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Se calcula que cada año se practican unos 22 millones de abortos no seguros, lo que causa la muerte de al menos 22.000 mujeres. Y eso, además de implicar un enorme reto para los sistemas de salud mundiales, significa también un costo altísimo para muchos países. Es posible que el precio de esta problemática ascienda a los US$232 millones.
Así lo dio a conocer hace poco un estudio hecho por el Instituto Guttmacher de Nueva York (EE. UU.). Según su investigación, hecha en 26 países en desarrollo, siete de cada mil mujeres entre los 15 y los 44 años necesitaron ayuda médica luego de haberse practicado un aborto sin las condiciones sanitarias requeridas. El caso más preocupante es el de Pakistán.
Por El Espectador
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