Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El sol golpea la frente de Teresa, una niña de 12 años que con esfuerzo carga pesadas bandejas de mineral sobre su cabeza. El sudor corre sobre su rostro mientras transporta el material desde la mina hasta las máquinas que lo procesan para extraer el oro.
Ante el calor y la humedad, Teresa repite esta acción entre 80 y 90 veces al día, lo hace para ganar US$2, dinero que utiliza para ayudar a costear los gastos en su hogar.
La historia de Teresa es una de las tres que narra el mini documental “Sueños de Oro”, material fílmico que utiliza la realidad virtual como herramienta para sumergir al espectador en la realidad del trabajo infantil en las minas de oro de Ghana.
"En la realidad virtual, hay una calidad de inmersión que por lo general no se obtiene en las películas tradicionales, por ello pensamos que era la mejor manera de mostrar la dura realidad del trabajo en las minas de pequeña escala. El espectador se siente más cercano a la acción, aunque aún así es difícil comprender cuán severas son las condiciones de trabajo de los mineros, mucho peores para los niños", menciona Damien Riunad, productor de Sueños de Oro.
Lea también: Se redujeron los casos de trabajo infantil en Bogotá
Según cifras de la OIT, se estima que en el mundo hay 73 millones de niños que se ven obligados a realizar las formas de trabajo más peligrosas. La minería es una de ellas.
Con dolor, Vincent recuerda que a sus 14 años escuchó una fuerte explosión en la mina, el resultado de la detonación de un cargamento de dinamita. Minutos de silencio e incertidumbre acompañaron la escena que concluyó con la muerte de un trabajador.
“El jefe nos dijo que en este trabajo a veces regresas a casa y a veces no, la minería es vida y muerte”, menciona el jóven al agregar que por la falta de salud de su madre se vio obligado a laborar.
La OIT asegura que estos 73 millones de niños corren el riesgo de contraer enfermedades, padecer lesiones o morir, esto a cambio de muy poco.
Le puede interesar: Así va el trabajo infantil en Colombia
Isaac, a sus 11 años, al igual que Teresa cargaba bandejas de mineral sobre su cabeza, el desgaste era tal que apenas tenía la oportunidad de sentarse o recostarse caía dormido. Solo iba a la escuela dos o tres veces a la semana, por su desgaste la maestra pensaba que estaba enfermo, situación que él mismo negaba.
En el marco del día internacional contra el trabajo infantil, la OIT muestra este documental, en el que la historia de estos tres niños se vio transformada gracias al programa Caring Gold Mining que les permitió dejar la minería y adelantar sin intermitencias sus estudios.
Dos años más tarde, estos niños ya no se proyectan como mineros en su etapa adulta, Teresa quiere ser enfermera para salvar vidas, Vincent sueña con ser artista e Isaac anhela ser gerente bancario.
“En la escuela nos enseñaron que el trabajo infantil provoca problemas. Mis profesores me dijeron que me concentrará en la escuela, eso es lo que me ayudará en el futuro”, hacen parte de las conclusiones de estos pequeños que ahora tienen la oportunidad de aprovechar mejor sus infancias estudiando y jugando después de clases.