Hace unos días dos niños, que vivían en la localidad de Suba, en Bogotá, murieron luego de que un funcionario de Cruz Verde le entregara por error una caja de tramadol, un medicamento que solo es recetado para fuerte dolores. A los menores, de 7 y 10 años, les habían recetado Albendazol, un antiparasitario. Pese a que en un principio se calificó la situación como un error humano, los casos se siguieron replicando en el país.
Días después se conoció que en Tumaco y Cúcuta se había presentado la misma situación. Por eso, se llegó a plantear la hipótesis de que, durante el proceso de fabricación, se había podido presentar un error en el empaque. Tras dos semanas, la farmacéutica Genfar, encargada de producir los medicamentos, decidió pronunciarse por medio de un comunicado. (Puede leer: Errores en la entrega de medicamentos, ¿un eterno problema?)
En el documento, la compañía explicó que las investigaciones realizadas por ellos arrojaron "que la presunta confusión en los empaques de estos productos no se originó durante su fabricación, empaque y proceso logístico. El sustento de estas afirmaciones ha sido presentado a las autoridades competentes y nos hemos puesto a su disposición para todo el proceso de investigación".
Además, señaló que es consciente de la preocupación que generan estos hechos y, a pesar de que no tuvieron su origen en el laboratorio, decidió incautar todas las unidades de Albendazol y Tramadol que se encuentran en el mercado y añadir un sello de seguridad a las nuevas unidades de estos dos productos. (Le puede interesar: Por entrega de medicamento equivocado, dos niños murieron en localidad de Suba)
La compañía asegura que tomará esta medida con el objetivo de evitar "cualquier manipulación indebida en la cadena después de la comercialización hecha por Genfar (...) Este proceso se ha realizado con el acompañamiento del INVIMA con el fin de garantizar transparencia en la ejecución".