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El futuro de Xbox, especialmente de su división de hardware, lleva siendo tema de pasillos y secretos desde finales de 2023, pues a pesar de ser un gigante de la industria no vende tantas consolas como su competencia directa, PlayStation y Nintendo. Mientras Sony ha vendido más de 80 millones de PS5 y la N roja despachó 152,5 millones de Switch 1, la Xbox Series X|S -una familia de dos plataformas- se estancó en 38 millones de unidades.
Estas cifras, preocupantes por demás, hacen pensar a más de uno que la X verde camina lentamente hacia el mismo destino de Sega hace 25 años, exactamente cuando Xbox entró en este negocio de los sistemas de juego. Sega luchó con uñas y dientes contra Nintendo, pero luego de la aparición de la PlayStation 1 no pudo aguantar los malos resultados comerciales y se retiró del mercado de las consolas casera para nunca más volver.
Esa es la misma conclusión a la que se acerca la marca gamer de Microsoft, una idea que ha sido alimentada por las últimas decisiones y estrategias de la compañía estadounidense. Lejos de incentivar la compra de una plataforma Xbox Series X o Series S, la empresa de Gaming ha optado por fortalecer sus servicios, entre los que desatacan, el juego en la nube y la membresía Xbox Game Pass para PC, lo que resta valor al juego en sistemas domésticos.
Además, ha liberado algunas de sus franquicias exclusivas, es decir que antes solo se podían jugar en una consola Xbox, permitiendo versiones para PlayStation 5 y Nintendo Switch 2. Todo eso hace creer a los fans que están ante los últimos día de la X verde como fabricante y vendedor de plataformas caseras. Sin embargo, la propia multinacional, ha salido a desmentir este rumor y a dar un mensaje claro, aunque no genere confianza en el público.
El futuro de Xbox no es solitario
“Estamos invirtiendo activamente en nuestras futuras consolas y dispositivos propios, diseñados, desarrollados y fabricados por Xbox", dijo Microsoft a Windows Central. Esto respondiendo a la especulación de que la X verde prepara el retiro de sus actuales consolas -Xbox Series X y Xbox Series S- de las tiendas, algo que según la marca no ocurrirá.
Además, desde febrero de 2024 la multinacional de videojuegos ha dejado claro que participarán de la décima generación de videoconsolas. Todo esto a través de un acuerdo multianual con AMD, un fabricante estadounidense de procesadores y tarjetas gráficas. Incluso estamos a una semana del lanzamiento oficial de la primera Xbox portátil.
Eso sí, a priori, esto no parece ser suficiente para convencer a los consumidores de preferir sus plataformas por encima de la competencia. Sin embargo, y del mismo modo, parece que para la compañía estadounidense tampoco es una prioridad la venta de hardware, pues el servicio Game Pass ha tomado mayor relevancia incluso antes de 2020, año de lanzamiento de las más recientes consolas Xbox.
Xbox no se va, se queda y para rato
“Puedo confirmar, por fuentes muy fiables, que Xbox no planea abandonar el hardware. Al menos por ahora. Pero el simple hecho de que este rumor haya sido tan creíble demuestra el problema de fondo: la desconfianza hacia las decisiones recientes de Microsoft”.
Eso fue lo que publicó Jez Corden, periodista de Gaming de Windows Central, en el mismo texto en los que se recogen las palabras de la compañía ¿Conclusión? Sigue tan firme como antes en el negocio de las consolas y ahora con un socio estratégico como AMD.
Incluso Asus (empresa que codiseñó la portátil de Xbox) también se perfila como un aliado sumamente relevante en el futuro de la X verde. Una marca que lejos de abandonar una competencia que toda su historia le ha sido esquiva, sigue apostando por un éxito futuro.