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Dos estudiantes de ciencias del deporte de la Universidad de Northumbria, en el Reino Unido, sufrieron un grave accidente después de hacer un mal cálculo para probar los efectos de la cafeína durante el ejercicio. Debido a este error terminaron en el hospital en una recuperación que tardó varios meses y que les costó una extensa terapia intensiva.
El experimento, realizado en marzo de 2015, consistía en someter a dos voluntarios, Alex Rossetta y Luke Parkin, a la ingestión de 0,3 gramos de cafeína. Rápidamente, el sencillo ensayo científico se convirtió en una tragedia, pues un error de cálculo a la hora de medir y suministrar la cafeína hizo que los jóvenes terminaran en el hospital.
El incidente se debió a que, para calcular la dosis, los estudiantes utilizaron un teléfono celular. El problema fue que se equivocaron con los decimales e ingirieron 30 gramos cada uno en vez de 0,3 gramos, es decir, el equivalente a 300 tazas de café en total.
Sigue a El Espectador en WhatsAppDe acuerdo con la explicación de Adam Fereer, fiscal del caso, previamente se habían reportado muertes por la ingesta de 18 gramos de cafeína. Y aunque ambos alumnos estuvieron cerca de la muerte y tuvieron graves consecuencias en su salud, según los análisis de expertos en el tema, se cree que sobrevivieron por ser jóvenes activos y porque se encontraban en perfecto estado de salud. Fereer, quien emitió el veredicto del tribunal la semana pasada, sostuvo que de otro modo “la sobredosis podría fácilmente haber sido fatal”.
Ambos estudiantes recibieron un tratamiento de diálisis para sanar. Uno de ellos, Rossetta, estuvo internado seis días, perdió la memoria de corto plazo y 12 kilos de peso. Parkin pasó dos días en terapia intensiva y perdió 10 kilos.
Parte del problema radicó en que no utilizaron tabletas sino cafeína en polvo, con lo cual se dificultó cuantificar la cantidad de la sustancia. El caso fue llevado ante un tribunal, que castigó a la institución con una multa de más de US$500.000. La universidad, por su parte, se disculpó por lo ocurrido y aseguró que la prueba fue hecha sin la supervisión adecuada.
Hoy, casi dos años después del incidente, tanto Rossetta como Parkin se han recuperado completamente y gozan de buena salud.