Rumbo al corazón de la Patagonia

Glaciar Perito Moreno.

Foto: Camilo Bernal

El Chaltén: una experiencia que conecta la fuerza de la naturaleza con el universo interior

“La noticia de la lejanía se le confía al viajero” decía Walter Benjamín, y por eso son ellos los responsables de la visión de lo desconocido. Así que, para hacer parte del selecto grupo de quienes observan el mundo con sus propios ojos, hay que tener un poco de determinación. Cruzar la frontera entre la realidad y un paisaje de ensueño es posible en la Patagonia, un destino donde encontrará, en medio de bosques, ríos cristalinos, lagunas de color azul turquesa y glaciares milenarios, un verdadero paraíso de montaña.

¿Cómo llegar?

Arribar a la zona es posible mediante un vuelo directo de tres horas y media de duración que conecta a la ciudad de Buenos Aires con Calafate. También se puede acceder al lugar por vía terrestre, recorriendo una distancia de dos mil ochocientos kilómetros, desde la capital argentina, en un trayecto cercano a cuarenta horas de duración.

Calafate, la puerta de entrada a un nuevo mundo

Calafate es una ciudad de treinta mil habitantes aproximadamente, ubicada en la provincia de Santa Cruz. Allí encontrará una variada oferta gastronómica, donde se destaca el cordero patagónico, un manjar típico de la región, y donde también podrá disfrutar de una gran variedad de vinos y cervezas artesanales.

Pero sin duda alguna, el principal atractivo de la zona son los hielos milenarios. Allí se encuentra gran parte de los vestigios de la última glaciación y es donde se ubica, a 80 kilómetros de distancia, sin duda alguna, el glaciar más importante del mundo: el Perito Moreno. Una enorme masa de hielo que tiene cerca de setenta metros de altura por encima del nivel del lago Argentino, cinco kilómetros de frente, y una superficie de 250 kilómetros cuadrados, mucho mayor incluso a los cerca de 200 kilómetros que tiene la ciudad de Buenos Aires.

Para su mejor observación, hay diseñadas una serie de pasarelas compuestas por varios niveles que suman en total cuatro kilómetros. Su diseño serpenteante incluye escalinatas y balcones, ubicados desde diferentes ángulos y perspectivas, que facilitan la vista del Perito Moreno. Todo un espectáculo natural que renueva el espíritu y despierta los sentidos

Un gran atractivo para quienes disfrutan del aire puro y el silencio, que es interrumpido únicamente por el movimiento del glaciar y su ocasional desprendimiento. Al caer, estos inmensos bloques de hielo, sobre el lago Argentino, producen un estruendo profundo, capaz de estremecer todo a su alrededor.

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Hay diversas actividades para todos los gustos y presupuestos, que van desde el avistamiento del glaciar en barco, hasta caminatas guiadas, senderismo y “Trekking”, que consiste en recorrer a pie, diversas áreas naturales, generalmente montañosas y poco frecuentadas por el turismo convencional. Estas últimas actividades, favorecen el contacto directo con la superficie helada, permitiendo apreciar sus variadas formas e intensa gama de azules. Esta interacción posibilita, entre otras cosas, disfrutar ¿por qué no?, de un inolvidable trago de whisky enfriado con un trozo de hielo del glaciar.

La Patagonia profunda, tierra de glaciares

Una vez allí, en Calafate, el viajero tiene la posibilidad de tomar transporte terrestre que cubre una distancia de 215 kilómetros, bordeando el lago Argentino y el lago Viedma, hasta llegar a El Chaltén. El recorrido tiene una duración aproximada de cuatro horas que se transitan por la mítica Ruta 40. Una legendaria carretera cuyo trayecto atraviesa totalmente la Argentina, desde su extremo más austral, hasta el límite con Bolivia.

El recorrido brinda la posibilidad, si el tiempo lo permite, de lograr vistas espectaculares sobre los imponentes lagos que se observan durante el camino. Es un trayecto quizás de los más hermosos del planeta, porque se puede apreciar la Cordillera de Los Andes en todo su esplendor y sus picos cubiertos de hielo, los cuales alimentan a los glaciares que se encuentran durante el viaje. También es la oportunidad de apreciar la inmensa estepa, cuya vegetación está compuesta por plantas adaptadas a condiciones de escasa humedad y fuertes vientos.

Conocer la Patagonia es una experiencia transformadora que cambia la manera de ver y sentir la vida. Es un espacio atemporal que conserva intacto un mundo de hielo, roca y bosques, con glaciares más extensos que grandes ciudades y lagos que parecen mares.

El Chaltén, corazón de la Patagonia

En el corazón de la cordillera austral argentina está ubicado El Chaltén, un pequeño pueblo fundado el 12 de octubre de 1985 y que en la actualidad es habitado por cerca de 2.500 personas. Es la Capital Nacional del Trekking y se encuentra dentro del Parque y Reserva Nacional de Los Glaciares, un área protegida declarada por la UNESCO como patrimonio mundial de la humanidad y que ocupa una superficie de 724.000 hectáreas, ubicadas al sudoeste de la provincia de Santa Cruz.

Sus primeros pobladores fueron los pueblos originarios Aonikenk o Tehuelches, cuyo nombre significa “gente del sur”, quienes eran cazadores-recolectores y bautizaron “Chaltén”, a la gran montaña. Este nombre significa “montaña sagrada”, “montaña azulada” o también “montaña humeante”, por la forma que se observa desde la distancia.

Posteriormente hacia finales del Siglo XIX arribaron al lugar las primeras expediciones conformadas por inmigrantes europeos que se establecieron en el área, desempeñando diversas tareas como la cría de ganado ovino y a la producción del campo. En aquel entonces, algunos caballos, que eran propiedad de esos primeros colonos, saltaron las cercas y empezaron una vida libre en aquel inhóspito lugar. Con el paso del tiempo se reprodujeron de manera silvestre y dieron lugar a una gran manada de caballos salvajes, que pueden ser divisados, si se corre con mucha suerte, galopando libres la llanura esteparia o pastando tranquilos en algún remoto lugar.

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La zona es también hogar de águilas, halcones, lechuzas, pájaros carpinteros, venados y zorros, entre muchas otras especies, y el majestuoso cóndor de Los Andes el cual se configura como el amo y señor de los cielos patagónicos.

Tal cantidad de atractivos naturales y silvestres hacen de esta parte del planeta, una zona de infinita riqueza. Es por eso que con el paso del tiempo El Chaltén se ha preparado para acoger todo tipo de viajeros, convirtiéndose en uno de los principales epicentros de turismo de aventura del mundo.

“Contamos con la infraestructura y las comodidades necesarias y todos los servicios para recibir a viajeros procedentes de todas partes. Después de la pandemia hemos tenido unos porcentajes entre el 70 y 80 % en niveles de ocupación, lo que evidencia el gran momento que vive el lugar”, aseguró Natalia Trejo, secretaria de Turismo Municipal de El Chaltén.

La capacidad hotelera que existe en la zona, brinda la tranquilidad a los viajeros para arribar en cualquier momento del año, con la certeza de encontrar siempre un lugar donde poder hospedarse.

“La temporada alta va de octubre hasta abril que es cuando las condiciones atmosféricas son más favorables, el resto del año hay mucha nieve, pero los senderos no se cierran. Cada época tiene su propia magia, los colores del otoño y la nieve del invierno, es un lugar con una energía vital bastante poderosa y que puede visitarse en cualquier momento”, recalcó Vanesa Maigua, destacada fotógrafa y miembro de la Oficina de Información Turística de la Municipalidad El Chaltén.

La montaña sagrada, el cerro Chaltén

Considerada una de las montañas más impactantes del planeta, el monte Fitz Roy o cerro Chaltén, constituye un gran reto para alpinistas de todo el mundo, quienes año, tras año se dan cita todos los veranos para intentar conquistar su cima ubicada a 3.400 metros de altura en el límite entre la Argentina y Chile. La dificultad de la escarpada formación rocosa es tal, que constituye un gran desafío para los escaladores más experimentados y osados del planeta. Una montaña cuya cumbre está catalogada por las publicaciones más prestigiosas de montañismo de aventura, como de máxima dificultad y apta solo para los más arriesgados.

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Los mejores Trekking de El Chaltén

Este impactante escenario natural ofrece múltiples y variadas opciones para caminar, escalar, realizar excursiones o paseos. Una vez con el mapa del lugar en la mano, la mayoría de los itinerarios son autoguiados, por lo que pueden ser recorridos sin la necesidad de un guía experto. Lo más importante, si decide hacer el viaje por su propia cuenta, es caminar únicamente por los senderos demarcados, acampar solo en los lugares permitidos y no dejar rastro alguno de su presencia en la zona, es decir no dejar ningún tipo de basura.

Trekking de dificultad baja

• Mirador de Los Cóndores y Águilas: Este circuito es el más corto en el abanico de posibilidades que ofrece El Chaltén. Es un mirador desde donde pueden observarse excelentes panorámicas de todo el valle, con los cerros y agujas de la cordillera, el pueblo y el río De Las Vueltas. Hacia las cuatro de la tarde el espectáculo de los cóndores surcando el cielo son la mejor recompensa por estar allí.
• Chorrillo del Salto: Es un salto de agua de 20 metros, ubicado a cuatro kilómetros de El Chaltén. Se puede llegar caminando en una hora, en bicicleta o vehículo de quince a veinte minutos.

Trekking dificultad media

• Laguna Capri: Desde el pueblo, y luego de aproximadamente una hora y cuarenta y cinco minutos de Trekking se accede a este hermoso espejo de agua, desde donde se divisa, en toda su dimensión, el cordón montañoso del cerro Chaltén. Si quiere pernoctar en la zona hay un campamento llamado Capri.
• Laguna Torre: para divisarla en su totalidad hay un sendero que conduce hasta el mirador Maestri, desde donde también se divisa el glaciar Grande en primer plano y a lo lejos, el imponente cerro Torre. En el lugar hay una zona de camping llamada De Agostini.
• Laguna Piedras Blancas: Es uno de los senderos menos transitados, se recomienda consultar antes en el Centro de Informes de Parques Nacionales las indicaciones para encontrar el camino de acceso al sitio.

Trekking dificultad alta

• Laguna de los Tres: La laguna está ubicada en la base de la cima del cerro Chaltén, desde donde puede apreciarse en toda su majestuosidad. El último tramo de la subida es muy empinado por lo que se recomienda no hacerlo si hay mucho viento o lluvia. Si lo prefiere puede acampar en la zona de camping Poincenot.
• Laguna Sucia Hermoso espejo de agua color turquesa, su difícil acceso y camino escarpado es recomendado solo para expertos en montaña. No es aconsejable transitar la zona sin ningún tipo de compañía. El camino está poco señalizado, sin embargo, es uno de los lugares más hermosos debido a la majestuosidad de la laguna, desde donde se aprecia la cara sur del cerro Chaltén. Visitar la zona plantea un desafío físico, generando un crecimiento personal y espiritual que mejora nuestra relación con la naturaleza y nosotros mismos, así como desarrolla la autoestima, confianza y humildad. Es un verdadero parque de diversiones para amantes de la naturaleza, una experiencia que vale la pena ser vivida, donde el viajero en cada paso podrá reconectarse, en medio de este paraíso natural, con su universo interior.

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