El condado de Rockland, con unos 300.000 habitantes y vecino de la ciudad de Nueva York, se declaró en estado de emergencia ante el peor brote de sarampión de su historia reciente. Se calcula que en los últimos seis meses al menos 153 personas han sido infectadas. Por culpa de los movimientos anti-vacunas y las falsas creencias, esta enfermedad que había sido declarada erradicada en Estados Unidos en el año 2000 está reapareciendo.
"Esta es una crisis de salud pública, y es hora de hacer sonar la alarma y tomar las medidas apropiadas", dijo Ed Day, funcionario del condado a los medios locales.
El estado de emergencia se extenderá por 30 días inicialmente. Entre las medidas adoptadas, los padres de hijos no vacunados que entren a edificios públicos podrían enfrentar hasta seis meses de cárcel y una multa de US $ 500.
El sarampión es una enfermedad que puede desdencadenar complicaciones graves, como neumonía e inflamación del cerebro. La población infantil es la que está en mayor riesgo junto a personas inmunosuprimidas.
De acuerdo a las autoridades de salud, el brote comenzó en octubre, cuando siete personas no vacunadas viajaron a Israel. Este condado de Nueva York es habitado por un gran número de comunidades judías ortodoxas. Aunque el movimiento antivacunas ha cobrado fuerza entre algunas comunidades religiosas, el año pasado y ante esta situación, la Unión Ortodoxa y el Consejo Rabínico de América publicaron una declaración instando a los padres a vacunar a sus hijos.
Mientras tanto en Europa crecen los casos de sarampión. Once personas murieron debido al sarampión y más de 30.000 personas padecieron esta enfermedad desde principios de año en Ucrania, el país europeo más afectado por esta dolencia.
Ucrania vive desde 2017 un brote sin precedentes de esta enfermedad muy contagiosa según reportó la Agencia AFP. Las autoridades ucranianas han dicho que además de una escasez de vacunas el otro factor que influyó en esta crisis fue la fuerte oposición de la población general a la vacunación.