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Las calles de Cartagena en estos días santos son paso de creyentes y de turistas que usan este tiempo para la oración y el descanso. En las diferentes iglesias están los pasos arreglados, la nave central, presbiterio, el Santísimo, el coro y las imponentes cúpulas.
En una esquina frente a la Catedral Santa Catalina de Alejandría, que pareciera ser guardiana de la plaza de Bolívar, Carlos Alberto Carrizal lleva en una de sus manos los rosarios que ofrece a los transeúntes. Son 40 años en el quehacer de ofrecer la fe.
“Este oficio se lo debo a mi madre, desde pequeño íbamos a las fiestas religiosas a vender los rosarios, esta Semana Santa es muy positiva para mí, le cuento que se venden muchos y los extranjeros que llegan en los buques, me compran mucho. Los vendo en seis dólares y si son dos, los dejo en diez”, le dice a El Espectador, mientras los ordena meticulosamente. Un rosario tiene 59 bolitas que se llaman cuentas.
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Según el portal Vatican News, el Santo Rosario tiene su origen en 1212, cuando Santo Domingo de Guzmán, durante su estancia en Tolosa, tuvo una aparición de la Virgen María, que le entregó el Rosario como respuesta a una plegaria en la que le pedía ayuda para combatir la herejía albigense”. Agrega el documento que la victoria conseguida hizo en el rezo del rosario un escudo, así como un medio para encontrar refugio para afrontar y superar las dificultades de la vida.
Carlos ofrece un rosario a una pareja que ha llegado en un crucero, ellos lo miran y observan. “Este es el trinitario, tiene la imagen de la Virgen del Carmen, espere le muestro uno con el Señor de los Milagros y aquí está el Sumo Pontífice Francisco, llévelo estuvo aquí y paso por esta calle”.
La red de la fe
Cartagena desde el año pasado forma parte de la Red Mundial de Destinos Turísticos Religiosos y Espirituales. Este logro de ciudad fue posible con el trabajo articulado de la Alcaldía de Cartagena, la Corporación Turismo Cartagena de Indias y la Arquidiócesis de la ciudad.
Como lo informó este diario, aunque es común visitar lugares religiosos, muchos desconocen que esta actividad constituye un tipo de turismo específico, e incluso muy popular. Según ONU Turismo en el 2019, el tránsito anual de estas personas movidas por su devoción o curiosidad por constatar leyendas o hechos históricos en el mundo representaba casi 20 por ciento del turismo mundial.
La definición de turismo religioso, según la ONU Turismo, abarca tanto la dimensión material del viaje como la espiritualidad asociada a la fe.
No olvidemos que, desde la fundación de Cartagena, el primero de junio de 1533, el proceso de colonización española, trajo consigo la fe católica. La historia lo tiene en sus archivos, no había pasado un año de la fundación cuando fue creada por el papa Clemente VII, la Diócesis de Cartagena, siendo una de las más antiguas de América Latina y de Colombia.
En un paseo turístico de fe, seguramente usted estará conociendo la Virgen de la Candelaria en el cerro de la Popa. Allí está con la custodia de la Orden de Agustinos Recoletos y está ligada con la historia de libertad.
Después de visitar la virgen podrá ir al Palacio de la Inquisición, más conocido como el Tribunal del Santo Oficio. Existieron tres tribunales en América Latina: Veracruz, Lima y el de Cartagena, en el que hoy se encuentra también el Museo Histórico.
En su visita en la ciudad de piratas, filibusteros, monjes y religiosas, no olvide conocer la ventana de la ignominia, allí se dejaban los mensajes ocultos de brujas y amores prohibidos para luego ser castigados a la luz de la fe por sus pecados y lujurias.
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En la ciudad hay templos, conventos, ermitas y santuarios y una Virgen del Carmen en la mitad de la bahía, rodeada de agua por todas partes, es la protección de los marinos y forma parte de las rutas del turismo religioso.
Muchos turistas hoy se alojan o participan en eventos en sitios que en tiempos antiguos fueron conventos. El Monasterio de las hermanas clarisas y su capilla es hoy el Sofitel Legend Santa Clara, donde la creatividad de Gabo dio origen a Del amor y otros demonios. Al caer la noche todos los días dos monjes caminan por su patio encendiendo las velas y conectando con la tradición.
En lo que fue el monasterio de las carmelitas descalzas, está ubicado el Charleston Santa Teresa y un poco cerca el Claustro de la Merced, actualmente, de la Universidad de Cartagena. Sus escaleras recuerdan que allí estaba la Orden de los Mercedarios,
Y así muchos sitios del centro histórico albergan historias leyendas con el padre nuestro y rosarios completos.
El ingreso de Cartagena a la Red Mundial de Destinos Turísticos Religiosos y Espirituales fue hace un año, también hacen parte de esta red, Fátima (Portugal), Roma (Italia), Jerusalén (Israel).
“Cartagena de Indias es una ciudad que siempre tiene algo nuevo que ofrecer y, desde su fundación, su historia se ha escrito con tinta de fe, por lo que, toda la historia de casi 500 años cuenta con un patrimonio religioso robusto. Es un inventario de más de 20 inmuebles religiosos solo en el Centro Histórico”, le dice a El Espectador Liliana Rodríguez Hurtado, presidenta ejecutiva de la Corporación de Turismo de Cartagena de Indias.
Agrega que algunos siguen siendo lugares de culto, otros han cambiado su uso, pero siguen conservando su atmósfera de religión. “En ese sentido, nos pareció muy importante darle un giro a la oferta de la ciudad, y exaltar elementos muy positivos que atraigan un turismo sano, familiar y que aporte”.
Según Rodríguez, hay una gran disposición de la Arquidiócesis de Cartagena, con el liderazgo de monseñor Francisco Múnera y de la Pastoral Turística, “quienes han puesto todo el empeño en que trabajemos de la mano para tener una oferta que beneficie a los peregrinos (término eclesiástico) o turistas que escojan durante todo el año a Cartagena como un destino a visitar.
La semana mayor y la custodia de la fe
En estos días de historia, se recuerda a uno de los cuatro evangelistas, Mateo. Tenía a su cargo el cobro de los impuestos. Junto con él, estaba Zaqueo, se conocían por su trabajo como “publicanos” y como en la actualidad los recaudadores de impuestos a pocas partes los invitan, aquí lo importante era como lo es hoy, las cifras.
Según la Alcaldía de Cartagena, la temporada turística de inicio de año, tuvo un estimado de 764.046 visitantes, “sin contar miles de ingresos no reportados a Cartagena bajo diferentes modalidades de movilidad. Esto se traduce en un 31,7 % más de visitantes, respecto al periodo anterior”.
La presidenta ejecutiva de Corpoturismo afirmó. “Este es el segundo año que celebramos la Semana Santa con tanta fuerza y en plena articulación entre el Distrito, la Arquidiócesis, con el apoyo de gremios, entidades y otras instituciones del sector turístico. Esperamos que los aproximadamente 260 mil visitantes en estos días vivan una experiencia memorable”.
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Esta Semana Mayor la hace muy feliz, además de tener una pasión por el turismo, es una mujer de fe que encuentra en estos días “un espacio necesario en el año para centrar la mirada en Dios y en revisar la propia vida”.
La plaza de Santo Domingo tiene su templo, el más antiguo de Cartagena, y en ella está una de las imágenes más visitadas, el Santo Cristo de la Expiración. Desde hace muchos siglos tiene una importante devoción.
Yaneth Narváez es cartagenera, camina por el centro a una de las iglesias. “La semana Santa para mí es un tiempo de recogimiento y reflexión, es un llamado a caminar con amor y misericordia. Cartagena hoy hace parte de la red de turismo religioso y eso hace que nuestra ciudad se engalane con actividades que marcan la diferencia y nos hace competir con las mejores ciudades del mundo. Adicionalmente, Cartagena es gastronomía, es deporte, cultura, es el mejor destino turístico de Colombia”.
Los días de turismo religioso no solo son esta semana. Según cifras de Cartagena Como Vamos, el turismo en Cartagena va en ascenso: en 2024, la llegada de pasajeros internacionales aumentó un 22 %, alcanzando los 734.901. En cuanto al turismo nacional, la ciudad experimentó un aumento del 15 %, pasando de 2.324.958 a 2.670.278 pasajeros.
Una dulce alegría en la semana
Una de las mayores tradiciones de la Semana Santa es el festival del dulce. Durante los días santos la ciudad se llena de sabores, y entre ellos la alegría, una especie de cocada que es preparada por las palenqueras con sus vestidos de colores. Dicen los expertos que tiene maíz de millo, panela, coco, anís y limón, literalmente ellas venden la alegría.
Los hoteles de la ciudad no son ajenos a esta tradición. Jaqueline Rodelo Arcos, es la gerente general del hotel Wyndham Garden Cartagena. “Estamos preparados con la ciudad, trabajamos en un programa que se llama Vive la Fe. Queremos que disfruten lo que ofrece la ciudad en esta Semana Santa”
En el lobby del hotel hacen su propia versión del festival. Allí encuentran los huéspedes los dulces tradicionales de coco, ñame, tamarindo, corozo y el dulce de guandul entre otros. En todas partes esta la agenda religiosa con la horas y fechas de los diferentes eventos.
“Y por supuesto, nuestra carta la reforzamos con todo el tema de pescado, platos maravillosos para que nuestros huéspedes sientan y se apropien de nuestras costumbres”, concluye la gerente del Wyndham Garden Cartagena.
Mientras en el hotel se atienden a los turistas, por primera vez dentro del marco del XV Festival del Dulce y la Comida Típica Cartagenera que se hace en la Plaza de la Aduana se se encuentra la ‘Tienda de la Honestidad’. Una iniciativa de la Alcaldía de Cartagena, a través del Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena (IPCC).
“Se trata de un stand donde los portadores de la tradición culinaria dejan dulces de diferentes sabores cada día. Los transeúntes pueden acercarse y tomar los dulces que deseen y dejar una donación de $2.000 en adelante. En el lugar se instaló un cofre para que los compradores dejen su aporte y, en caso de ser necesario, tomen ellos mismos su vuelto” se lee en un comunicado de prensa de la Alcaldía.
Ha llegado la tarde a Cartagena Carlos ha vendido rosarios y está alegre. Muchos visitantes y creyentes han caminado por el centro amurallado, Dice. “El único Rosario que conservo es el que dejó mi madre, ese no lo vendo, ni lo regalo, ni lo presto a nadie, porque es el rosario de mi madre, y en estas épocas sí que es importante rezar”.
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