15 razones deportivas para visitar Argentina

A casi la mitad de precio que las alternativas mundiales, los cerros argentinos reciben a viajeros amateurs y experimentados de todas partes del mundo.

Foto: Cortesía Visit Argentina

La deliciosa gastronomía, la calidad de sus vinos, la inmensidad de sus paisajes naturales y las historias de músicos, escritores, entre otras personalidades reconocidas a escala mundial, son solo algunas de las impresiones que aparecen en la mente viajera cuando se habla de Argentina, sin embargo, hay una característica que encabeza el tablero: el amor por el fútbol.

En el territorio albiceleste este deporte no se vive como en ningún otro lado. Allí un partido define el estado de ánimo de todo un país: si se pierde se llora y si se gana también. Es el hogar de Maradona, de Messi, de la Selección.

Y aunque este deporte recorre las noticias del mundo, no es el único que moviliza y alegra al país. Tiene sentido, entonces, que sus alternativas turísticas emocionen a los más aventureros. Estos son algunos imperdibles.

1. Superclásico Boca-River

Un Boca-River no se compara con ningún otro partido. Hasta el diario inglés The Observer lo catalogó como la experiencia deportiva más intensa del mundo y uno de los 50 espectáculos que hay que ver antes de morir. En la Bombonera, en el Monumental o en Madrid es un encuentro que contagia hasta al menos futbolero.

2. La ciudad donde nació Messi

Lionel Messi, el jugador con más Balones de Oro, es el ídolo de muchas personas en el mundo, y no es la excepción en el país que lo vio nacer. Messi, para miles, es una leyenda viviente, un genio, por lo tanto, en la provincia de Santa Fe existe un circuito de 10 paradas que atraviesa los años del prodigio del fútbol. Más precisamente en Rosario, su ciudad natal.

Hay rincones de todo tipo: la cancha El Campito, donde jugaba cuando era pequeño; el Club Abanderado Grandoli, que fue quien lo descubrió con cinco años y un talento insuperable, y hasta el barrio La Bajada, que es donde vivió con su familia y tiene un sinfín de murales en su honor.

(Lea también: Destinos culturales y de naturaleza imperdibles en Argentina)

3. Cuna del amor maradoniano

Maradona no necesita introducción. Para la nación es un dios, y para algunos en el resto del mundo, también. Y si bien el país lo recuerda con nostalgia, La Paternal, en la Ciudad de Buenos Aires, tiene una cuota de sentimentalismo extra.

Este lugar es la sede del estadio de fútbol de Argentinos Juniors, el equipo donde debutó el diez. Un templo que hoy lleva su nombre. El ícono del fútbol es el orgullo de los vecinos, por lo tanto, las calles del barrio están inundadas de street art en su honor. Además, en Lascano 2257 está la primera casa que adquirió Maradona cuando era muy joven y salió de su hogar en Villa Fiorito, lugar que hoy es un museo que recuerda los momentos importantes del ídolo eterno.

4. La Bombonera, en La Boca

Con más de 100 años de historia, Boca es uno de los equipos más influyentes del país, por eso el estadio del Xeneize tiene una fuerte impronta en la cultura nacional. La Bombonera, llamada así por su parecido estructural a una caja de bombones, es tan solo uno de los mayores símbolos del colorido barrio de La Boca, en Buenos Aires.

Visitarla es todo una experiencia, y más todavía si es para ver un partido. Ahí está la verdadera adrenalina. Otro imperdible es recorrer el Museo de la Pasión Boquense, que queda dentro del estadio.

5. Bucear en Puerto Madryn

Sobre la inmensa costa que bordea el mar argentino hay mucho para ver y disfrutar.

En esta zona está Puerto Madryn, la Capital Nacional del Buceo en Argentina, ubicada en la provincia de Chubut, a pocos minutos de la península Valdés (Patrimonio Unesco de la Humanidad), una ciudad con bellísimas playas y famosa por ser ideal para el avistamiento de la ballena franca-austral.

Una vez en Madryn, el plan del buceo y el snorkel es pura fantasía hecha realidad. Con el traje puesto, la aventura se sumerge en aguas azuladas, los lobos marinos se convierten en amigos, las piruetas van y vienen y todo el mundo acuático se vuelve familiar.

(Lea también: ¿Por qué Argentina es un destino económico para los viajeros colombianos?)

6. Trekking en El Chaltén

la magia de la Patagonia, mítica región que alberga pueblos inolvidables como El Chaltén, no se encuentra en cualquier lado. Por eso, fanáticos del mundo, año tras año, llegan a este destino en busca de aventuras de ensueño.

La Capital Nacional del Trekking del país tiene senderos para todos los gustos y dificultades. La recompensa de elegirlo es avistar el monte Fitz Roy, rodeado de paisajes que parecen escapar de lienzos fantásticos y pintan un cuadro natural difícil de olvidar.

Circuitos recomendados: la Laguna de los Tres, la Loma del Pliegue Tumbado y la Laguna Torre. Y, aunque esta pequeña villa santacruceña ya es suficiente para mover la brújula de más de un turista, a solo 200 km está El Calafate, dueño y sede del Perito Moreno, uno de los glaciares más grandes del mundo.

7. Golf en Termas de Río Hondo

Única en Suramérica y un orgullo para la región norte, la cancha de golf del Termas de Río Hondo Golf Club, diseñada por Robert Trent Jones II, se convirtió desde su inauguración, en 2018, en una maravilla del turismo deportivo.

Junto al Autódromo y el Museo del Automovilismo, el campo de Termas completa un trinomio que eleva la oferta del mencionado segmento turístico del país y posiciona a la provincia de Santiago del Estero como una excelente opción para los viajeros internacionales que deseen visitar el área más septentrional del país.

Este sitio es escenario de una de las fechas del PGA Tour Latinoamérica.

8. Pesca en el Fin del Mundo

Más de diez ríos, cuatro lagos y tres lagunas transforman a Tierra del Fuego en un gran destino pesquero. La locación más austral de Argentina es hogar de las famosas -y codiciadas- truchas de mar. Tal es su riqueza piscícola, que el agua fueguina se postula como una de las mejores áreas de Latinoamérica para la pesca.

El punto estratégico más importante queda al norte, en Río Grande, que tal como su nombre lo indica, es un espejo acuático donde viven los peces de mayor tamaño. Además, es una zona con gran oferta hotelera y exquisita gastronomía. Por otro lado, Ushuaia es conocida en el mundo entero por la calidad y frescura de su centolla. Comerla es una experiencia culinaria directa del océano al plato.

(Lea también: ¿Cuáles son los imperdibles de la gastronomía argentina?)

9. Cabalgatas en Córdoba

Todo seguidor ecuestre sabe que Córdoba, en el corazón geográfico de Argentina, tiene que estar dentro de su itinerario gracias a sus caminos inagotables, historia local, fauna y la inconfundible energía lugareña. Ni hablar de los asados, los Fernets -típico elíxir de estas tierras- y la melodía del cuarteto.

Las coordenadas que no debe saltarse son la Pampa de Olaén, La Cumbrecita, Alta Gracia, La Cumbre y Santa Rosa de Calamuchita.

10. Kayak en el Nahuel Huapi

El color de sus olas, las islas que lo rodean, el bosque andino y las imponentes montañas son solo algunas de las excusas para conocer el Lago Nahuel Huapi, y hacerlo arriba de un bote redobla cualquier apuesta viajera.

Son 557 kilómetros cuadrados que se extienden desde el sur de la provincia de Neuquén hasta Bariloche, en Río Negro. El Nahuel Huapi es uno de los lagos más profundos del mundo y el cuarto más grande de Argentina.

Kayak, stand up paddle, windsurf y hasta buceo, son algunas de las miles de alternativas náuticas.

11. Escalada en el Aconcagua

Una de las principales para visitar este cerro, ubicado en Mendoza, es que es la montaña más alta de América y una de las más famosas del mundo. Cuenta con 33 rutas, las hay más sencillas -para personas sin mucha trayectoria- y otras exclusivas para los verdaderos expertos. En 15 días, aproximadamente, se llega a la cima. La clave está en emprender la travesía junto a un guía especializado.

La experiencia es única, entre otros, por los matices naranjas del amanecer o atardecer desde la montaña.

12. Descenso en bici por la Cuesta del Obispo en Salta

Es un paisaje de 40 km que permite a los turistas conocer en dos ruedas algunas de las vistas más maravillosas de la provincia de Salta. Porque, aunque suene increíble, atraviesa en simultáneo las mesetas áridas de la Puna y los verdes frondosos de la selva de Yungas.

No requiere ninguna preparación física, solo muchísimas ganas de admirar las montañas argentinas cubiertas de vegetación rojiza por momentos, verde y hasta amarilla.

Son 10 horas de una sucesión de delirios naturales que harán latir el corazón de todos los viajeros.

El camino une los valles de Lerma y Calchaquí, y costea el río Escoipe hasta el pie de la Cuesta del Obispo. Además, entre curva y curva, pasa por el Parque Nacional Los Cardones, dueño del emblemático y homónimo paisaje salteño. Es una experiencia alternativa que permite entender en primera persona la razón por la cual esta provincia se apoda La Linda.

13. Deportes de nieve en los Andes

A casi la mitad de precio que las alternativas mundiales, los cerros argentinos reciben a viajeros amateurs y experimentados de todas partes del mundo. Y no todo se reduce a esquiar: el snowboard, el trekking, los paseos en trineo y la escalada son más propuestas.

(Lea también: ¿Sueña con visitar la nieve? Argentina, ideal para cumplir con este propósito)

En lo que a la nieve respecta, la temporada se estira de junio a octubre. Hay centros de esquí de entre 20 y 30 pistas cada uno, con opciones para todos los gustos y niveles.

Las coordenadas imperdibles son Tierra del Fuego, Mendoza, Río Negro, Neuquén, Santa Cruz y Chubut.

14. Carrovelismo en San Juan

Son pequeños carros con una vela y sin motor, ya que el impulso lo toman del viento, que puede alcanzar hasta los 120 km/h. En San Juan, a 25 km de la localidad de Barreal, está Pampa del Leoncito, un legado de millones de años con el viento como aliado principal.

Es un paisaje desértico, con superficies erosionadas ideales para los aventureros natos. El horario para disfrutar del plan es desde las 5:00 p.m., cuando se levantan las corrientes ventosas. Y lo mejor es que este destino queda a las afueras del Parque Nacional homónimo donde, por la noche, se puede disfrutar de uno de los cielos más despejados y estrellados del país.

15. Polo en Buenos Aires

Si bien es un deporte que se relaciona con la tradicional élite porteña, el juego fue importado por los ingleses que llegaron al país a mediados del siglo XIX. Las reglas: coordinación y equitación. Para los amantes del caballo, verlo se presta a un espectáculo hipnotizante. En Buenos Aires se organiza todos los años el Abierto de Palermo, máximo certamen interclubes a nivel mundial.

Aquí puede encontrar más información.