Aunque Paola Baldión nació en París, se siente muy colombiana, latinoamericana, por ello sus trabajos evidencian lo que significa serlo.
Es actriz, productora y directora y no conoce otra manera de acercarse a la realidad que no sea el arte mismo, en cualquiera de sus facetas. “Empecé a actuar a los cuatro años en el teatro callejero de mis padres. Desde entonces, la actuación ha sido una parte esencial de mi vida, mi manera de expresarme y conectar con el mundo. Las otras facetas —escritora, directora y productora— nacieron por necesidad: la necesidad de contar historias propias, de representar narrativas más auténticas y reales desde una perspectiva latina, y de crear oportunidades que muchas veces no existen para nosotras dentro de la industria, especialmente en Estados Unidos”.
Escribió y dirigió Abrazo, un relato donde pretende fortalecer su voz como narradora de historias. “Abrazo nació cuando estaba embarazada de mi segundo hijo, Azúl. Tenía cinco meses de embarazo y desde el momento en que supe que venía en camino, sentí la necesidad de crear algo artístico dedicado a él. Durante mi primer embarazo, le había dedicado una docuserie a mi hija Alma, así que esta vez quería hacer algo especial para Azúl, algo que también hablara del mundo en el que estaba por nacer.La historia también surgió en un contexto muy doloroso y divisivo en Estados Unidos, en el que los inmigrantes estaban siendo vistos con una mirada deshumanizante. Sentí la urgencia de contar una historia que mostrara lo contrario: que más allá de nuestras diferencias culturales, de idioma o ideología, existe algo profundo que nos conecta como seres humanos. Abrazo es, en esencia, un recordatorio de esa humanidad compartida”.
El tema de la Migración, que está en el corto, no es de ahora, ella es consciente que esa política que hoy se ve, viene de años atrás y el mensaje que ella quiere dar, también. “La política migratoria de Trump comenzó con su primer mandato, y en ese entonces yo ya sentía una gran necesidad de reaccionar artísticamente. Fue ahí cuando creé un video titulado #IAmMigration, en el que abracé todas mis raíces étnicas para mostrar que, al final, todos venimos de la migración. Genéticamente, culturalmente, históricamente… todos somos migración. Así que este tema lleva años muy presente en mí. Cuando en 2023 quedé embarazada de mi segundo hijo, esa preocupación seguía latente. A pesar de que ya no era presidente en ese momento, las divisiones que su discurso dejó aún se sentían. Y ahora, con el regreso de su figura política en su segundo intento de presidencia, el tema ha vuelto con mucha más fuerza”, mencionó la actriz que saltó a la popularidad en la películas ‘Retratos de un mar de mentiras’.
Juan Pablo Raba fue director asistente del corto de Paola Baldión
En este proyecto Juan Pablo Raba, al aire en Delirio, de Netflix fue su director asistente. “Juan Pablo llegó a mí como un regalo inesperado de la vida. Mi asistente de dirección original, Ray Figueroa —quien además es coescritor de Abrazo— no pudo asistir al rodaje en el último momento. Ante esa situación, le pedí consejo tanto a Mónica Fonseca como a Juan Pablo, preguntándoles si conocían a alguien que pudiera asumir ese rol. Para mi sorpresa, a Juan Pablo le encantó la historia y se ofreció a hacerlo él mismo. Fue un reto, porque nunca había sido asistente de dirección, pero con su amplia experiencia de décadas en cine y televisión, tenía todas las herramientas para asumirlo con responsabilidad y sensibilidad. Lo hizo increíble. Fue un gran asistente de dirección, un compañero comprometido, y disfruté muchísimo colaborar con él detrás de cámaras. Su entrega y mirada enriquecieron profundamente el proyecto”.
Paola que pasa temporadas en Europa, pero vive en Los Angeles sabe que se viven tiempos de temor en tierras estadounidenses.
“Hoy en día muchas personas están siendo señaladas simplemente por el color de su piel o por su origen étnico. Eso crea un ambiente de miedo constante, especialmente para las comunidades latinoamericanas y otras minorías que encajan en esos perfiles. Se vuelven blancos fáciles de prejuicios, redadas o discriminación, y eso es profundamente injusto. Es un problema estructural de racismo, y duele ver que esté tan presente en un país que fue construido por inmigrantes. Los extranjeros no solo han sido parte esencial de la historia de Estados Unidos, sino que siguen siendo el corazón y la fuerza que lo mueve. Por eso, sí, es triste y preocupante vivir con ese miedo en un país que debería ser un ejemplo de inclusión y humanidad”.
De momento Paola sigue trabajando en proyectos, que como Abrazo, que hablan de problemáticas sociales. Su corto está disponible en YouTube e invita a verlo allí. “Abrazo habla de algo que nos está tocando a todos, en casi cualquier parte del mundo: la migración, la polarización y la falta de empatía. Vivimos en una época donde muchas veces se nos ha deshumanizado, donde se nos ha enseñado a ver al otro —al diferente— como una amenaza, como un enemigo. Abrazo nace con la intención de romper esas barreras. De mostrar que, incluso entre dos personas que parecen estar en extremos opuestos —por cultura, idioma o creencias—, aún existe la posibilidad de encontrarse desde la humanidad. Es un llamado a volver a mirarnos con compasión, a recordar que al final todos sentimos, todos sufrimos, todos amamos.Y por eso creo que vale la pena verlo. Porque necesitamos más historias que nos recuerden que, más allá de nuestras diferencias, estamos hechos para abrazarnos”.
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