Las mujeres lesbianas y bisexuales (LB) presentan un riesgo diferenciado de desarrollar diabetes tipo 2 con respecto a las mujeres heterosexuales debido a diferentes problemáticas relacionadas con el acceso a la salud de esta población. Así lo determinó un estudio que se llevó a cabo en los Estados Unidos y fue publicado en la revista Diabetes Care. (Le puede interesar: Según gremio de hospitales, las EPS, las ARL y el Estado les deben $14 billones)
El estrés relacionado con la discriminación, la violencia y una mayor exposición a angustia psicológica por parte de las mujeres LB podrían estar vinculados con la probabilidad de tener más factores de riesgo, como el consumo de tabaco y el uso de sustancias psicoactivas.
Las investigadoras, pertenecientes a diferentes universidades y centros de investigación de ese país, hicieron seguimiento a más de 90.000 mujeres heterosexuales y a 1267 que se identificaron como lesbianas o bisexuales.
Tras hacer un chequeo cada dos años de diagnósticos autoinformados de diabetes tipo 2, una enfermedad caracterizada por la deficiencia en la producción de insulina o resistencia a esta, el estudio encontró que existen impactos diferenciados entre estos grupos poblacionales.
En general, las mujeres lesbianas y bisexuales tienen un riesgo 27 % mayor de desarrollar diabetes tipo 2 con respecto a mujeres heterosexuales. Además, establecieron que estas diferencias en la posibilidad de tener la enfermedad se hacían más grandes cuando se analizaban mujeres más jóvenes. Mientras que en el grupo poblacional de mujeres que habían llegado a los 50 años los riesgos eran similares, en el grupo de mujeres entre 24 y 39 años la probabilidad era dos veces mayor en mujeres lesbianas y bisexuales. (También puede leer: El consumo de marihuana durante el embarazo podría afectar el desarrollo del feto)
Una de las explicaciones que se plantean en el estudio es que para las mujeres LB jóvenes existen mayores barreras de acceso a los sistemas de salud, así como estigmatizaciones a la hora de recibir atención. Esto generaría una brecha en los diagnósticos que se va cerrando en edades más avanzadas. (Le recomendamos: Alejandro Gaviria, la ANDI y otros 50 actores piden retiro de la reforma a la salud)
Con estos resultados, la investigación concluye que es necesario definir estrategias de atención y prevención diferenciadas para este grupo poblacional, pues existen condiciones que derivan en un mayor riesgo no solo de desarrollar la enfermedad, sino de recibir atención oportuna para el tratamiento de esta.
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