muy asombrada, porque no sabía que yo estaba sufriendo de úlcera gástrica. Estaba en Tuluá, Valle, el 14 de marzo, allá nos atendieron. Me empezó a dar un cólico, empecé a sentir unos dolores muy fuertes en el estómago, en el abdomen, en mi ignorancia pensé que tenía hambre y lamentablemente esa hambre se me convirtió en una peritonitis”.
Su estado se deterioró rápidamente. Fue llevada de urgencias, donde los médicos descubrieron que la úlcera había perforado sus intestinos, provocando que el contenido gástrico se esparciera en su abdomen. Una situación crítica que obligó a una cirugía de emergencia.
“Yo venía sintiendo desde el programa Yo me llamo unos cansancios fuertes, me sentía muy agotada físicamente. Resulta que yo tenía mucho reflujo gástrico que me estaba quemando las cuerdas vocales, pero yo no sabía que la gastritis se estaba convirtiendo en úlcera gástrica. El estrés, la tensión, todo eso ayudaba a que mi estómago fuera recogiendo más jugos gástricos y se me convirtió en la úlcera gástrica que finalmente el 15 de marzo se me estalló y yo sentía unos cólicos increíbles. Me llevaron a urgencias porque yo me la desvanecía a mi esposo en los brazos del dolor de los cólicos. Yo perdí el conocimiento, empecé a verme pálida, morada, ya los labios eran blancos, yo ya no estaba reconociendo bien a la gente, y era que la úlcera gástrica me perforó los intestinos y se había estallado y se me había regado por todo mi estómago y finalmente detectaron que era una peritonitis que ya me había perforado todo", contó.
Durante cinco días permaneció con el abdomen abierto mientras los médicos controlaban la infección. Posteriormente, fue sometida a una segunda intervención quirúrgica: “me dejaron con el estómago abierto durante unos 5 días más o menos y luego me realizaron nuevamente una segunda intervención quirúrgica, pero lo duro de esos 5 días fue que en el proceso de recuperación me dio bradicardia, el corazón estaba latiendo muy lentamente y finalmente me tuvieron que nuevamente ingresar a la UCI, se me bajó el potasio, la presión, yo estuve allí en la UCI más o menos unos 15 días en ese proceso, pero sí fue muy delicado".
Así fue la recuperación de Yo me llamo Marisela
Pese a la gravedad de su estado, Patricia asegura que nunca cayó en la depresión ni en el desánimo. Su actitud positiva y su fe fueron fundamentales para soportar los días más duros: “yo jamás caí en depresión, en aburrimiento o en angustia, siempre pensé tan positivo y siempre dándole gracias a Dios por todo, porque es un milagro de Dios el que yo esté contando esta historia”.
Durante su convalecencia, la artista también experimentó el poder del apoyo humano. Su familia, amigos cercanos y compañeros del programa Yo me llamo estuvieron al pendiente. De forma casi milagrosa, una mujer gestionó su afiliación al sistema de salud justo cuando iba a ser operada, lo que permitió que los procedimientos fueran cubiertos y sin mayores complicaciones administrativas.
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“En un momento de esos se da uno cuenta a quiénes tiene al lado. Yo estaba muy asustada debido a que a que lamentablemente uno se descuida mucho en la salud, y en ese momento cuando me ocurrió yo no estaba activa en afiliación a salud, yo estaba inactiva y no lo sabía y fue más dramático y más angustioso, pero ahí es donde se ven los milagros de Dios, llegó una personita que gracias a ella, nunca más la volví a ver, como si fuera un ángel, me hizo la afiliación a salud en el momento en el que me estaban realizando la cirugía, afortunadamente todo fue subsidiado y pudieron realizarme todos los procedimientos sin nada de trauma ni complicaciones, pero realmente sí fueron momentos muy angustiantes”.
Después de ser dada de alta el 25 de marzo, la artista sufrió una recaída al llegar a Pereira, lo que le provocó vómitos y otro cuadro digestivo complicado. “Nada es color de rosa. Resulta que el estomaguito mío ya no me recibe cualquier tipo de comida y yo ya tengo que estar en este momento en cuidados. Afortunadamente estaba haciendo la tarea juiciosa y me estoy cuidando súper bien y acabamos muy bien en este proceso de recuperación”.
Su regreso a los escenarios
Su esposo ha sido un apoyo incondicional, ayudándola con su disciplina en los ejercicios que han permitido que poco a poco vuelva a recuperar su voz y fuerza: “he estado realizando poquito a poquito las terapias de respiración, he estado ya ensayando, mi esposo me pone disciplinadamente a realizar clases de respiración de técnica vocal. Eso me ha ayudado mucho a que mi estómago vaya agarrando firmeza. Y en este proceso de recuperación, aparte de eso, la visita de la familia y de los amigos ha sido fundamental, el apoyo incondicional de tantas personas que han estado allí como siempre. Hace poquito ya inicié a cantar y fue maravilloso porque pues pude cantar 5 canciones, 3 de ellas estuve sentada cantando, he estado más concentrada haciéndome mis terapias, mis cuidados y muy tranquila, sobre todo de no estar en estrés y eso me ha ayudado muchísimo”.
La artista reconoce que esta experiencia la obligó a hacer una pausa: “mi familia sí me pidió que por favor hiciera un alto en el camino, que pensara primero en mí, en mi salud y real, es que no todo puede ser dinero, no todo puede ser trabajo y cuando hay que parar hay que parar. Ya aprendí que hay que tomarse la vida un poco más con calma”.

