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El pasado 29 de septiembre de 2025 el gobierno de Brasil aprobó una ley que prohíbe las loot boxes para los gamers menores de 18 años a partir de marzo de 2026. La decisión marca un precedente en la región y la industria de los videojuegos con un plan pensado para la protección digital y explotación del Gaming.
Luiz Inácio Lula Da Silva, presidente brasileño, ha sancionado esta norma como parte de su paquete legislativo en busca de regular el contenido online en el país sudamericano. La nueva normativa afecta a todos los juegos no clasificados como +18 que permitan o incluyan loot boxes dentro de su contenido en línea.
Incluso, el mandatario quiere ir más allá exigiéndole a los títulos que permitan la interacción entre menores y otros usuarios mediante chat de texto, audio o vídeo, que incluyan sistemas de denuncia y herramientas de revisión de sanciones. Todo esto para evitar un caso parecido al ocurrido en Roblox, una entrega con el 40% de sus usuarios siendo menores de 13 años.
Sin embargo, Brasil no es la única nación en el mundo que utilizó la vía jurídica para controlar las loot boxes. Por ejemplo, desde 2018 en Bélgica es una práctica considerada como ilegal. No obstante, en otros territorios como Reino Unido, Países Bajos y España los proyectos no han prosperado ¿Qué hace tan peligrosas a las loot boxes?
¿Qué son las loot boxes en los videojuegos?
Las cajas de botín -loot boxes- son un sistema de monetización popular en algunos juegos. Los jugadores las pueden comprar o ganar dentro de la entrega como recompensas virtuales que pueden ser utilizadas dentro del título como elementos estéticos, de mejora o incluso dinero y monedas virtuales.
Su diferencia más notoria con otro tipo de microtransacciones, compras pequeñas dentro de un videojuego, son artículos aleatorios que con frecuencia se empaquetan en sobre o cajas, de allí su nombre, que no dejan claro su contenido.
Esto establece un problema y un riesgo para los usuarios, pues quienes adquieren loot boxes no saben exactamente por qué tipo de artículos están pagando. Algo que algunos expertos en la industria y en psicología han señalado como una clase de apuesta o juego de azar.
El problema de las loot boxes
Incluso, hay voces de autoridad dentro de Gaming que van mucho más allá y hablan de una adicción por culpa de las loot boxes. Sostienen que al tratarse de una acción liberadora de dopamina constituye una posibilidad de convertirse en un hábito nocivo.
Además, otros personajes dentro del mercado acusan a las cajas de botín de ser un claro modelo de Pay-To-Win. El cual, como su nombre lo presume, pone al usuario que paga por mejorar en una posición ventajosa frente a quienes prefieren ganar esas mismas ventajas jugando.
Adicionalmente, a la par con otro tipo de micropagos en los videojuegos, son modelos de negocio perfilados como “depredadores”, pues invitan al consumo reiterado gracias a su fácil adquisición y precio bajo en comparación con un título completo.
Es precisamente esto lo que quiere regular Brasil con la nueva ley firmada por el presidente Lula Da Silva. Especialmente centrada en la protección de los menores de edad, quienes son los primeros gamers vulnerables a esta clase de acciones.