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Este martes, 1° de julio, la administración del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció el cierre de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), la mayor agencia de cooperación del mundo.
Justo un día antes, investigadores de Estados Unidos, España, Brasil y Mozambique, publicaron en la reconocida revista académica The Lancet, el primer análisis exhaustivo que evalúa el impacto de la financiación de USAID sobre las tasas de mortalidad, al tiempo que proyectaron los impactos a 2030 si el recorte de financiación se mantiene.
El estudio analizó datos de 133 países y combinó dos enfoques. En primer lugar, realizó una evaluación retrospectiva que abarcó de 2001 a 2021 y, posteriormente, desarrolló modelos de previsión para proyectar los impactos para finales de esta década.
Frente al primer enfoque, los investigadores determinaron que entre 2001 y 2021, se evitaron 91 millones de muertes en países de renta baja y media (PRMB) gracias a los programas apoyados por USAID, de las cuales unos 30 millones fueron niños.
El mayor impacto se observó en enfermedades prioritarias, como el VIH/SIDA, donde la mortalidad en países que recibieron apoyos de USAID se redujo en un 74 % frente a los que recibieron poca o nula financiación. Los científicos también identificaron que se redujo la mortalidad por malaria (en un 53 %) y otras enfermedades tropicales (en un 51 %).
Al respecto, Daniella Cavalcanti, investigadora de la Universidad Federal de Bahía (Brasil) y primera autora del estudio, señaló que “nuestro análisis muestra que la financiación de USAID ha sido una fuerza esencial para salvar vidas y mejorar los resultados sanitarios en algunas de las regiones más vulnerables del mundo durante las dos últimas décadas.
Sin embargo, advirtieron los autores del estudio, los recortes podrían revertir el progreso alcanzado hasta ahora. “No podemos permitirnos desmantelar mecanismos de financiación —como USAID— que ya han demostrado salvar millones de vidas. Ahora es el momento de aumentar, no de reducir”, apuntó Davide Rasella, investigador del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y coordinador del estudio.
Las proyecciones de los investigadores estiman que, si se mantienen los recortes, podrían producirse más de 14 millones muertes adicionales de aquí a 2030, incluidas las de 4.5 millones de niños menores de cinco años. Dicho de otra manera, 700.000 niños morirían adicionalmente cada año.
“Nuestras proyecciones indican que estos recortes podrían provocar un fuerte aumento de las muertes evitables, especialmente en los países más frágiles. Corren el riesgo de detener bruscamente —e incluso revertir— dos décadas de progreso en materia de salud entre las poblaciones vulnerables", agregó el coordinador del estudio.
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