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La presente columna de opinión busca aportar elementos, a favor de la disponibilidad de pruebas rápidas antigénicas para la detección del covid-19 en Colombia, tal como lo han reclamado algunos sectores del país. Esta posición se soporta en el convencimiento del efecto positivo, en el control de la pandemia, que generaría la disponibilidad, acceso y utilización de pruebas rápidas, basadas en la detección de antígenos del SARS-CoV-2, agente causal del covid-19. En esencia, dichas pruebas son sencillas de realizar (auto-administradas), económicas y permiten identificar el virus en los portadores, especialmente en las personas sintomáticas (1-5). (Le puede interesar: Pruebas caseras que detectan covid-19: ¿necesarias en Colombia?)
La alta probabilidad de aparición de nuevas variantes del SARS-CoV-2 de preocupación, incluida ómicron (la más reciente), requiere establecer el contagio/infección en las personas sospechosas, por síntomas o por historial de contacto con un caso positivo. Por ello, se acepta que la respuesta efectiva, al estado actual de evolución de la pandemia por covid-19, requiere de pruebas que permitan la identificación oportuna y precisa de las personas contagiadas/infectadas. En este contexto, las pruebas rápidas, basadas en la identificación de antígenos, se utilizan ampliamente en varios países, como una estrategia rápida, económica y accesible en centros de atención e incluso en la casa (o farmacias), para identificar personas contagiadas/infectadas y, por tanto, que deben aislarse durante el tiempo definido en el respectivo país (usualmente 7 a 10 días) (1).
Pruebas PCR versus pruebas rápidas antígeno (3-7)
De forma general, la infección por SARS-CoV-2 se puede identificar, entre otros, por dos métodos: a) pruebas que detectan y amplifican ácidos nucleicos (ARN viral), mediante reacción en cadena de polimerasa-transcripción inversa (RT-PCR, por sus iniciales en inglés), las cuales son altamente sensibles; y b) pruebas que detectan antígenos virales, que pueden ser “profesionales” o “auto-administradas” (rápidas) (3-4). En esencia, la mayoría de las pruebas basadas en antígenos detectan la proteína de la nucleocápside (N) del coronavirus, proteína estructural en diferentes variantes de SARS-CoV-2, pero con cambios menos notorios que los observados con la proteína espicular (S). Por ello, la afectación del rendimiento de las pruebas antigénicas rápidas es mínimo ante nuevas variantes (6). (Le sugerimos: Ómicron ya concentra un 72 % de los casos globales de covid-19)
Sensibilidad y especificidad de las pruebas rápidas antigénicas. Como es usual de los test de tamizaje, las pruebas rápidas tienen una alta sensibilidad y, por tanto, baja probabilidad de falsos positivos (los enfermos son positivos); pero menor especificidad y, por tanto, una probabilidad mayor de falsos negativos (no todos los negativos son sanos), especialmente en muestra con cantidades bajas de virus. En este sentido, la sensibilidad de las pruebas rápidas oscila entre 70-95%, siendo mayor al 95%, cuando se realiza en sintomáticos y durante los primeros 7 días del inicio de los síntomas. Por su parte, debido a la probabilidad de falsos negativos, se considera que los resultados negativos, en personas que se mantienen sintomáticos, se deberían confirmar con una prueba RT-PCR (3-7).
En esencia, existe evidencia de que el cribado/tamizaje efectivo depende esencialmente de la frecuencia de las pruebas y de la velocidad de notificación, mientras que sólo mejora levemente con la sensibilidad alta de las pruebas (7). Por ello, aunque las pruebas rápidas antigénicas no son tan sensibles como las RT-PCR, su sencillez (auto-administradas), rapidez y menor costo facilitan la realización seriada, favoreciendo la posibilidad de detectar infecciones, acompañadas de aumentos en las cargas virales. En este sentido, el uso de estas pruebas en “entornos cerrados”, en los que se requiere de la realización de pruebas rutinariamente, como los educativos, entretenimiento y laborales, es una excelente opción (8). (Lea acá: Así está la ocupación de clínicas y hospitales tras la llegada de ómicron)
La mayoría de las personas infectadas con la variante ómicron son contagiosas durante 4-7 días (especialmente antes del día 5); por ello, el riesgo de contagio, pasados 7 días del inicio de los síntomas, es mínimo. En este contexto, se debe recordar que, la alta sensibilidad de las pruebas RT-PCR puede dar resultados positivos, hasta unos 14 a 21 días después de que la persona ya no es contagiosa, lo que se atribuye a que los fragmentos de ARN pueden persistir durante semanas después de la eliminación del virus (3,4).
Comentarios claves en el uso de las pruebas antigénicas rápidas:
1. Calidad y validez del resultado de las pruebas
Aunque la realización de las pruebas rápidas es sencilla (similar a otros pruebas auto-administrados, caso de las de embarazo), se debe recordar que, como en toda prueba clínica, la validez del resultado está determinado por: a) la toma de la muestra (cantidad y calidad de la misma), b) el tiempo trascurrido desde el contagio/infección, c) la realización como tal de la prueba, y d) la interpretación del resultado. En este contexto, la información para la toma adecuada de la muestra y la realización de la prueba es clave para aumentar la probabilidad de obtener resultados más adecuados. Por ello, resulta clave que la persona reciba información y se verifique que la toma de la muestra y la realización de la prueba están acordes con las recomendaciones definidas. Para facilitar el proceso, se puede utilizar el material educativo (multimedia e impreso), desarrollado por los proveedores de este tipo de pruebas (1,2).
La muestra se obtiene de las fosas nasales, mediante un hisopo (similar, pero no tan profundamente como pruebas “profesionales”), o de la saliva, lo que la hace más sencilla de obtener. En todo caso, siempre se deben seguir las instrucciones del proveedor de la prueba. En España, desde julio de 2021, el proceso se ha realizado en las farmacias y con la participación directa del farmacéutico. En esencia, esta orientación facilita el cribado (tamizaje) efectivo; pues, además de dispensar y realizar la prueba, se lleva un registro de los resultados, acorde con la magnitud y tipo de síntomas, se puede orientar a la persona y se reporta a las autoridades sanitarias (9).
Además, el farmacéutico, acorde con la información disponible de los síntomas más comunes del covid-19, en el momento, los cuales aumentan la probabilidad de estar ante una infección por covid-19, puede apoyar la toma de decisión a seguir con el resultado obtenido (9). En este contexto, en situaciones de prevalencia alta de enfermedad (momento actual con ómicron) y con síntomas de alta sospecha, los resultados positivos de la prueba se pueden considerar definitivos, pero los resultados negativos requerirán confirmación. En ello, una revisión sistemática y metaanálisis ha documentado que la fiebre (81,2 %), la tos (58,5 %), la fatiga (38,5 %) y la disnea (26,1 %) son los síntomas más comúnmente asociados al covid-19; por tanto, se podrían considerar como síntomas claves para la detección temprana y prevención de su transmisión (10), lo que se puede complementar con la realización de pruebas rápidas de antígenos para esta infección.
2. Tiempo trascurrido desde el contagio/infección
El uso de las pruebas rápidas antigénicas está indicado en los primeros 7 días desde la sospecha de infección, siendo óptimo durante los 5 días siguientes a la presentación de los síntomas que motivan la sospecha (3,4). En este sentido, se debe recordar que en las personas infectadas y sintomáticas, el riesgo de transmisión es mayor a los 2 días previos a la aparición de los síntomas y hasta por unos 5 días después (unos 7 días). Por su parte, existe información que respalda que, un 30% de los infectados y asintomáticos, puede eliminar el virus en menos tiempo (2-4).
3. Las pruebas rápidas son de cribado/tamizaje no son pruebas confirmatorias
Las pruebas rápidas antigénicas positivas, especialmente en personas sintomáticas, generan una sospecha con alta probabilidad de contagio/infección, pero no confirman el diagnóstico de infección activa. Por ello, un resultado positivo se debe considerar como caso sospechoso que debe confirmarse, utilizando los canales establecidos por el Ministerio o Secretarias de Salud. La esencia es que, ante un resultado positivo, se debe realizar el aislamiento domiciliario y contactar, a través de los canales establecidos a la respectiva empresa aseguradora, para confirmar mediante una prueba diagnóstica de infección activa.
4. Utilización en otros países
Aunque, como se mencionó antes, las pruebas de antígenos son menos sensibles que las pruebas RT-PCR, su capacidad para identificar de forma rápida y sencilla a personas con cargas virales altas, proporcionando utilidad clínica y de salud pública. Por ello, en varios países, las pruebas de antígenos han sido aprobadas para ser vendidas en farmacias sin formula médica, como estrategia de auto-diagnóstico (1,2). Decisión que se fundamenta en observaciones de varios expertos, por ejemplo, el profesor Michael Mina de la Universidad de Harvard, quien resalta la importancia de las pruebas de antígenos rápidas, en el control de la pandemia, y destaca que: “La velocidad de los resultados es mucho más importante para el control de infecciones” (2).
Comentarios finales:
En Colombia, la disponibilidad, acceso y utilización de pruebas para identificar infecciones tempranas, rastrear los contactos y aislar los casos positivos (o altamente sospechosos) siguen siendo fundamentales para mitigar la propagación del virus. En este contexto, las pruebas rápidas antigénicas, en cuestión de 15 minutos, permiten saber a las personas si son portadoras de la cantidad suficiente del virus del covid-19 para ser contagiosas. Información que es clave, para que las personas infectadas pueden quedarse en casa y aislarse, minimizando el riesgo de infectar a otras. Por tanto, las pruebas antigénicas rápidas son una estrategia para favorecer que las personas sintomáticas que se deben aislar (los 7 días establecidos por el Ministerio), tengan una mayor certeza de estar infectados.
En definitiva, la disponibilidad, acceso y utilización pruebas antigénicas rápidas es una medida efectiva de salud pública en el manejo del covid-19, la cual debería ser satisfecha en Colombia. En este contexto, en España existen más de 10 opciones de pruebas rápidas, con un precio máximo regulado de 2,94 euros (unos 15 mil pesos colombianos).
*Por Pedro Amariles Muñoz es doctor en Farmacia (Homologado a PhD en Farmacología), profesor titular y coordinador del grupo de investigación Promoción y Prevención Farmacéutica, Universidad de Antioquia, Medellín-Colombia.
Referencias consultadas y recomendadas.
- 1. Rubin R. COVID-19 Testing Moves Out of the Clinic and Into the Home. JAMA. 2021;326:1362-1364. doi: 10.1001/jama.2021.15679.
- 2. Mina MJ, Peto TE, García-Fiñana M, Semple MG, Buchan IE. Clarifying the evidence on SARS-CoV-2 antigen rapid tests in public health responses to COVID-19. Lancet. 2021;397(10283):1425–1427.
- 3. Dinnes J, Deeks JJ, Berhane S, et al; Cochrane COVID-19 Diagnostic Test Accuracy Group. Rapid, point-of-care antigen and molecular-based tests for diagnosis of SARS-CoV-2 infection. Cochrane Database Syst Rev. 2021;3(3):CD013705. doi: 10.1002/14651858.CD013705.pub2.
- 4. Langa LS, Sallent LV, Díez SR. Interpretación de las pruebas diagnósticas de la COVID-19. FMC. 2021 Mar;28(3):167-173. Spanish. doi: 10.1016/j.fmc.2021.01.005.
- 5. Leber W, Lammel O, Siebenhofer A, Redlberger-Fritz M, Panovska-Griffiths J, Czypionka T. Comparing the diagnostic accuracy of point-of-care lateral flow antigen testing for SARS-CoV-2 with RT-PCR in primary care (REAP-2). EClinicalMedicine. 2021;38:101011. doi: 10.1016/j.eclinm.2021.101011.
- 6. Ng D, Pinharanda A, Vogt MC, et al. WHotLAMP: A simple, inexpensive, and sensitive molecular test for the detection of SARS-CoV-2 in saliva. PLoS One. 2021 Sep 16;16(9):e0257464. doi: 10.1371/journal.pone.0257464.
- 7. Larremore DB, Wilder B, Lester E, et al. Test sensitivity is secondary to frequency and turnaround time for COVID-19 screening. Sci Adv. 2021;7(1):eabd5393. doi: 10.1126/sciadv.abd5393.
- 8. Young BC, Eyre DW, Kendrick S, et al. Daily testing for contacts of individuals with SARS-CoV-2 infection and attendance and SARS-CoV-2 transmission in English secondary schools and colleges: an open-label, cluster-randomised trial. Lancet. 2021:S0140-6736(21)01908-5. doi: 10.1016/S0140-6736(21)01908-5.
- 9. Amariles P, Ledezma-Morales M, Salazar-Ospina A, Hincapié-García JA. How to link patients with suspicious COVID-19 to health system from the community pharmacies? A route proposal. Res Social Adm Pharm. 2021;17:1988-1989. doi: 10.1016/j.sapharm.2020.03.007.
- 10. Alimohamadi Y, Sepandi M, Taghdir M, Hosamirudsari H. Determine the most common clinical symptoms in COVID-19 patients: a systematic review and meta-analysis. J Prev Med Hyg. 2020;61:E304–12.
Por Pedro Amariles Muñoz*
