La depresión posparto no es novedad. De hecho, ha sido estudiada con mayor auge durante los últimos años, en investigaciones que la definen como el cambio en el estado de ánimo que presentan las mujeres durante o después de su embarazo. Episodios de llanto, ansiedad y dificultad para dormir pueden ser algunos de los síntomas.
Sin embargo, autores que han estado detrás de las investigaciones afirman que todavía queda mucho por comprender sobre la depresión posparto, también llamada depresión perinatal, pues ha sido un campo poco estudiado por la medicina o psicología alrededor del mundo. De manera más reciente, se conoció que un equipo de científicos de todo el mundo analizó los datos de casi un millón de mujeres en los registros nacionales de Suecia. Así, lograron comparar 85.551 madres diagnosticadas con depresión posparto y 865.510 que no lo estaban entre 2001 y 2017.
Los resultados, publicados en dos revistas académicas (BMJ y JAMA), mostraron que la depresión que comienza durante o después de dar a luz podría tener consecuencias de hasta 18 años. Específicamente, el estudio se centró en la tendencia a comportamientos suicidas de estas mujeres que, como se lee en el artículo, suele ser bastante común.
La edad promedio de las mujeres que la experimentaron fue de 31 años, y algunas de las características que se repitieron en ellas fue la tendencia a vivir solas, tener bajos ingresos, una insuficiente educación superior, fumar de manera recurrente, ser madres primerizas, y tener antecedentes de otros trastornos psiquiátricos. Pero lo encontrado en ambos estudios sugiere que la depresión asociada al embarazo puede llegar a ser incluso más grave.
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En primer lugar, los resultados que se publicaron en la revista JAMA hablaron de que las madres con depresión posparto corrían tres veces más el riesgo de comportamientos suicidas, como intentos o suicidio completado. Esto, según los autores, se volvía más complicado al año siguiente de dar a luz.
En segundo lugar, el artículo de BMJ fue un poco más allá: sus resultados dijeron que las mujeres con esta condición corrían seis veces más el riesgo de fallecer por suicidio que aquellas sin ese diagnóstico.
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Los investigadores también hicieron otro experimento: compararon alrededor de 20.000 mujeres con depresión perinatal respecto a sus hermanas biológicas que tuvieron hijos en fechas similares y no tenían el trastorno. Los resultaron concluyeron que el riesgo de comportamiento suicida era tres veces mayor para aquellas que tenían depresión perinantal.
En conclusión, ambos artículos hacen un llamado para que se haga monitoreo constante luego de que las mujeres dan a luz, “independientemente de si tienen historial de trastornos psiquiátricos o no”, se lee en el estudio. (Puede ver: Todo lo que tiene que saber del linaje JN.1 de covid-19 en Colombia)
Cabe resaltar que la depresión no se vive de la misma manera. De hecho, las investigadoras afirmaron que puede haber diferencias entre quienes la experimentan durante el embarazo y después de este, con un mayor riesgo para aquellas que ya tuvieron a sus bebés. Ellas, según el estudio, son más vulnerables al “comportamiento suicida y a la muerte”. Del análisis de las más de 80.000 mujeres con depresión perinatal, el 55% tenía depresión antes del parto y el 45% después del parto.
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