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La compañía líder global de tecnología médica, la estadounidense Medtronic, está supuestamente vinculada a 9.300 muertes y 292.000 lesiones entre 2008 y 2017 en Estados Unidos, según informes sobre implantes médicos revelados por una investigación periodística internacional publicada el domingo.
Según los informes a los reguladores estadounidenses, el año pasado, uno de cada cinco incidentes causado por un implante médico estaba vinculado a un producto de Medtronic, más del doble que el de cualquier competidor.
La investigación llamada "Expedientes de Implantes" ("The Implant Files"), realizada por medios de comunicación en 36 países en el marco del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), señala que los informes entregados a las autoridades de Japón, Noruega y Australia también colocan a la compañía estadounidense entre las de mayor número de problemas en los últimos cinco años. (Los detalles de la investigación los puede consultar en el portal de ICIJ).
En detalle, desde 2008, las bombas de insulina o sus componentes fabricados por Medtronic para ayudar a pacientes con diabetes han estado potencialmente relacionadas con más de 2.600 muertes y 150.000 lesiones en Estados Unidos.
En entrevistas con periodistas que llevaron a cabo la investigación, pacientes y familiares de víctimas en Finlandia, Alemania, Canadá, India y Estados Unidos informaron que la compañía había demorado en responder a sus reclamos sobre las bombas de insulina, o no les informaron de ciertos riesgos.
La Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense ha considerado normal que el mayor productor de dispositivos médicos también sea el protagonista de la mayoría de los incidentes, dice el ICIJ.
Sin embargo, en un largo artículo en su sitio web, el consorcio enumera una serie de casos en los que Medtronic ha sido implicada, ya sea judicial o éticamente, por el uso inadecuado de sus implantes, o relaciones sospechosas con los médicos que usan sus productos o se encuentran en el origen de estudios favorables.
En una respuesta por escrito a ICIJ, un portavoz de Medtronic, Rob Clark, indica que la seguridad del paciente es la principal prioridad de la compañía, que cumple con "los estándares éticos más altos".
"Las acusaciones no son hechos y no deben interpretarse para sugerir que Medtronic violó nuestras obligaciones legales, éticas o reglamentarias de una manera u otra", agregó, al tiempo que enfatizó que todos los productos médicos suponen un grado de riesgo.