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Francia está dispuesta a tomar medidas drásticas con el fin de reducir el consumo de tabaco y así mermar las cifras de muertes a causa de este producto. Muestra de ello, es que desde marzo de este año inició con la subida de los precios de paquetes de cigarrillos que se comercializaban a menos de 6, 60 euros (23.000 pesos) – el 40% de las marcas -, aumentándolos a 7 euros (24.400 pesos) y convirtiéndose así en uno de los países europeos donde es más costoso adquirir cigarrillos, superado sólo por Gran Bretaña e Irlanda.
Ahora, si los consumidores estaban inconformes con esta medida de 7 euros por paquete, no quedarán nada contentos con la propuesta que hizo el primer ministro Edouard Phillippe para subirlo a 10, ya que uno de los objetivos principales, según explicó en su discurso antitabaco, es alejar a los jóvenes de este vicio y subir el precio es una medida práctica para lograrlo.
El país galo también ha adoptado otras medidas relacionadas con el consumo de tabaco, como el paquete neutro, la obligación de pedir una prueba de que el comprador es mayor de edad o la prohibición de cápsulas y aromas para los fumadores, pero no han resultado tan efectivas y se calcula que 16 millones de personas fuman en Francia, y va en aumento.
Sin importar que alrededor del 80 % del costo de un paquete de cigarrillo va al gobierno en impuestos, con un ingreso de 14 mil millones de euros al año, tanto el primer ministro, como el recién elegido presidente Emmanuel Macron, buscan reducir los índices de mortalidad por el tabaco.