La ministra de Salud Carolina Corcho se reunió este viernes en la Academia Nacional de Medicina con médicos y académicos para exponer la reforma a la salud. La ministra reconoció al inicio de su intervención que aunque su compromiso era socializar la reforma en el último semestre del año pasado (2022), como se había comprometido con asociaciones médicas y de pacientes, por decisión del gobierno nacional (para que no interfiriera en otras reformas en proceso, como la tributaria), se decidió dejar la discusión para 2023.
El articulado no se conoce aún, continuó Corcho, porque el proyecto se encuentra ahora siendo analizado por el Ministerio de Hacienda para determinar costos y recursos. Cuando eso pase, prometió de nuevo la ministra, será presentado. Pero más allá de todo esto, la jefe de la cartera dio algunos detalles importantes sobre lo que pretende el gobierno, cifras y números que ayudan a entender cuáles son los retos del país si la reforma se aprueba. Por ejemplo, Corcho afirmó que el proyecto no cambia las fuentes de financiación de la salud.
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En Colombia la salud se financia a través de tres fuentes: presupuesto general, aportes de las cotizaciones y recursos del sistema general de participaciones. “Lo que se plantea es un cambio en la administración de esos recursos”, dijo Corcho. La ministra explicó que esa “recuperación de los recursos” se pueden entender en dos campos: el manejo financiero y la gobernanza del sistema. En el primer punto, la Adres, el llamado banco de la salud, sufrirá una transformación para hacer pago directo por la atención de todos.
Para que la Adres logre hacer eso, se desconcentrará en sedes regionales donde habrá un gerente público nombrado por una junta conformada por empresarios, trabajadores y gobiernos. Y desde este nivel del sistema se asumirá los contratos con las redes de prestación de servicios (hospitales y clínicas), algo que hoy hacen las EPS. “Esto no pasa de un día para otro. Aquí se requiere transferir unas capacidades públicas. Cuando los sistemas de salud cambian, hay un momento en donde coexisten dos”, agregó la ministra.
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Como la Adres hoy no tiene la capacidad de hacer lo que la reforma plantea, el gobierno dice que habrá una reestructuración con tecnología, aunque no especificó en qué tiempo se hará (se había conocido que la transición de un sistema a otro tardaría dos años). En cuanto a la atención primaria el proyecto propone la creación y construcción de Centros de Atención Primaria en Salud, una infraestructura de atención médica que sería la entrada al sistema de salud de todos. Allí, por ejemplo, tendríamos que ir todos a inscribirnos.
Según Corcho, el país necesitaría 2.973 de esos centros, 1 por cada 20.000 personas. Pero, dijo la ministra, se aprovecharía de infraestructura que ya existe, tanto pública como privada, es decir, ese número no implica que todo sean instalaciones nuevas. La mayoría de esa nueva infraestructura que sí se construiría se daría en la zona dispersa de Colombia. ¿Y eso cuanto valdría? Más de 17 millones de colombianos, según Corcho, son atendidos por la red de hospitales públicos en ciudades y municipios. El costo de atención primaria según el nuevo modelo de salud con los centros de atención primaria para esa población, sería de $8.7 billones.
Si eso se amplía a cobertura universal, el costo ascendería a $24,86 billones. “Pero tú no llegas allí de un día para otro. Nosotros queremos empezar con el 19% de todos los recursos. En 4 años queremos alcanzar el 25%. Pero eso depende de que podamos encontrar al médico, la enfermera, que podamos construir la infraestructura”, explica la ministra. Ese presupuesto implicaría, municipio por municipio, atenciones en salud que van desde vacunas, medicamentos de baja complejidad, hasta los equipos extra-rurales de médicos (y algunas especialistas más) que atenderían a los colombianos, según cada caso, en sus casas.
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“Todo eso está cuantificado en $24.5 billones que no es nada para el sistema de salud en Colombia, si lo hacemos de manera organizada”, dijo Corcho. El encuentro duró poco más de dos horas y en él hubo espacio para que médicos realizaran preguntas.